MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Hubo transformación en Guaymas?

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En las elecciones de 2018, el pueblo guaymense, cansado de gobiernos priistas y panistas, votó por un cambio como el que manifestaron AMLO y todos los que buscaron, según ellos, el poder para hacer una “cuarta transformación”. Fue así que Sara Valle Dessens, petista en alianza con Morena, se llevó el triunfo y Guaymas pensó que sería diferente. Pero la realidad de estos tres años nos demuestra que no hubo cambios en mejorar la calidad de vida de los guaymenses: no hubo inversión en infraestructura urbana, en vivienda, en mejorar la seguridad, en los servicios como alumbrado público, recolección de basura, mantenimiento de calles, etc. Está dejando, pues, la alcaldesa saliente, un mal sabor de boca. No ha hecho nada por mejorar el servicio de agua y drenaje, todos sabemos que se han estado publicando notas como en el periódico Expreso que es de índole estatal, denunciando cómo se encuentra el centro de la ciudad, inundada de agua de drenaje y es la hora que el Ayuntamiento no interviene, no lo hizo y se lava las manos diciendo que eso le compete a la Comisión Estatal de Agua de Sonora, así como la gran cantidad de fugas de agua que hay en toda la ciudad. Claro que sí le competía porque el problema está en la jurisdicción del municipio y es una demanda muy sentida de la ciudadanía, pero hizo oídos sordos como en todas las peticiones que a lo largo de los tres años se le han venido haciendo por colonos humildes, organizados en el Movimiento Antorchista, a las que siempre la respuesta fue que no hay recursos. 

Uno de los hechos más recientes para vergüenza de los guaymenses es la “playa incluyente”, obra realizada en San Carlos que a la primera marejada se la llevó el agua, que para mal fuimos noticia a nivel nacional. Así como esa obra hay muchas otras, como la del pasto sintético del campo deportivo de la colonia La Petrolera, del que se manejó una inversión total de 2 millones 200 mil pesos y fue del conocimiento público que en realidad fue de 1 millón 114 mil, dejando la unidad deportiva abandonada. El apoyo alimentario a familias enclaustradas con hambre en la época de la pandemia fue prácticamente nulo. Eso y más, queridos lectores. 

La 4T fue como siempre: para los que llegaron al poder y sus amigos, más de lo mismo. El esperado cambio sigue ahí, latente, se sigue esperando que lleguen gobiernos progresistas que sí volteen a mirar a las capas marginadas y a toda la ciudadanía y eso solo será posible cuando se entienda que ningún hombre solo, aislado, por inteligente que sea, puede hacer los cambios requeridos. Se necesita un pueblo organizado y educado que actué, que exija a sus gobiernos en turno atención a sus necesidades. Esos cambios los debe hacer el propio pueblo organizado y tal es lo que ha estado haciendo el Movimiento Antorchista Nacional, organizando y educando al pueblo para buscar mejores condiciones de vida. Ahora, con el cambio de mandato, la gran tarea que le toca a la nueva administración es reivindicarse ante el pueblo guaymense si la 4T, o sea Morena, quiere prevalecer en el poder, o el pueblo le cobrará la factura. Al tiempo. 

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