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REPORTAJE | En San Juan Colorado, lo bello de sus costumbres y tradiciones se apaga con la pobreza que no combate la 4T

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 Para llegar a esta comunidad que conserva gran parte de sus tradiciones se debe viajar una hora en una carretera dañada; aquí la pobreza alcanza a 85 por ciento de sus habitantes

San Juan Colorado, Oaxaca. El municipio de San Juan Colorado se encuentra a 30.2 km de Santiago Pinotepa Nacional, para llegar, se recorre aproximadamente una hora en automóvil donde el conductor tiene que sortear baches y polvadera debido a que solo sobre 40 por ciento de la carretera se transita bien.

El origen de San Juan Colorado “yo o kua” significa, “lugar de muchos bejucos” y el nombre “San Juan” se atribuye a que los habitantes buscaron un santo para que los proteja y los cuide, por eso tomaron el nombre de “San Juan Bautista”, pero, finalmente, quedó como “San Juan Colorado”, colorado porque la tierra del pueblo en gran parte es de ese color, que, en su lengua materna, mixteco se llama “Ñuu y o kua a”.

En Colorado, aún conservan sus costumbres, ya que en las decisiones administrativas del cabildo se toma muy en cuenta y se respeta la palabra del consejo de ancianos; la mayoría de sus habitantes hablan el mixteco, lengua que heredaron de sus antepasados y, hoy en día, se resiste a morir; dentro de su riqueza cultural se encuentran las fiestas populares que se celebran en febrero, así como la fiesta de carnaval los días 23 y 24 de junio, cuando se celebra San Juan o, del 26 al 29 de noviembre cuando se realiza la feria anual del santo patrono “San Andrés”, fiesta religiosa que culmina el ritual en el corredor del palacio municipal donde se degusta el caldo de cavío (carne de res ahumada con palo de huarumbo).

Algunas de las tradiciones que se preservan son las mayordomías, todos santos (Día de Muertos), el Dathu (ceremonia de entrega de mandato de autoridad por los tata mandones); sus danzas son: los maromeros, la tortuga, la malinche, los chareos, el tigre, los tejorones, las mascaritas y la quijada, que bailan  orgullosamente en mayordomías, fiestas patronales, entre otras fechas.

Sin embargo, a pesar de lo bellas que son las tradiciones y costumbres de San Juan Colorado, existe otro “rostro” de la comunidad pues datos oficiales de la Secretaría de Bienestar en su informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2023, arrojó que el número de habitantes de San Juan Colorado es de 10 mil 433 y, según los indicadores, la pobreza moderada es de 42.2 por ciento, la pobreza extrema del 43.3 por ciento, por tanto, la pobreza alcanza el 85.5 por ciento de habitantes.

Sin duda, estos datos oficiales se pueden constatar en las entrañas de la población. Pues el ejemplo claro se muestra en una modesta vivienda de lámina y paredes de barro donde viven Ashly Jazmín Q. N. y Deysi N. C., ambas de 8 años de edad, quienes estudian el cuarto grado de primaria en la escuela Justo Sierra y, desde muy temprana edad comparten sus actividades cotidianas entre la escuela y el trabajo en casa, ya que, desde muy pequeñas, viendo cómo su madre trabaja de “sol a sol” para obtener el “pan de cada día”, también se han visto en la necesidad de sumarse al oficio del “telar de cintura”, actividad a la  que se dedican muchas amas de casa de la población, con el que buscan  mejorar el ingreso económico para el gasto familiar pues éste último en muchas ocasiones es insuficiente.

Durante este trabajo periodístico, fuimos testigo de cómo las pequeñas Ashly y Deysi, con sus pequeñas manos y dedos menuditos hábilmente tejen para producir pequeñas servilletas con herramienta rudimentaria, empleando el hilo  que obtienen de la materia prima (algodón) y, una vez culminado el trabajo que les cuesta seis días con un tiempo empleado de siete horas diarias, con el esfuerzo y producto de su trabajo obtienen una tira de telar que contiene seis servilletas; luego, inmediatamente la ponen a la venta con un costo de 150 pesos por servilleta para así obtener un recurso económico que apoye en el sustento del hogar, es decir,  para la compra de víveres e intentar abastecer la canasta básica, pero… “con el poco recurso no alcanza, es insuficiente”, menciona Elena Nicolás, madre de la menor Ashlyn.

La desigualdad que llega a las puertas de doña Elena, hace que relate que con tristeza y cabizbaja que, en constraste con el discurso del gobierno de la Cuarta Transformación de que “el pueblo está feliz” y que a 5 años de su gobierno “vamos bien”, en realidad, el pueblo oaxaqueño y en específico el costeño, cada día se sume en la pobreza a tal grado que las familias humildes no logran siquiera  acceder a la canasta básica pues ésta se ha encarecido y con el ingreso que se genera con mucho trabajo en el telar, no les alcanza, por ello, actualmente tienen recurrir a solo tener dos comidas al día -cuando bien les va-  y cuando no, una solamente.

“Este gobierno de Morena, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, nos va ahorcando poco a poco y cada vez aprieta los bolsillos de las familias humildes, a veces no sabemos qué hacer, vamos al día, entra la desesperación porque siempre estoy pensando qué les voy a dar de comer a mis hijos, por ello, aunque me duela y no me guste, tengo que poner a trabajar a mis hijos desde pequeños, cuando ellos debieran  jugar como lo hacen otros niños   de su edad, pero dada la precaria situación en la que vivimos, no nos queda de otra, más que seguir luchando, porque hasta la fecha han sido nulos los apoyos del presidente de la República, por esta zona no se ha visto realmente la ayuda que prometieron al igual que el actual gobernador del estado, se han olvidado de nosotros los pobres, nos mantienen en el olvido y en el más completo abandono”, dijo con palabras entrecortadas doña Elena Nicolás.

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