Porque solo de hombres y mujeres valientes será el futuro del país y de artistas como Ulises, que de entre muchos que empezaron su carrera en danza folclórica, hoy concluye con éxito sus estudios superiores, algo que para la juventud mexicana actual pareciera una meta inalcanzable por las dificultades económicas y sociales en las que se encuentra el país.
¿Apoco la danza se estudia?, ¿sólo vas a bailar?, ¿del arte vas a vivir? Dudas de muchos de sus conocidos, amigos e incluso familiares que trajeron como consecuencia muchos enigmas y tropiezos que se han presentado en el largo recorrido de este joven artista ixtapaluquense, pero a pesar de todo, los ideales y el gusto por el arte fueron más fuertes.
Para él, es importante recordar como fue el primer día de clases; eran jóvenes entusiastas con ganas de estudiar danza, quienes no veían un obstáculo en los salones temporales, las primeras prácticas escénicas en salones prestados en una secundaria de la colonia; aulas que eran pequeñas, que no tenían duela y en ocasiones contaban con una pequeña bocina, todos ellos emocionados con la certeza y con las ansias de algún día estrenar lo que hoy son instalaciones de primer nivel.
Ulises destaca su participación activa en las diferentes manifestaciones, motivado por su pasión por el arte y la noble labor que era luchar por una escuela digna, manifestaciones como marchas, mítines y comisiones que fueron sede de las mejores interpretaciones dancísticas, motivadas por la aguerrida lucha de los jóvenes estudiantes.
Para él la vida antes de la danza no fue nada fácil, pues salir de una vida en las calles, de malas amistades que inducían a los vicios, del no tener trazado el rumbo correcto en cuanto a su educación, un camino del que difícilmente se puede salir con éxito, del cual él resalta que en su vida conocer a Antorcha y estudiar en una institución como lo es la Escuela de Bellas Artes fue la mejor decisión y que como a él pueden salvar la vida a jóvenes sin rumbo.
Cinco años se han ido muy rápido, menciona Ulises; pero no sólo ha sido un logro la carrera culminada, también él ha tenido que afrontar distintas adversidades en la vida, como la pérdida de un familiar cercano hasta dejar definitivamente la vida de las calles y a cambio, sustituirla por una vida de disciplina, responsabilidad, pero sobre todo de lucha tanto personal como colectiva.
“En mi formación personal como académica Antorcha ha sido, en una palabra, progreso, he vivido 25 años en el Cerro del Tejolote y no solo he visto sino he sido testigo tanto del progreso de mi comunidad como del mío, si volteo a ver mi pasado no es ni la mínima parte de lo que ahora soy, un joven licenciado en danza folclórica, alguien de bien para el país y ejemplo para la juventud”, destaca Ulises.
Él como sus compañeros de clase resaltan que aprendieron el verdadero valor de la fraternidad, de la unión y de lalucha, características que promueve Antorcha, además de que en ellos se fomentó el hábito del estudio y la empatía con la sociedad, lo que es para la organización un gran paso firme en la lucha por la transformación del hombre nuevo.
“Hoy dejamos lo que fue, es y será para siempre nuestra casa, para futuros jóvenes artistas. la juventud debe luchar por sus sueños, debemos seguir luchando por una sociedad más justa, cumplir todas y cada una de nuestras metas, para que al final digamos con mucho orgullo, con la frente en alto y con voz fuerte; lo hemos logrado”
Ulises destaca que ahora su deber como del resto de egresados es poner en alto el nombre de la institución y transmitirtodo el conocimiento adquirido al pueblo de México, reconoce la ardua labor y el importante papel de los líderes antorchistas quienes tuvieron la visión de crear una escuela de bellas artes, un proyecto educativo realmente integral y ahora él se perfila para ser ejemplo de lucha y perseverancia.
Llegó la hora de que la juventud estudiosa vuelva a la auténtica lucha política, a la auténtica lucha revolucionaria y quemejor que hacerlo mediante el arte y la cultura.
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