Celebrar 45 años de lucha, en las condiciones en las que está celebrando el Movimiento Antorchista Nacional, resulta sorprendente, y por lo mismo, entusiasmador; cuando empezamos el trabajo campesino allá en Tecomatlán, bajo el ataque granado y feroz de los enemigos, pero con la fe de que nuestro propósito merecía ser alcanzado, el pequeño grupo armado de ilusiones, basaba su fe solo en lo posible. ¡Cuán lejano se veía el porvenir! Este 2019 festejamos en que esa meta que se antojaba posible, pero remota, se ha hecho realidad; treinta campesinos oyeron con atención en el año de 1974, la idea que les expuso el joven líder, ingeniero Aquiles Córdova Morán: "Podemos y debemos -decía nuestro hoy Secretario General- conquistar mejores condiciones de vida, no tenemos por qué aceptar condiciones tan indignantes de sobrevivencia, ya por haber nacido, tenemos derecho a comer, a vestir, a calzar, a curarnos y a educarnos; los invito a organizarnos, y con la fuerza de nuestro número, exigir al gobierno en turno que se nos tome en cuenta; nosotros somos parte del pueblo que con su trabajo y esfuerzo sostiene a este México nuestro."
La firmeza, la elocuencia y, sobre todo, la esperanza que sembraban sus palabras en aquellas gentes que estaban acostumbradas a cosechar, aun en las condiciones más adversas; aquellas mentes grandes que sabían cuando una semilla era lo suficientemente resistente, buena de entraña y, por lo tanto, capaz de rendir fruto; aquellos humildes que reconocieron la grandeza en el roble, supieron medir su talla en él y aceptaron el reto; aquellos que entonces eran los olvidados, clamaron ¡sí!
Hoy nos felicitamos de haber oído y aceptado la invitación al futuro. Hoy entendemos que nuestro líder tenía razón, porque así lo demuestra el avance y el desarrollo de Tecomatlán, la cuna de nuestro movimiento. Numerosa cantidad de pueblos, comunidades, colonias, municipios en distintas partes del país han seguido el ejemplo vivo de lo que pregonaba nuestro líder y han transformado su entorno beneficiando a millones de mexicanos a favor de nuevas y nuevas generaciones, que pueden constatar la grandeza de nuestro trabajo. Eso ha permitido que los 30 campesinos pobres y desorganizados de entonces, hoy sumen la cantidad de 2 millones 500 mil hombres y mujeres unidos, pero sobre todo, conscientes de que la fuerza de su número y la importancia de educarse, son armas fundamentales para cambiar sus precarias condiciones de vida, en un entorno mejor y más justo para todos. Pero la tarea de los antorchistas, no acaba ahí.
En distintas formas y en distintas épocas, los mexicanos que llevan a la patria en la sangre han trabajado en la construcción de un país libre y soberano; gracias a ellos dejamos de ser colonia española, logramos constituirnos en República y avanzamos en la construcción de un nuevo modo de producción. El sistema capitalista en el que se desarrolla nuestra economía, necesario en su momento, es atrasado y poco competitivo. No podemos contarnos, a pesar del nivel que ha alcanzado, dentro de los grandes países desarrollados. ¿Cuál es entonces el nuevo reto? Los mexicanos debemos entender que la tarea inmediata es lograr el pleno desarrollo de este sistema socioeconómico, que dé de sí todo lo que puede, pero en mejores condiciones para la clase trabajadora, porque se puede y se debe; los mexicanos debemos exigir que se nos garantice: empleo para todos los que tengan edad de trabajar, buenos salarios para los que ya cuentan con una forma segura de ganarse la vida, una carga impositiva que considere el ingreso de los contribuyentes, es decir, que pague más el que gana más y menos el que gana menos, y quien no perciba lo necesario, que no pague, y además, para cerrar el círculo, que lo que aportan los contribuyentes, cuya mayoría es el pueblo, sirva para dotar al mismo pueblo de obras pública y buenos servicios. Esos son los cuatro ejes que propone nuestro movimiento. Sin embargo, esas condiciones solo podrán garantizarse, el poder político, donde se toman y ejecutan las decisiones más importantes para el rumbo del país. Y la hora ha llegado. Los largos años de lucha y crecimiento le impusieron a esta gran organización, el reto de dar un salto hacia adelante más grande y prometedor que el que se planteó hace 45 años. Consciente de ese reto, se convertirá en partido político y conquistará con el pueblo y para el pueblo el poder en este país.
Por eso, es importante y trascendente nuestro festejo. No celebramos el solo hecho de estar unidos, sino el hecho de validar que esa unidad tiene rumbo, claridad y cabeza para conquistar la cumbre. ¡Vamos todos al 45 aniversario del Movimiento Antorchista Nacional! ¡Vamos a demostrar que existe una verdadera alternativa para los humildes de nuestra patria, y esa, somos nosotros¡ Esta gran asamblea popular es para decirle al país que sabemos cómo y podemos hacerlo! Ya somos 2 millones y medio de mexicanos organizados, y vamos por 10 millones para el 2025, aptos para votar y pelear por el poder, democráticamente. ¡Este domingo 10 de noviembre, la cita es con la historia!
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