El pasado 15 de septiembre, el gobierno federal llevó a cabo la “inauguración” del tan famoso y sonado Tren Interurbano México-Toluca, proyecto que se comenzó a construir desde julio de 2014; sin embargo, esta inauguración, que se llevó a cabo en el marco del cambio de gobierno en el Estado de México, únicamente consta del inicio de las operaciones de manera parcial, como ya es costumbre en las obras de la cuarta transformación.
Si bien este proyecto comenzó siendo una obra insignia de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto, una serie de situaciones como: la modificación del trazado inicial, la falta de liberación de los derechos de vía, así como el sobrecosto del proyecto, triplicando el presupuesto original, impidieron su conclusión, cuando inició la administración del hoy presidente, Andrés Manuel López Obrador, recibió este proyecto con un avance total del 85% de avance en trabajos constructivos.
A pesar de lo anterior, el gobierno de la 4T tardo cinco años más para dar pie al inicio de las operaciones y, aun así, no se ha concluido el tramo correspondiente a la Ciudad de México, que corre de la estación terminal Observatorio a la estación Santa Fe, a pesar de esto, como ya es tradicional en los proyectos del gobierno morenista, se inauguró una parcialidad de la obra y se anunció que el proyecto quedará completamente operativo para abril de 2024.
Asimismo, en el magno evento de inauguración, se anunció que el tramo Zinancatepec-Lerma tendrá un costo promocional de quince pesos y este precio será aumentado en cuanto entre en operaciones el tramo Santa Fe-Observatorio.
El proyecto del Tren Interurbano triplico el gasto destinado para su construcción, ya que inicialmente tenia un presupuesto de 38 mil millones de pesos (monto destinado por la administración Peña Nieto), mientras que en el acto inaugural del proyecto (bajo el gobierno de AMLO) el presupuesto utilizado para el tramo inaugurado habia alcanzado la cifra de 96 mil millones de pesos y aun falta ver cuanto más se le asignará en el Plan de Egresos de la Federación 2024 para concluir la obra.
Está situación es similiar a la de las demas “obras faraónicas” del presidente López Obrador, pues el Aeropuerto Internacional Felipe Angeles (AIFA) tuvo un presupuesto inicial de 75 mil millones de pesos, mientras que para 2023 se ha gastado un total de 107 mil 525 millones de pesos. Caso similiar es el del Tren Maya, el cual, de acuerdo con lo dicho por el propio gobierno federal, iba a tener un costo de 161 mil 356 millones de pesos, mientras que para 2023 se han gastado más de 261 mil 100 millones de pesos.
Igualmente, la Refineria Tres Bocas, de acuerdo a lo mencionado por el presidente López Obrador, en 2019 iba a tener un costo de ocho mil millones de dolares, sin embargo, para 2022 se han gastado en la construcción de esta refineria, ya inaugurada, alrededor de 330 mil 800 millones de pesos, lo que representa un 22% más del presupuesto que se le ha asignado desde 2019 hasta 2023 (257 mil 300 millones de pesos en total).
Por lo tanto, el Tren Interurbano México-Toluca, se suma a la lista de mega proyectos de la cuarta transformación que ya han sido inagurados sin estar terminados, junto al Aeropuerto Internacional Felipe Angeles, en el Estado de México, y la Refineria Dos Bocas, en Tabasco. Estos tres proyectos ya se encuentran en operaciones; sin embargo, al ser obras no concluidas, sus operaciones se encuentran limitadas, afectando a la población que decide usarlas y dando nulos resultados tanto económicos como de movilidad, según sea el caso.
¿Qué podemos concluir con esto? Lo resumo en tres aspectos, el primero y el más preocupante a mi juicio, es la manera en como el gobierno federal ha mostrado tener un mayor interés en terminar, a como dé lugar, las obras faraónicas del presidente López Obrador, en lugar de atender las problematicas sociales que día con día vienen aumentando en el país y estan afectando a la mayoria de la población, como lo son la inseguridad, la falta de empleo, la deficiencia en la salud y educiación, entre otras.
En segundo lugar, estas obras son el reflejo mismo de la soberbia de López Obrador, pues a pesar que diversos expertos explicaron mil y un razones por las que estos proyectos no serían viables, el presidente dejó en claro que no haría caso a todos los señalamientos y que sus proyectos se realizarían tal como él los presentó, sin importar el costo de estos y todo lo que se tendría que hacer para terminarlos.
Por ultimo, que los tres proyectos primordiales (el aeropuerto, la refineria y el Tren Maya) no están pensados para beneficio de la sociedad mexicana, sino unicamente en el de los empresarios mexicanos y extranjeros. Además que, sumando al Tren Interurbano, el presidente López Obrador, los ha estado utilizado políticamente para intervenir en los distintos procesos electorales posteriores al 2018, beneficiando a las y los candidatos de morena.
Esto quedó claramente demostrado en la inauguración del primer tramo del Tren Interurbano, ya que, curiosamente su inicio de operaciones fue el día en que se efectuaría el cambio de administración del gobierno del Estado de México, dando fin al periodo priista de más de 80 año, para que se hiciera la falsa idea de que este inicio de operaciones llegó gracias al inicio del gobierno morenista en el EdoMex, pues en el acto protocolario de inauguración, la presencia de Delfina Gómez Álvarez, hoy gobernadora de ese estado, destacó más que la figura de Alfredo del Mazo Maza, gobernador saliente de la entidad.
Hoy, los mexicanos debemos analizar a profundiad todo lo que nos ha costado y todas las consecuencias que nos han traido como sociedad, el cumplir los caprichos del residente de Palacio Nacional, pues ha quedado demostrado que tanto sus tres obras emblematicas como su nueva adjudicación, el Tren Interurbano México-Toluca, han sido puro circo, maroma y teatro. Han sido puros engaños de la 4T.
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