MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Villa de Pozos: ¿sí o no?

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Después del entusiasmo “febril” de los habitantes capitalinos y de la delegación de Villa de Pozos por participar en el plebiscito para decidir si esta demarcación se convierte en municipio o se sigue administrando como delegación municipal, sigue el debate, ahora ante juzgados federales.

Ciudadanos depositaron una demanda de amparo, y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil y Administrativa del Noveno Circuito concedió una suspensión provisional al tomar en cuenta los reclamos de los demandantes, quienes exponen que el Congreso del Estado no tiene facultades para autorizar la creación de un nuevo municipio en la entidad. La moneda se mantiene en el aire: ¿sí o no Villa de Pozos?

Total que mientras los actores de esta controversia se ocupan con gran fe por ver quién resulta triunfador en este litigio, la mayoría de los habitantes de esa demarcación siguen igual como cuando su terruño fue municipio (1927-1946) que cuando dejó de serlo, y siguen viviendo en la miseria y el abandono.

Pese a que hace más de cinco décadas en esa área geográfica se dio un importante despegue económico con la instalación de la zona industrial, la situación de los poceños, lejos de mejorar, se ha empeorado. Más aún en los últimos cuatro lustros, con el montaje de muchas empresas automotrices que dan empleo a cientos de miles de obreros, y con ello, provocan una migración masiva de trabajadores fabriles a esa zona de San Luis Potosí.

La demanda  de vivienda para las familias obreras se multiplicó exponencialmente, orillando a muchos proletarios a irse a vivir a grandes conglomerados habitacionales —Prados, Ciudad 2000, Las Mercedes, Silos, Rancho Viejo, Cecilla Ocelli, y entre otros, la cabecera de Villa de Pozos—; muchos de ellos hacinados, y con carencia de servicios como agua potable y seguridad pública.

Otros se fueron a vivir a Ciudad Satélite, un centro urbano pegado al municipio de Villa de Zaragoza que tiene gran carencia de servicios, como el alumbrado público y el servicio de agua entubada de manera eficiente; también carece de escuelas de nivel básico, centros de salud, ambulancias y de seguridad pública.

En comunidades rurales de Villa de Pozos –como Jassos y Panalillo– han sido avasallados por la incesante llegada de nuevos colonos —mano de obra fabril— que se asientan en tales lugares, y demandan vivienda y servicios elementales como el agua entubada, drenaje y energía eléctrica; además, escuelas, centros de salud, y entre cosas, espacios recreativos.

En los últimos cuatro lustros, empresas automotrices dan empleo a cientos de miles de obreros, y con ello, provocan una migración masiva a Villa de Pozos, no en las mejores condiciones.

Así  vemos en estos lugares grandes asentamientos irregulares, cinturones de miseria en los cuales se carece de los servicios más elementales por falta de apoyo oficial.

Esta masiva migración a Villa de Pozos en nada le preocupa a los dueños de las grandes empresas automotrices que se han instalado en la ciudad; a ellos lo que les preocupa es que entre más cerca tengan a los trabajadores de sus fábricas, mejor, porque se ahorran gastos de transporte.

Ante la gran falta de mano de obra cerca de la capital potosina, tienen que traerla de  municipios cada vez más lejanos de San Luis Potosí —tales como Moctezuma, Charcas, Rioverde, Matehuala, Santo Domingo o Villa de Ramos y hasta de comunidades de Jalisco, Guanajuato y Zacatecas— y si de ahorrar se trata, es preferible que sus asalariados vivan cerca, hacinados en modestas casas o jacales; en verdaderos bolsones de miseria y marginación donde se carece de todo. Lo que importa es la producción.

Y a los gobiernos en el poder, ¿les importa la situación de la clase obrera que se ha asentado por necesidad en tal demarcación? Para nada, ni antes, que era municipio, ni ahora que es delegación. Sólo les sirven para sacar raja política, ya que al vivir en la miseria y marginación cientos de miles de poceños, pueden manipularlos con engaños; ofreciéndoles resolver sus demandas básicas (vivienda, agua, drenaje, electricidad, escuelas, seguridad pública) pero nada de ello es verdad.

Unos botones de muestra: años tienen los vecinos de Urbi y Manantial de Ciudad Satélite pidiendo que les construyan escuelas de nivel básico. En el ejido El Panalillo, en ocasiones duran meses sin agua porque se les descompone el pozo de agua. En las colonias Azteca, La Libertad y otras, tienen más de un año sin el abastecimiento de agua entubada.

En Jassos tienen años solicitando pavimentación y drenaje en calles importantes. En la Cecillia Ocelli tienen cerca de dos años pidiendo que les instalen un barandal en el peligroso puente vehicular y peatonal de la calle San Luis y no hay respuesta. 

No hay respuesta oficial a las ancestrales demandas de los poceños, y consideran que con una minúscula despensa o pequeños apoyos los podrán seguir engañando y dando atole con el dedo.

Pero creo que la paciencia de los habitantes de ese lugar se va agotando: poco a poco se darán cuenta de su situación y lucharán con fuerza por sus derechos que les han sido arrebatados. Al tiempo.

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