El teatro es la vida.Esta fue la máxima premisa de varios autores como Konstantin Stanislavsky o Antonin Artaud quienes vivieron en perfecta coherencia con dicha sentencia.Como todo arte, el teatro no está exento de polémica.Por un lado, se encuentra quienes afirman que la producción artística es el resultado de la inspiración creadora del escritor, pintor, danzante o músico quien, como "iluminado" exclusivamente por su sensibilidad, plasma ideas a través de su pluma, pincel, cuerpo o instrumento musical que no tienen que ver con una realidad concreta sino una experiencia personal.El trabajo del artista es aquí simplemente ornamental pues no puede ser cabalmente entendido dado que es una experiencia singular y que, cuando más, puede inspirar a otros a vivir experiencias similares.
Por otro lado, nos encontramos quienes sostenemos que el artista es un producto social determinado por un lugar y momento sometidos a circunstancias históricas particulares, rodeado de gente que actúa bajo circunstancias económicas concretas y objetivas de quienes nutre esa sensibilidad.Con esas premisas el trabajo del artista se vuelve el de la resignificación de esa realidad para mostrar de ella las cosas que permanecen ocultas al ojo común.Bajo esta perspectiva el arte deja su carácter ornamental y decorativo y podemos entenderlo como un medio para descifrar la realidad a través un lenguaje metafórico, un piso firme para poder actuar en consecuencia.He aquí un pequeño ejemplo extraído del teatro.
La muerte de un viajante fue publicada en 1949 y escrita por Arthur Miller.En ella se narran los eventos que resultan en la muerte de Willy Loman, un vendedor de 64 años que ha entrado a la fase final de su carrera.Casado, dos hijos, una amante; Loman fue educado en la idea de que con el esfuerzo y amabilidad es posible progresar y ganarse un lugar en la sociedad norteamericana. Así ha educado a sus hijos quienes están por entrar a la universidad.La realidad se estampará en su rostro cuando sus ventas se vean mermadas por su edad y su hijo descubra su infidelidad.Sin poder recurrir a amistades ni ahorros, Loman toma la decisión de suicidarse para que sus hijos puedan cobrar el seguro de vida.Esta es a grandes pinceladas la trama de este texto dramático al que habitualmente se le describe como el fin del sueño americano.
Arthur Miller fue un escritor estadounidense que sufrió la persecución política del macartismo (lo cual plasmó en otra de sus geniales obras, Las brujas de Salem) y fue tildado de comunista por sus ideas.Hijo de inmigrantes polacos, vio de cerca la realidad del capitalismo descrita en su obra cuando la empresa textil de su padre quebró por la "gran depresión" del año 1929.Recibió numerosos premios, entre ellos el Pulitzer.Miller, proponiéndoselo o no, avizoró la imposibilidad de que se cumplieran todas las expectativas que proponía el capitalismo, la ilusión burguesa de una familia sin problemas de ningún tipo, los prejuicios y doble moral de una sociedad dividida en clases sociales y su inminente crisis.Lejos deja los EE.UU., que muchos se empeñaron en glorificar como modelo de justicia, democracia y felicidad.
La realidad hoy lo demuestra.Aproximadamente 40.6 millones de personas se encuentran en pobreza, de las cuales 15.3 millones son niños.Más preocupante aún es que 95 millones se encuentran al borde de la pobreza y 15.6 millones de ciudadanos estadounidenses tienen dificultades para suministrar alimentos a todos los integrantes de su familia según el portal povertyusa.org.Según la agencia de noticias de tendencia conservadora CNN, el 1 por ciento de la población concentra el 36 por ciento de la riqueza mientras que el 90 por ciento de hogares más pobres solo controla el 22.8 de la riqueza.EE.UU., se encuentra sumido en una crisis política que está a punto de traer de vuelta a la élite guerrerista norteamericana al poder y una crisis sanitaria que tiene como resultado al día de hoy 177 mil muertos.¿Podrán los estadounidenses sentirse hoy más identificados con Ricky Rickon o Willy Loman?
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