La colonia Antorcha Popular 1, situada en el municipio de Zapotlán el Grande, conmemora una década de desarrollo impulsado por el Movimiento Antorchista en Jalisco. Originada por familias en busca de un lugar digno para residir, esta colonia ha ido forjando su historia a través de la lucha colectiva.
A pesar de haber enfrentado notables carencias en servicios básicos, la colaboración y la gestión continua ante las autoridades municipales y estatales han propiciado logros significativos, como la instalación de electricidad y agua potable, que se consideran algunos de los mayores éxitos de la comunidad.
“La organización y la unión nos dan fuerza colectiva, nos permiten hablar con una sola voz y nos hacen visibles frente a autoridades que muchas veces prefieren ignorar a los pobres”.
Los vecinos se alistan para conmemorar su décimo aniversario el próximo 7 de diciembre, con un evento político-cultural que contará con la presencia del dirigente estatal de Antorcha, Mariano Cariño Méndez.
La colonia es un ejemplo claro de cómo más de 200 familias lograron obtener un lote gracias a la gestión de Antorcha. Hoy, esas familias cuentan con un techo, pero todavía enfrentan carencias, lo que demuestra que la organización da resultados concretos a las familias trabajadoras.
En este contexto, conversamos con la señora María de los Ángeles Aguilar Baltazar, parte del pleno de Antorcha, quien hace un balance de los progresos logrados y enfatiza la importancia de preservar la unidad para seguir buscando las mejoras que aún están por realizar.
¿Qué representa para ustedes llegar al décimo aniversario de la colonia?
No teníamos vivienda. Me sumé a Antorcha junto con varios vecinos que no podíamos pagar una casa, ni mucho menos una renta, porque nuestro sueldo no alcanzaba. Mucha gente nos decía que éramos flojos. Tuvimos que soportar mucho. Nos unimos al grupo de solicitantes, que cada día fue creciendo más y más. No fue fácil: nos llevó años de lucha y meses de plantones. Cada avance, por pequeño que pareciera, lo ganamos organizándonos, presionando y manteniéndonos unidos. Aquí nadie nos regaló nada. Este aniversario es un recordatorio de que, cuando el pueblo decide luchar, transforma su realidad.
¿Qué logros destacarías?
Todo lo que tenemos. El terreno, porque cuando llegamos aquí no había agua, ni luz, ni caminos. Éramos familias abandonadas a su suerte. Con organización y lucha conseguimos alumbrado, material para vivienda, luz y agua, así como canchas en los lotes. Es una de las primeras colonias del Movimiento Antorchista en Jalisco y un ejemplo para todo el municipio y el estado. Y aquí, en Ciudad Guzmán, no hay ninguna colonia a diez años que tenga lo que nosotros tenemos ahora.
¿Qué papel ha jugado el Movimiento Antorchista en este camino?
Total. Si no nos hubiéramos organizado, seguiríamos… ¿a saber dónde? La organización y la unión nos dan fuerza colectiva, nos permiten hablar con una sola voz y nos hacen visibles frente a autoridades que muchas veces prefieren ignorar a los pobres. Aquí aprendimos que solos somos débiles, pero juntos somos un pueblo que se defiende.
¿Por qué es tan necesario que las colonias populares se organicen?
Porque en México hay mucha pobreza. Las colonias cargan con muchos rezagos: falta de agua, drenaje insuficiente, calles sin pavimentar, inseguridad, servicios públicos atrasados. Y si la gente no se une, esas condiciones se vuelven permanentes. Los datos muestran que millones de viviendas en el país siguen sin infraestructura básica. Eso no va a cambiar con buena voluntad. Cambia cuando el pueblo exige y lucha.
¿Qué falta por conquistar?
Muchísimo: Drenaje, pavimentación de calles, áreas verdes dignas, canchas para los jóvenes, atención médica cercana y seguridad para las familias. La colonia ha avanzado, sí, pero todavía carga con desigualdades que no se deben normalizar.
¿Cómo van a seguir luchando por esas demandas?
Con unidad y organización. Vamos a seguir gestionando y, si es necesario, movilizándonos. No vamos a permitir que las autoridades nos den largas ni que los proyectos se congelen. Somos un pueblo organizado, y un pueblo organizado no se rinde.
Para cerrar, ¿qué mensaje le das a la colonia y a otras comunidades populares?
Seguir luchando. Que estén presentes en esta fiesta de aniversario. Diez años se dice fácil, pero no es tan fácil. Seguiremos exigiendo solución a nuestras demandas, que no son un lujo sino una necesidad primordial. Nuestra colonia lo ha demostrado. Si seguimos juntos y organizados, vamos a conquistar lo que nos falta… y más.
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