En países de Europa, Asia y Latinoamérica inició hace tiempo una práctica comercial durante las ferias y tianguis: la venta de los famosos “pollitos de colores”, que se obtienen luego de inyectar a los huevos o rociar con spray a las crías de gallina con tintura por lo regular de tono azul, naranja, amarillo, verde, morado y rosa fucsia.
Esta acción ya genera de por sí descontento e indignación entre los activistas defensores de los derechos de los animales, sin embargo, el término designado a esta actividad cobra un macabro significado en el territorio mexicano.
Clamamos por todas las vías artísticas posibles que urge liberar, dignificar y repartir justicia social entre el pueblo mexicano, que hoy padece uno de los gobiernos más negligentes y coludidos con el crimen organizado.
Se estima que el término comenzó a ser utilizado en el estado de Sinaloa, una de las entidades con mayor presencia de cárteles. Este hace alusión a los menores de edad que son reclutados para ejercer tareas como “puntero” o “pilero” (aquel encargado de conseguir las pilas para los radios con los que se comunican); “halcón” (quienes vigilan y advierten sobre la presencia de las autoridades o grupos rivales); “tendero” (el encargado de un punto de venta de estupefacientes); “cocineros” (los encargados de desaparecer a las personas mediante el uso de ácido); así como las de “hilero”, “sicario”, “comandante” y “jefe de plaza”. Todos ellos son considerados por los grupos del crimen organizado como delincuentes desechables y fáciles de sustituir.
De este modo, aprovechándose de que el 70 % de los menores provienen de hogares en situación de pobreza extrema –los grupos delincuenciales– adiestran y entrenan a niños cada vez más pequeños para explotarlos en actividades delictivas en las que están dispuestos a matar o morir, todo ello bajo la promesa de recibir una recompensa.
Un ejemplo de ello es el caso de Ever Yohsimar Martínez, un menor de edad que se desempeñaba como vendedor de drogas, halcón y sicario. Su recompensa inicial consistió en un carro de lujo y un arma personal, hasta que fue detenido.

También está el caso de Jacobo, quien a sus doce años se convirtió en asesino a sueldo con una paga inicial de 30 mil pesos. Así, podría continuar la lista de menores que participan en actividades que van desde el narcomenudeo hasta el asesinato.
Ahora bien, todos aquellos que han sido reclutados, pero resultan no ser útiles para la actividad criminal, son asesinados y sus cuerpos abandonados en fosas clandestinas. Otros son calcinados, desmembrados o disueltos en ácido u otras sustancias químicas.
En diciembre de 2024, un informe elaborado por Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) bajo el título “Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos en México” revela que en el país más de 460 mil niños fueron reclutados en la última década, utilizados por grupos criminales y obligados a participar en actividades fuera de la ley. El mismo informe resalta que la edad más temprana en el reclutamiento de los infantes es a partir de los siete años.
Tanto el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) consideran que la población infantil en riesgo de ser reclutada por el crimen organizado ronda entre los 145 mil y 250 mil.
Según los cálculos de organizaciones civiles defensoras de los derechos de la infancia, siete son los estados del país que concentran el 55 % de los niveles de riesgo, donde más de 50 grupos criminales identificados podrían acechar y reclutar a menores de edad. Estos estados son: el Estado de México, Jalisco, Chiapas, Puebla, Guanajuato, Veracruz y Michoacán.

Ante la inexistencia de una ley efectiva para combatir el desgarrador contexto que viven las infancias mexicanas y la ciudadanía en general, el Movimiento Antorchista Nacional ha tratado, desde 1974, convocar de manera pacífica a todos los estratos de la población a formar parte de las actividades culturales y deportivas que impulsa nuestra organización, con la intención de impedir que nuestras juventudes caigan o sean enganchadas en el problema que se refiere párrafos arriba.
Es por ello que, a finales de octubre, se llevó a cabo la III Jornada Nacional de Declamación, obteniendo la participación de más de dos mil 500 declamadores, en su mayoría niños y jóvenes provenientes de comunidades populares y humildes.
Hemos abanderado y hecho de la poesía una herramienta de educación, politización, sensibilización y conciencia social durante nuestro evento recientemente celebrado en las 32 entidades de la república.
Logramos la invocación de los versos inmortales de poetas como Manuel José Othón, Amado Nervo, Enrique González Martínez, Miguel Hernández, Efraín Huerta, Manuel Acuña y muchos otros, en plazas, teatros y parques públicos para el deleite de todo aquel que (como nosotros) cree que las palabras y la poesía tienen un potencial inimaginable para impulsar la revolución.

Clamamos por todas las vías artísticas posibles que urge liberar, dignificar y repartir justicia social entre el pueblo mexicano, que hoy padece uno de los gobiernos más negligentes y coludidos con el crimen organizado.
Como dijo Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional de Antorcha: “La declamación es una herramienta poderosa para despertar al pueblo, para hacerlo sensible ante las injusticias y animarlo a transformar su realidad”.
Ese es nuestro más profundo y humilde deseo: prender la chispa en la conciencia colectiva que nos permita transformar el ser social (las condiciones materiales) y erradicar la pobreza que empuja a cientos de niños, adolescentes y adultos al crimen organizado.
Nuestra meta es forjar un México socialista con características propias, al igual que China, que hoy es un país de primer mundo, cuya política permite a sus niños y adolescentes tener oportunidades alejadas de los grupos criminales.
Invito a la ciudadanía a no paralizarse ante la adversidad y cobijarse en Antorcha. Hay mucho trabajo que hacer, mucho que cambiar, y sólo las masas trabajadoras educadas podrán transformar el rumbo de nuestra nación capitalista y colonialista que ya empieza a evidenciar su podredumbre sistémica.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario