Mientras Protección Civil Estatal emitía comunicados de alerta, se registraron compras de pánico y la sensación de miedo e indefensión ante la experiencia del nulo o tardío apoyo gubernamental crecía entre la población más vulnerable; hoteles, restaurantes y diferentes empresas intentaban proteger su mercancía y propiedades de los embates del huracán, que se aproximaba.
El 26 de abril de este año, el ayuntamiento encabezado por el alcalde César Figueroa violó no sólo el derecho a la educación de los fenerianos, sino que atentó contra el Estado de Derecho al realizar el desalojo sin orden judicial alguna y con un aparatoso operativo policiaco cuando los moradores estaban de vacaciones.
Basta analizar cualquier noticia en los diarios nacionales y locales para darse cuenta de que este país cada día va más en picada, y que los únicos indefensos cuando todo colapse somos los pobres (o sea, todos los que no tenemos de otra más que trabajar para vivir).
No es noticia nueva que en México, desde hace varias décadas, el gobierno tiene abandonada la infraestructura carretera. Según estadísticas del Instituto Mexicano del Transporte (IMT), más del 60 %. las carreteras federales presentan deterioro moderado o grave, y, si nos centramos en el estado de Guerrero, la cifra escalaría al 75 %.
El jueves 19, a las 5:30 de la mañana, el huracán impactó Pinotepa Nacional, Oaxaca, con categoría tres y, aunque hubo lamentables daños, se degradó paulatinamente hasta reducirse a intensas lluvias que duraron hasta el fin de semana.