Nuestra querida organización, el Movimiento Antorchista Nacional, desde su fundación fijó con toda claridad el lugar al que se decidía llegar: a la conquista de una patria justa, equitativa y libre de penas y sufrimientos para los todos los mexicanos; sin embargo, nunca se tuvo la certeza de que para lograr tal objetivo el camino fuera a ser miel sobre hojuelas. La historia de otros países, en distintas partes del mundo, han demostrado que para conquistar esa patria es casi una condición enfrentarse a ciertos peligros. Sin embargo, siempre se busca que el sacrificio sea el menor.
Cuando nuestros compañeros Conrado y Mercedes, se incorporaron de tiempo completo a las filas del Movimiento Antorchista, sabían que la edificación de un México justo, en primer lugar, requería de entregar su inteligencia, su tiempo, sus habilidades, desvelos, esfuerzos, sabían que tenían que entregar su vida entera; lo cual hicieron con toda entereza, y no solo eso, sino que, además, tomaron la firme decisión de que su pequeño hijo comenzara su educación en las filas del antorchismo.
Estamos a solo una semana de que se cumplan dos meses del asesinato de nuestros queridos compañeros en el estado de Guerrero, y las autoridades aún no han querido dar con el paradero de los asesinos, pues es la fecha en que la Fiscalía General del Estado de Guerrero no tiene a los asesinos en la cárcel, que es el lugar en el que merecen estar.
Hicimos pública nuestra exigencia también a la gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, para que tuviera a bien interesarse por hacer justicia para una joven familia inocente que fue asesinada en el estado que ella gobierna, y, sin embargo, tampoco hemos sabido que ya haya culpables en proceso. Simplemente no hay nada.
Hoy, 6 de junio, miles de antorchistas de todo el país, nos estamos concentrando en la ciudad de Chilpancingo, para honrar a todos nuestros mártires, a todos los antorchistas que, en estos 49 años de existencia como organización, perdieron la vida en manos de personas que nos han visto como sus enemigos, a pesar de que Antorcha solo tenga y reconozca a una enemiga, y esa es la pobreza. Honraremos su memoria luchando con más abnegación, con más entrega, con más esfuerzo y con mejores resultados para lograr la meta que ellos y nosotros nos fijamos.
La muerte de nuestros compañeros Conrado, Mercedes y su hijo no quedarán impunes, sus hermanos de lucha exigimos que se castigue a los asesinos, que se meta tras las rejas a los autores intelectuales y materiales, aunque esto signifique que miles de antorchistas de todo el salgamos a protestar, pues una vida lo vale.
Pedimos a todos los guerrerenses y a todos los mexicanos que comprendan nuestras protestas, pero las hacemos de la forma más pacífica posible, procurando no afectarlos. Y, sin embargo, pedimos también su solidaridad y que sus voces se sumen a las nuestras en esta lucha por la justicia, por exigir que las autoridades brinden paz y tranquilidad a todos los mexicanos que día a día tenemos que sufrir escenas de violencia y homicidios como la de nuestros compañeros asesinados cobardemente.
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