El dirigente estatal del Movimiento Antorchista en Tlaxcala, Isaías Chanona Hernández, condenó enérgicamente el desalojo autoritario del albergue estudiantil “Dr. Juan Manuel Celis Ponce” en Miahuatlán de Porfirio Díaz, Oaxaca.
En medio de un panorama donde el 70.32 ? los empleos en Tlaxcala son informales y la pobreza laboral afecta al 42.3 ? las familias, el Movimiento Antorchista organizó un festejo por el Día del Niño con los hijos de los comerciantes. Con juegos, payasos y reparto de juguetes, la agrupación buscó atenuar la ausencia de políticas públicas dirigidas a la niñez en contextos de vulnerabilidad.
El Movimiento Antorchista parte de una verdad que muchos acomodados prefieren callar: un pueblo educado, sensible y crítico es un pueblo imposible de manipular. Es por ello que, en Tlaxcala y en todo el país, Antorcha ha promovido no sólo el acceso a la educación formal, sino también a una formación cultural integral, mediante el teatro, la danza, la música y el deporte, como vías de identidad, dignidad y resistencia.
En México la cultura nunca ha sido del agrado de los poderosos, hay que recordar que los grabados de José Guadalupe Posada criticaron las injusticias del porfiriato hasta las canciones de protesta que acompañaron los movimientos sociales del siglo XX.
Las casas del estudiante representan mucho más que cuatro paredes y un techo. Son el puente que conecta a miles de jóvenes de comunidades rurales con sus sueños universitarios. Sin estos espacios, la educación superior se convierte en un privilegio exclusivo de quienes pueden costear rentas en las ciudades.