Llaman la atención los recientes ataques del director de periodicocentral.mx, llamado Yonadab Cabrera Cruz, hacia el Movimiento Antorchista en la capital de Puebla. He de decir que no me sorprende, pues los ataques hacia nuestra organización siempre se han dado por el simple hecho de trabajar con los pobres desde hace más de 48 años.

Repito que no es nuevo que se den los ataques de periodistas buscando fama de cinco segundos. ¿Por qué menciono todo esto? En los últimos días, este personaje se ha dado vuelo con tres notas en las que agrede a la organización y a la líder del antorchismo aquí en la capital, Soraya Córdova Morán, haciendo una serie de acusaciones y hasta mofa de nuestra dirigente. No hay más. Solo a eso se reduce el trabajo del pseudoperiodista, a atacar sin pruebas de lo que dice o escribe en este caso.

Para no dar vueltas al asunto explicaré brevemente de lo que tratan estas notas. La primera se encuentra bajo el título de “Antorcha Campesina tiene concesiones de taxi y colectivos en todo el estado” y la segunda no muy diferente “Antorcha Campesina invade los trayectos de las rutas de transporte público en Puebla” el tercer escrito es directamente contra la líder antorchista “Hay furia en Antorcha Campesina”.

En los dos primeros encabezados, Yonadab Cabrera se empeña en decir que Antorcha tiene concesiones ilegales en la capital que circulan y que afectan a más líneas del transporte público; esto solo lo sustenta con una declaración de Valentín Zambrano Hernández, un concesionario “muy afectado” por el atropello que esta organización hace hacia su trabajo y también menciona a Samuel Méndez (que no es antorchista), como partícipe de Antorcha dentro de esta gran, gran arbitrariedad. En primera, ni Valentín tiene pruebas sobre las acusaciones que se hacen, ni Samuel es parte de nuestra organización, lo digo con las manos en alto y con la frente puesta de la misma forma, porque si algo nos caracteriza a los antorchistas es que nunca mentimos, ni siquiera en defensa propia, a esto se resumen las dos notas amarillistas (y obviamente pagadas para ser escritas) de Yonadab, pero, no conforme a eso, el jueves sale con una columa en la que se pavonea diciendo que Soraya Córdova está furiosa por sus notas y con los transportistas que la acusaron. Ante ello, no siento más que lástima por este periodista vendido que siente orgullo por sus notas y que tiene delirios de haber ganado la batalla y cuestiono: ¿Qué tan mal debe de estar un individuo para ponerse a atacar y sentirse orgullo de su mediocre trabajo?, ¿Piensa Yonadab que a nuestra dirigente le preocupan sus falacias en contra de nosotros?, ¿Cree en realidad que teniendo el trabajo que tiene la Doctora en la capital se va a detener por una nota mal escrita?

Yo sinceramente creo que la Doctora Soraya, como todos la conocemos, y que nuestro igualado personaje ni siquiera tiene la decencia de respetar por el trabajo que ha logrado en conjunto con miles de ciudadanos aquí en Puebla capital que se suman a la lucha por el bienestar social haciendo frente a las causas que orillan a miles de ciudadanos a vivir en la miseria, son ataques que siempre se les tiene que dejar a la verdad, no hay pruebas de lo que Cabrera acusa a nuestra organización, no tiene el profesionalismo de un periodista para redactar una nota bien hecha, esto lo aclaro por todos los antorchistas con la verdad, porque no necesitamos recurrir a maniobras para ser conocidos o creídos por la ciudadanía, el trabajo nos respalda y la lucha que encabezamos va más alla de un pequeño cerebro alborotado que no tiene nada que hacer. 

La única furia que verá Cabrera es la de los antorchistas enojados por tratar de calumniar a una organización integrada por la masa consciente y decidida a cambiar las condiciones materiales de sus colonias y en general de la sociedad. Respecto a nuestra líder estoy segura de que mientras escribo estas líneas ella se encuentra viendo la manera de que a las colonias les lleguen más obras públicas, de que las colonias populares tengan una escuela, un centro de salud y también está preocupada porque la gente se eduque políticamente de lo que sucede en el país, de cómo resolver la situación de los pobres de México, por las patadas de un individuo enardecido y resentido no creo que se detenga a poner mucha atención.

Sobre los transportistas por los que nos acusa Yonadab Cabrera de tener concesiones de taxis y de colectivos en todo el estado, en verdad quisiera que fuera verdad. ¿Se imaginan lo que los antorchistas haríamos con 900 mil pesos de los cuales somos acusados? Aparte de infraestructura en las colonias, no necesitamos ir con los ayuntamientos y dependencias públicas a pedir que nos resuelvan el agua potable, la electricidad o pavimentaciones; porque siempre que la organización hace actividades económicas se ven materializadas en las colonias y de esto los antorchistas de las colonias populares no me dejarán mentir, es cierto que hay varios transportistas en nuestras filas de lucha, pero ¿no pueden ellos elegir en dónde y con quién pueden luchar?, ¿Es acaso un delito que la lucha de los pobres acapare taxistas, amas de casa, obreros, estudiantes, maestros, albañiles y cualesquiera sea su profesión? Creo que no.

Creo firmemente que aquí hay un periodista dando patadas de ahogado queriendo ser reconocido por unos minutos y si no en el peor de los casos prestó la noble profesión de periodista por unos cuántos pesos para ser vocero de alguien que trata de atacar a nuestra organización.

A mis compañeros de lucha y a la opinión pública les que pido que se informen de manera correcta, evitando caer en textos que si bien fueron escritos en contra del Movimiento Antorchista ahorita, estoy segura de que hay más pseudoperiodistas que por tener el título creen que todo lo que escriben debe ser creído por los lectores, las intenciones que hay detrás de estas notas publicadas en nuestra contra sólo demuestran una sola cosa, que cualquier organización, individuo o institución que se dedica a atacar al Movimiento Antorchista es porque teme del poder que ya representa con todos sus afiliados en la capital, temen de la fuerza que representan los pobres organizados, unidos y, sobre todo, convencidos de que un municipio con mejores oportunidades para todos puede existir, sino se evitarian la pena ajena que dan con intentos mediocres de textos poco profesionales que da a conocer a la sociedad.