MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Un país que no quiere a sus niños

image

Como cada año, en México llega el 30 de abril y se festeja el Día del Niño. Hoy, por hipocresía política o por moda, los discursos oficiales también lo nombran “Día de la Niña”. Sin embargo, esta inclusión nominal no cambia en absoluto la realidad de fondo.

Más allá del lenguaje, este día se ha convertido en una jornada saturada de imágenes en redes sociales, sobre todo de políticos y empresas privadas que publican mensajes de felicitación, dibujos coloridos y hasta fotografías de ellos mismos cuando eran niños, como si con eso pudieran ocultar o compensar la profunda crisis que viven millones de menores en el país.

La infancia en México no sólo está desprotegida: está siendo deformada, y eso es un crimen silencioso que se perpetúa mientras se reparten dulces y se repiten discursos vacíos.

Porque lo cierto es que, detrás de la efusividad y el marketing con “causa”, hay un problema estructural gravísimo. Los niños en México están abandonados. Viven bajo un sistema que no les garantiza educación de calidad, ni salud, ni alimentación suficiente, ni un hogar digno, ni espacios seguros para jugar y crecer. No tienen asegurado nada. 

Al mismo tiempo, se les bombardea desde muy temprana edad con los valores más nocivos de una sociedad mercantilizada: el individualismo extremo, el éxito a toda costa, el culto al dinero y la insensibilidad frente al sufrimiento ajeno.

Este abandono no es sólo una percepción, sino un hecho respaldado por cifras oficiales. Según el Coneval (2022), el 51.1 % de los menores de 18 años vive en pobreza, y 10.8 % en pobreza extrema.

El Inegi reporta que 4 millones de niños y adolescentes trabajan, muchos en condiciones de explotación, mientras la SEP admite que 628 mil menores abandonaron la escuela en 2021, la mayoría por falta de recursos.

La alimentación no es mejor: Unicef alerta que uno de cada ocho niños menores de cinco años padece desnutrición crónica, mientras la obesidad infantil (otra forma de malnutrición) afecta al 35 % de este grupo. Este último dato nos coloca como el segundo país con mayor tasa de obesidad infantil, sólo detrás de Estados Unidos, que tiene el 39 %.

En cuanto a la salud, el mismo informe señala que el 42.3 % de la población infantil y adolescente presentaba carencia por acceso a los servicios de salud en 2022, lo que corresponde a 15.7 millones de menores.

Pero el abandono no es sólo material. El Estado mexicano ha permitido que la violencia toque a los más vulnerables: tres de cada diez víctimas de trata son menores, según la Redim (Red por los Derechos de la Infancia), y cada día cuatro niños son asesinados (SESNSP, 2023).

Las escuelas, lejos de ser refugios, son a menudo territorios de acoso: México ocupa el primer lugar en bullying en educación básica (OCDE, 2021).

La educación es un tema deprimente, funesto, que condena a nuestra infancia a vivir para siempre en la ignorancia, el sometimiento ideológico, las nulas aspiraciones y el desprecio por el conocimiento, la ciencia y, por qué no decirlo, la vida misma.

La infancia en México no sólo está desprotegida: está siendo deformada. En lugar de nutrir su creatividad, su empatía, su pensamiento crítico, el sistema los moldea para sobrevivir en una competencia brutal, sin herramientas ni principios sólidos. Los convierte en insensibles, endurecidos, desconfiados, atrapados en la lógica de “sálvese quien pueda” y el temor constante.

Ese es el crimen silencioso que se comete año con año mientras se reparten dulces en campañas políticas anacrónicas o se felicita desde un escritorio con aire acondicionado.

Si de verdad se quisiera conmemorar el Día del Niño, lo primero sería aceptar esta dolorosa verdad. Lo segundo, organizarse y luchar en el presente, no conformarnos con que así nos tocó vivir, sino de verdad buscar transformar la realidad para ellos, construirles una patria justa donde puedan ser felices.

La verdadera celebración no está en las palabras, sino en los hechos. Y esos, lamentablemente, seguirán pendientes si no ponemos manos a la obra.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más