MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Nada que celebrar en los nuevos estudios sobre la pobreza en México

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Es una verdad incontestable, sostenida con estadísticas en mano, que en México y en el planeta entero, la pobreza de las grandes mayorías de seres humanos que lo pueblan, crece con la misma velocidad que la intensidad del trabajo que realizan los obreros del campo y de la ciudad gracias a los modernos métodos de producción. Y, en contraparte, el escandaloso fenómeno de una vertiginosa concentración en cada vez más pocas manos, de la inmensa riqueza producida por las manos y cerebros de los trabajadores en casi todos los países, como ocurre en nuestro, donde los frutos de la riqueza social se acumulan en solo un puñado de megamillonarios, mientras, legiones cada vez mayores de proletarios, se suman irremediablemente en una pobreza sin puerta de salida.

Por lo mismo, los resultados en las mediciones de si somos más o menos pobres en México, en cantidad y en calidad, datos que periódicamente se dan a conocer por los organismos oficiales y por los que trabajan sin apoyo oficial, solo tienen de novedad que las masas de pobres crecen sin cesar en este país de inmensas riquezas naturales. Y aquí está la contradicción, el problema principal de México, la imparable pobreza de las masas humanas que los gobiernos, en este caso el de López Obrador, no quieren o no pueden resolver.

El CONEVAL (Consejo para la Evaluación de Política Social), la dependencia oficial que mide la evolución de la pobreza en la población del territorio nacional dio a conocer el pasado 5 de agosto sus datos del periodo 2008-2018 en los que destaca lo siguiente:

En diez años la población con ingresos que no alcanzan siquiera para vivir aumentó de 54.7 millones de personas a 61.1 millones de mexicanos; en pobreza extrema por sus ingresos monetarios eran 18.7 millones de personas y pasó a 21 millones; en otros rubros, tomando en cuenta todos los factores de su vida, catalogada como "Situación de pobreza" eran 49.5 millones y ahora son 52.4 millones de personas; en "Pobreza extrema" de 12.3 millones bajó a 9.3 millones (es la única cifra donde disminuye la pobreza); la "Población vulnerable" pasó de 5.2 millones a 8.6 millones de personas; por último, en "Población vulnerable por carencias sociales" se elevó de 36 millones a 36.7 millones de personas. Queda claro en el estudio del CONEVAL que en casi todas las categorías, la pobreza en el pueblo más pobre se hizo más grande en número.

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Sin embargo, estudios serios que abarcan una gama mayor de aspectos sobre la pobreza en el país, sitúan en alrededor de cien millones el número de pobres, de los 125 milones que habitamos el territorio. A esta cifra le damos la razón.

¿Y que pasa en este aspecto en la Ciudad de México? joya de la corona del poder político, económico y social de la república, cuna de nuestra brillante civilización originaria, la Gran Tenochtitlán cuyo encanto poético y heroico ante el exterminio sufrido por las hordas hispanas, trasciende en las venas de nosotros sus sucesores, y que, con el establecimiento de la brutal y explotadora conquista fue llamada "Capital de la Nueva España", luego "La muy noble y leal Ciudad de México", y de penúltimo nombre, CDMX. En este sentido, tomo los datos que arroja EVALúA (Consejo de Evaluación del Desarrollo Social en la CDMX), organismo de la sociedad civil que me parecen una buena guía para hacernos claridad.

En su estudio de la pobreza en la capital reportó que en 2018 el 51.1% de la población se encuentra en esta condición, mientras que en 2012 era el 50.9%: más de la mitad de la población capitalina vive permanentemente en la pobreza. Araceli Damián directora de EVALúA dijo que su asociación usó el Método de Medición Integrada de la Pobreza (MMIP) y encontró que siete de cada 10 niños capitalinos viven en condiciones de pobreza; en otro aspecto de la pobreza, el mayor crecimiento de este flagelo se registró sobre todo en la población de 51 años y más, que creció de 33 a 40%, este sector de la población adulta se encuentra en un mayor estado de vulnerabilidad. En hacinamiento, sin tener el suficiente espacio privado y público, viven 49.2%. En deficiencia de acceso a los servicios básicos de vivienda registra 40.5%, destacando la falta agua.

Este es el tétrico cuadro de la miseria, del atraso social en la ciudad que tenemos los casi nueve millones de seres que, junto con pegado, respiramos todos los días y a todas horas veneno contaminante, y padecemos uno de los peores y más peligrosos transportes públicos, una aguda deficiencia de vivienda para gente humilde, y, en general, servicios públicos caros y deficientes. ¡Ah! y una inseguridad galopante. Y a todo esto, los antorchistas no hemos dejado de estar en lucha y movilizándonos con marchas y plantones contra la pobreza, ni un solo día, aunque la señora Claudia Sheinbaum, ni nos ve, ni nos oye en nuestras justas y urgentes demandas. ¡Sea!

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