Desde hace 46 años, el Movimiento Antorchista Nacional ha luchado al lado del pueblo más pobre de nuestro país, enarbolando sus demandas y exigiendo a todos los gobiernos en los diferentes niveles (sin importar el partido político o cualesquiera que sean las diferentes situaciones en las que se encuentre el poder del estado), la imperante necesidad de que se invierta parte del erario en obras públicas y servicios para el pueblo pobre y trabajador.
La gente de a pie, carece de muchísimos servicios elementales para poder tener una vida digna: vivienda, agua potable, drenaje, luz eléctrica, pavimento de calles en sus colonias; el acceso general a hospitales, clínicas; educación de calidad, falta de escuelas de todos los niveles educativos; en suma, no hay espacios para el mejor desarrollo de la gente más pobre del país.
La lucha que enarbola esta organización se ha llevado acabo en todo el país. Restringiéndonos en este caso, únicamente al estado de Puebla, debemos comenzar diciendo que el actual gobernador del estado, Luis Miguel Barbosa Huerta, en últimos días, fue designado como el segundo peor gobernador del país; personaje de la vida gubernamental de nuestro estado, que, según lo indicado por diferentes análisis (Coparmex), se encuentra incapacitado para resolver los problemas de la gente que gobierna.
El nulo conocimiento de cómo gobernar de esta improvisada 4T, su falta de organización se refleja en la realidad: la pobreza que azota a miles de poblanos, en la errada política de salud en contra de la pandemia, la falta de seguridad, la falta de empleos formales y la raquítica inversión en obra pública en el estado, por mencionar sólo algunos casos dolosos. Estos y muchos otros problemas reflejan que nuestro gobierno no está preocupado por resolver las demandas materiales que el pueblo le exige, además con todo derecho, estipulado en nuestra Constitución.
Suma y sigue. Hace unas semanas, la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación con ejercicio para el 2021, en donde se recortan miles de millones de pesos a la inversión en obras para la gente, se desaparecen programas gubernamentales que atendían desastres naturales como los que en nuestros días aquejan a los tabasqueños; tal pareciera que además de no saber cómo gobernar, este gobierno morenista se presenta como un insensible a todas estas acciones, pues lejos de ayudar al pueblo que los puso en el poder el pasado 2018, lo están sumiendo de una manera violenta y acelerada dentro de las filas de la pobreza extrema.
Volviendo al tema con que empezamos, en el Movimiento Antorchista nos manifestamos en contra de que los gobiernos no atiendan las necesidades de su gente, pues al negarle pasivamente callados obras públicas al pueblo, le están negando la posibilidad de mejorar su calidad de vida; sólo aquí en Puebla, según el Centro de Estudios de Finanzas (CEFP) exhibió que al estado se le redujo la mitad de recursos para este año, lo que quiere decir que si antes estábamos mal, ahora nuestro destino pinta peor.
Es necesario alzar la voz por los poblanos, pues es el gobierno el que tiene y debe llevar a cabo la dignificación de vida de su pueblo, es necesario que se construyan hospitales, que se invierta en obra pública y servicios; sólo así podremos salir de esta coyuntura tan espantosa en la que nos encontramos sumidos. La dignificación de la vida de los poblanos en cada municipio puede cambiar, exijamos que así sea.
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