El pasado 1 de julio se cumplieron cinco años de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones en 2018, con una abrumadora y aplastante victoria con 30 millones de votos en contra de sus partidos opositores. Antes del evento nos enteramos, a través de los medios de comunicación y las redes sociales, que dicho aniversario se “iba a festejar con bombo y platillo” y que se iba a realizar en el Zócalo capitalino y, de acuerdo con información del periódico La Jornada, logró reunir a 250 mil personas, claro con su respectiva playera, tortas, frutsi, dinero, gastos pagados y amenazas en caso de que no fueras al evento.
En su discurso dijo que “el pacto funcionó, el pacto entre el pueblo y su gobierno se ha sellado bajo el principio de atender y respetar a todos, pero dar atención especial, privilegiar siempre la ayuda a los pobres y necesitados. Es oportuno repetir que este fraterno ideal lo hemos podido convertir en realidad como es público y notorio”, (lopezobrador.org.mx).
Pero si analizamos esas palabras vemos que es demagogia, ya que ese pacto del que habla no existe como tal. El número de pobres aumentó en sus cinco años que lleva de gobierno, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el país somos 126 millones 14 mil 24 (126,014,024) mexicanos y de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en su Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo social 2022 (IEPDS 2022) dice que “entre 2018 y 2020, a nivel nacional se observó un incremento en el porcentaje de población en situación de pobreza, al pasar de 41.9 por ciento a 43.9 por ciento, respectivamente, lo que representó también un aumento en términos absolutos de 3.8 millones de personas (51.9 millones en 2018 y 55.7 millones de personas en 2020). Dentro de la población en situación de pobreza, se identificó que la población en situación de pobreza extrema fue la que aumentó en mayor medida, al pasar de 7.0% (8.7 millones de personas) en 2018 a 8.5% (10.8 millones de personas) en 2020”, lo que nos da como resultado que el país tienen 66.5 millones de mexicanos con algún tipo de pobreza.
Está claro que los programas económicos que presume a los cuatro vientos el gobierno de la 4T no han ayudado ni tantito a disminuir la brecha entre ricos y pobres sino al contrario se está agravando más y más la pobreza de los mexicanos.
También en su discurso mencionó que “en el México de hoy, como nunca había sucedido, hay 21 millones 887 mil 307 trabajadores, empleados inscritos en el Seguro Social que reciben en promedio, como no había sucedido nunca, 16 mil 243 pesos mensuales”.
Está claro que los programas económicos que presume a los cuatro vientos el gobierno de la 4T no han ayudado ni tantito a disminuir la brecha entre ricos y pobres sino al contrario se está agravando más y más la pobreza de los mexicanos.
Igualmente falso, veamos el ejemplo muy claro de un trabajador común y corriente de una maquila u obrero que trabaja en una fábrica, su salario semanal es de $1,500 lo que al mes da la cantidad de $6,000, ahora si se toma en cuenta que tienen que comprar la canasta básica que como todos sabemos y sufrimos está por los aires, se tiene que pagar el agua, la energía eléctrica, la renta, el vestido, el calzado y si ya se enfermó algún miembro de la familia pagar las consultas médicas y medicamentos porque el IMSS está saturado.
Y podemos seguir con la lista interminable de cosas que afectan a todos los mexicanos y que el presidente dice que vamos bien, como por ejemplo: no hay medicamentos, no hay suficientes hospitales, y los que hay les falta infraestructura y equipo, falta médicos, especialistas, enfermeras, no tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca; no hay caminos, agua potable, energía eléctrica, drenaje, puentes, material para vivienda para los pueblos y colonias que viven en zonas marginadas; no hay suficientes escuelas, y las que hay les falta infraestructura, material didáctico, internet, baños, domos, salones, áreas verdes, comedores, salarios dignos a los docentes; la inseguridad en el país es terrible, prácticamente el país se está incendiando por la ola de homicidios, narcotráfico, violencia, balaceras, secuestros, etcétera; la corrupción prevalece en las altas esferas, ahí están los sobres amarillos de su hermano Pío, etcétera.
Pero eso sí, le inyectan sumas estratosféricas a sus proyectos insignia como el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional “Felipe Ángeles”, la refinería de Dos Bocas y el corredor interoceánico. Ya falta un año de gobierno de AMLO y el país va de mal en peor.
De acuerdo con este panorama tan sombrío, cabría preguntarse ¿y la cuarta transformación?
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