Después de ocho meses de retraso el pasado domingo 29 de octubre, habiendo transcurrido un año tres meses desde la suspensión del servicio en once estaciones del Metro, para realizar labores de “mantenimiento”, se reabrió el tramo Pantitlán a Isabel la Católica de la Línea 1, prometida como la gran obra de la administración de Claudia Sheinbaum.
Pero poco les duró el gusto a pesar de pregonar a los cuatro vientos que se gastaron 37 mil millones de pesos porque ni siquiera pudo aguantar una quincena. Como una gran bofetada de la realidad a los funcionarios ineficientes de esta gobierno morenista y a su supuesta “modernización” de la principal línea del Sistema de Transporte Colectivo Metro, al par de horas después de haber reiniciado su operación, los usuarios tuvieron que ser desalojados de uno de los convoyes en la estación Moctezuma del tramo Pantitlán-Zaragoza, por fallas en el servicio, incluso fuego en las vías. Ello, aunado a que tienen que aguantarse tiempos de espera de hasta 30 minutos para que llegue otro convoy, lo que evidentemente para los capitalinos es clara muestra de ineficiencia de esta administración, a quien cuando no se le cae algo se incendia.
Esto es un reflejo del desastre de lo que fue la administración de la exjefa de Gobierno Claudia Sheinbaum y de su sucesor.
De acuerdo con El Financiero, el caos fue tal en la Línea 1 que algunos ciudadanos pidieron la renuncia del director de Metro, Guillermo Calderón, y del jefe de Gobierno, Martí Batres, al calificar el servicio como una “porquería”.
Un usuario de X expresó su enojo: “pido la renuncia del director del Metro y del jefe de Gobierno ante tal situación. Es increíble que después de tanto tiempo de remodelación y pruebas de la Línea 1 salgan con esas cosas, por su falta de compromiso con la ciudadanía y los malos resultados entregados”.
“¡Qué farsa! y que coraje haberles creído. No hay tal regreso del servicio. Ahora ya me echaron a perder mi jornada laboral. No es cierto que esté funcionando la línea del Metro que dizque inauguraron”, escribió otro usuario de esta misma red.
Con la morenista Claudia Sheinbaum, el Metro sufrió un deterioro muy rápido por la falta de mantenimiento, a pesar de ser el transporte más utilizado por los capitalinos.
Con la administración de la morenista Claudia Sheinbaum, el Metro sufrió un deterioro muy rápido por la falta de inversión para su mantenimiento, a pesar de ser este el transporte más utilizado por los capitalinos. Hemos sido testigos de tres accidentes por este motivo, como el ocurrido en la Línea 3, donde falleció una joven estudiante de la UNAM de 18 años y hubo 106 heridos en enero de este año, o el tan recordado ocurrido en 2021 en la Línea 12 con 27 personas fallecidas y más de cien heridos.
Es criticable que en esta ciudad presumida por los gobiernos morenistas como la gran urbe, aún exista un transporte deficiente y caos en la vialidad, pero ese es el pan nuestro de cada día de los capitalinos.
Al gobierno morenista no le importa más que conservar el poder a toda costa que resolver los problemas de sus habitantes porque con el poder en sus manos pueden hacer negocios, atropellar los derechos de la gente, pasar por encima de la ley, ser corruptos y no ser juzgados por nadie y ahora lo estamos nuevamente viendo con las fallas del recién reinaugurado tramo de la Línea 1, pues a este Gobierno no le importa que la obra quede mal.
Lo que sucede en este sistema de transporte muestra la esencia de Morena en la CDMX y en el país, donde todo lo hace mal y a medias. No vaya a ser que la tan cacareada modernización de la Línea 1 no sea otra más de las obras inconclusas o mal hechas a las que ya se está acostumbrando Morena, como es el caso de Dos Bocas o el Aeropuerto “Felipe Ángeles”.
El próximo 9 de noviembre se anuncia el cierre del tramo de Balderas a Isabel la Católica, un punto neurálgico de la conexión entre el oriente de la capital y el Estado de México, ¿cuánto tiempo más se tendrá que esperar para que quede concluido, afectando gravemente la movilidad de millones de usuarios?
Los capitalinos no debemos olvidar ni perdonar a quienes llegaron con falsas promesas y lejos de mejorar la calidad de vida de los habitantes de esta ciudad, la empeoraron con obras a medias y engaños completos, como lo que sucede en la Línea 1 del Metro, en la 12, en la 3, y en muchas otras.
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