La sentencia “tras el tiempo, tiempo viene”, creada por la humanidad puede ser aplicada de manera individual para expresar distintos problemas o enfoques en diferentes momentos y estados de ánimo, que pueden ser: de esperanza, de amenaza o venganza, de éxito o de fracaso y también como evaluación de algo que por el momento es inseguro.
“Dejemos las cosas al tiempo” también se puede aplicar a los problemas fundamentales de la sociedad en lo proyectado y los resultados en la economía, la educación, el combate a la pobreza, entre otras, pero, sobre todo, como evaluación de discursos de candidatos en campaña y después ya como gobernantes. Hagamos este ejercicio con el actual ejecutivo del gobierno federal, Andrés Manuel López Obrador de lo que dijo en campaña y los resultados reales de su gobierno.
En campaña, AMLO dijo que en nuestro país la corrupción era muy grande y sobre todo en las altas esferas del gobierno y personificaba a todos los expresidentes; prometió erradicar de tajo esa corrupción desde lo más alto hasta lo más bajo, “barriendo las escaleras de arriba-abajo”; sin embargo, aunque muchos mexicanos sabíamos que se trataba de pura demagogia, esa promesa le permitió ganar simpatías y votos y, en efecto, muchos millones de mexicanos votaron por él. Pero, actualmente, no sólo no se ha terminado la corrupción ya existente, sino que ha alcanzado con sus tentáculos placenteros a altos funcionarios de su gobierno, a sus familiares más cercanos: hijos, primos y hermanos con lo que, la no rendición de cuentas esconde una escandalosa corrupción de miles de millones de pesos en la administración pública.
El tiempo viene y nos dirá que, después de que Obrador también dijo iba a enjuiciar y a encarcelar a los expresidentes, no enjuició ni encarceló a ninguno. pero lo que sí hizo fue un teatro con su famosa consulta popular. Decía, también, que la política de su gobierno tendría como eje central “primero los pobres”, lo que es un fracaso total porque aunque a últimas fechas AMLO y su 4T han presumido con bombo y platillo que “la pobreza disminuyó en 5.1 millones de personas”, lo cierto es que, investigadores como el doctor Boltvinik tiene gran razón cuando señala que: “La realidad choca de frente con los datos de la 4T: los mexicanos no tienen salud, no viven mejor y no pueden pagar una educación digna para sus hijos, pese a que en los números se diga que hay menos pobres. La prioridad de la 4T es fabricar discursos para la próxima campaña presidencial que no se sustentan en la realidad para mantenerse en el poder a costa del sufrimiento de los mexicanos”.
Es decir, los mismos datos estadísticos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) arrojan que, en el gobierno de la 4T, 30.3 millones mexicanos más perdieron el derecho a la salud, el derecho a la vida, pues en 2018 recordemos que 20.1 millones no tenían ningún servicio de salud y para el 2022 esa cifra aumentó a 50.4 millones. Por otra parte, los mexicanos siguen sin servicios básicos debido a que la 4T solo avanzó 1.4% en cinco años en garantizar estos servicios. Asimismo, la población con al menos tres carencias en su hogar aumentó de 25 a 32 millones. Y, ahora, el rezago educativo es mayor: en 2018 había 23.5 millones de mexicanos en tal situación, y para 2022, aumentó a 25.1.
Había voces provenientes de mentes críticas y algo informadas que decían, entre otras cosas, “más pronto cae un hablador que un cojo”, y sí, a López Obrador ya se le acerca la sentencia “tras el tiempo, tiempo viene” donde se le aplicará la evaluación de sus promesas de campaña contra los resultados de su gobierno
La política de entregar apoyos monetarios con tarjetitas, son programas electoreros clientelares que nunca van a erradicar la pobreza de los mexicanos y menos van a convertir a nuestro país en uno más competitivo ante las economías emergentes y desarrolladas de otros países.
De los resultados en el tema de la inseguridad y la delincuencia ¡mejor ni hablar!, pues, aunque Morena y la 4T quieren pintarnos otro panorama, el propio embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, recordó en un tuit que 30 de 32 estados en México tienen alguna advertencia de riesgo por delincuencia, según una nueva alerta de viajes de Estados Unidos.
AMLO juró hacer valer y respetar la Constitución y las leyes que de ella emanan; en este punto es grotesco porque López Obrador y Morena un día sí y otro también, se pasan por el arco del triunfo la Constitución, incluso, con todo descaro violan la autonomía de otras instituciones como el Instituto Nacional Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y de otros poderes del Estado.
Ante “tanto beneficio” que íbamos a tener los mexicanos con tantas promesas que deslumbraban a millones de habitantes, había voces provenientes de mentes críticas y algo informadas que decían, entre otras cosas, “más pronto cae un hablador que un cojo”, y sí, a López Obrador ya se le acerca la sentencia “tras el tiempo, tiempo viene” donde se le aplicará la evaluación de sus promesas de campaña contra los resultados de su gobierno.
En tanto, a los mexicanos nos queda la enseñanza de que la política es una ciencia, y por eso, hay que aplicarla como tal, en todos los ámbitos de la sociedad; queda claro que la Ciencia Política nada tiene que ver con la sarta de ocurrencias de López Obrador. La Cuarta Transformación se ha caracterizado por un desprecio a la ciencia, por ello, es urgente y necesaria la unidad del pueblo mexicano trabajador, ¡Antorcha los llama a eso, a unirse, ponerse al frente de sus comunidades, municipios y estados y así combatir los males de nuestra querida patria que tanto anhela justicia!
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