MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los obreros de Mex-Mode nombraron a su Comité Ejecutivo

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El pasado lunes 7 de enero, en el edificio de la CROM situado frente al zócalo de la ciudad de Atlixco se efectuó un acontecimiento importante en la vida de esta ciudad; ahí mismo hubo algunos hechos que es necesario analizar para conocer un poco más a fondo la problemática. El evento fue el informe y cambio del Comité Ejecutivo del sindicato de trabajadores de la fábrica Mex-Mode. Esta factoría, de origen coreano, es la más importante del municipio sobre todo por el número de empleos que contrata: alrededor de 400 directos, más los indirectos, y además porque hereda algo del emporio textilero que fue esta ciudad en la primera mitad del siglo pasado.

Pero lo fundamental es que en esta fábrica se ha librado una de las luchas sindicales importantes que se han dado en el país y que ganaron los obreros. Es bien conocido que en México, han existido muy pocas luchas obreras importantes que se hayan ganado, más bien nuestra historia está llena de derrotas, de agresiones, de encarcelamientos de líderes, de matanzas contra los obreros que se han levantado en lucha por sus demandas, además también nuestra historia está llena de líderes llamados por el pueblo "charros", por su traición a la clase obrera, sirviendo a la clase patronal o incluso cuando el poder de los obreros está al servicio de algunos gobernantes como sucedió en Atlixco que impusieron su autoridad a través de la violencia. Esta situación ha causado apatía y conformidad en la clase obrera, desprecio por la lucha sindical, traición hacia sus hermanos de clase, falta de solidaridad, etc., de tal manera que los trabajadores están inermes ante sus patrones que pueden imponer cualquier cambio en las relaciones laborales en perjuicio de los trabajadores, como ha sucedido en los últimos años.

Los obreros de la Mex-Mode, hace no muchos años, tenían "líderes sindicales" que prácticamente trabajaban para la empresa, trataban muy mal a los trabajadores y solo condescendían con sus incondicionales y, por ello, los obreros no estaban de acuerdo con su actuación y querían su remoción; el jefe de ellos, de nombre Enrique, traicionó a sus hermanos de clase, pero como siempre sucedía en estos casos la empresa y las autoridades laborales la protegían y se tuvo que dar una batalla muy larga y muy enérgica, los obreros solicitaron y obtuvieron el apoyo del Movimiento Antorchista y sólo así pudieron destituir a esos "líderes" a quienes asesoraba la UNT. Este hecho dejó claro que el apoyo a la lucha sindical por parte del pueblo organizado es importante e imprescindible para vencer a los tres enemigos de los obreros: la empresa, las autoridades laborales y las organizaciones obreras charras.

Esta lucha por la democracia sindical hizo que los obreros aprendieran los logros de su unidad, de su persistencia y de su enjundia, de tal forma que su consciencia se hizo más objetiva, y más clara, para dar la lucha contra sus verdaderos enemigos de clase: los patrones.

De esta manera, el día 7 de enero la mayoría de los trabajadores aglutinados alrededor de sus dirigentes, de manera pacífica y democrática, después que se les hizo saber que sólo había una planilla inscrita de acuerdo a los estatutos del sindicato, escucharon el informe y lo aceptaron como válido, porque todo lo que ahí se dijo lo conocieron perfectamente y estuvieron conscientes y no hubo ningún reclamo.

El Comité Ejecutivo del sindicato informó entre sus logros incrementos al salario, mejoramiento de diversas prestaciones, revisión constante de la relación con el sistema de seguridad social y con el sistema institucional de vivienda de los trabajadores además concesiones arrancadas a la empresa como el pago del autobús para la peregrinación anual, y agregaron estos avances aún son pocos, considerando los objetivos finales de la lucha obrera que es acabar con la explotación de los obreros y crear una sociedad más equitativa; pero hubo concenso, después de escuchar el informe, de que el Comité Ejecutuvo había trabajado bien y logrado varias demandas a favor de los obreros. Así que se procedió a la votación del Comité Ejecutivo, registrándose que la mayoría voto en calma y en paz por la planilla inscrita, sólo se registraron 5 votos nulos y ninguno en contra.

Sin embargo, 15 obreros (de los 350 que ahí se encontraban) y personas ajenas al sindicato iniciaron una actuación ya premeditada por los que los dirigían, saliéndose del recinto entre gritos e insultos; ya afuera, estaban preparados algunos mecanismos de propaganda, declarando que no se les dejó votar ni anotar su planilla. ¿Como se explica esto?

Veamos. Varios de los obreros que se prestaron a esta maniobra están plenamente identificados con Enrique, el exdirigente depuesto en la lucha democrática anterior, quien a pesar de los años transcurridos nunca ha aceptado su derrota y no acepta que no tiene forma de liderar a este sindicato dado que representa a menos del 5 por ciento de la lista total de trabajadores de Mex Mode, mientras que, como ya se dijo, el Comité Ejecutivo tuvo una votación favorable superior a 98 por ciento.

Enrique y su grupito de seguidores se convirtieron en enemigos de la democracia y aliados de los patrones. Su actuación era totalmente previsible, demostrando el carácter traidor de algunos elementos y la injerencia de otros intereses distintos a los de los obreros, y también se mezclaron algunas personas enemigos acérrimos del Movimiento Antorchista, encabezados por la pseudoperiodista Mayra Hernández, conocida por sus malandros escritos y acusaciones falsas y dolosas en su revistilla "Agnóstica", pagada para golpear a los antorchistas. Esta señora publicó una sarta de mentiras y calumnias con falta de coherencia y probidad, aduciendo que no se les dejó votar, cuando ni siquiera presentaron candidato alguno en tiempo y forma, y se salieron de la votación. Participar democráticamente, vencer al enemigo con argumentos, convencer a la mayoría de que votaran por él, jamás estuvo en los planes de Enrique; su plan siempre fue escandalizar tratando de sabotear el evento, porque sabía que en el juego limpio jamás va a ganar dado que los obreros lo repudian.

Ahora el sindicato y su Comité Ejecutivo tienen la tarea de conducir a los obreros en su lucha contra todas las variantes enemigas que ya han probado como la imposición, la antidemocracia, la traición, la corrupción y, sobre todo, mantener a sus buenos dirigentes y eliminar a los malos, mantener la conciencia proletaria, entender las limitaciones del sindicalismo y convencer a todos, absolutamente a todos los obreros, de que participen y desde luego hablar con otros hermanos de clase para extender la lucha, hasta hacer realidad la frase del primer organizador de los obreros del mundo: Proletarios de todos los países, uníos.

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