Nuestro país se encuentra sumamente afectado por sequías, con un 52 % del territorio ubicado en un clima árido o semiárido. En los últimos años, la carencia de agua ha experimentado un aumento significativo. El problema radica en la inversión de fondos en obras, provoca inconformidad muchas veces debido a las molestias que causa. No obstantes, los gobiernos no otorgan recursos económicos, porque son obras que no se ven, van enterradas y no generan muchos votos a los políticos.
Pero las cosas se ponen más graves cuando el gobierno federal no contempla en sus proyecciones incrementar el presupuesto. Por el contrario, cada año se dispone menos dinero para obras que beneficien el sistema de agua potable. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se examina los recursos que serán destinados a la CONAGUA y que se establecen en el proyecto de presupuesto de egresos de la federación (PPEF), 2024. Para el próximo año, se espera una disminución del 12.6 % en comparación con el presupuesto asignado en 2023, lo que implica una disminución de 71.7 a 62.6 mil millones de pesos.
En el transcurso del año, se plantea invertir, se sugiere la inversión de 47.5 millones de pesos en infraestructura, desarrollo y operación, lo cual se piensa invertir en un 44 % (27.5 mmdp) y la modernización y rehabilitación de riego y temporal tecnificado con 32 % (20 mmdp) y serán principalmente aplicados en: Durango, CD de México, Sonora, Nuevo León, Baja California, Hidalgo y Sinaloa, con una inversión de 14.07 mil millones de pesos.
Los proyectos prioritarios recibirán 39.4 (mmdp) para tratar de ayudar con el problema de la sequía. En las entidades se atenderán la presa El Zapotillo, El salto y la red Calderón para abastecer de agua al área metropolitana de Guadalajara con 900 millones de pesos. La presa Santa María en Sinaloa con 7.3 (mmdp), la presa La libertad en Monterrey, Nuevo León con 500 millones de pesos.
La gestión integral y función pública cayó 8 % en comparación con el presupuesto del año 2023. Más de la mitad del país necesita más presupuesto, se necesita inversión constante e infraestructura hídrica en proyectos de conservación y manejo sustentable del agua. Actualmente, se tiene extensión del 67.1 % del territorio mexicano, con algún grado de sequía, 7 % más que el año anterior. Los estados más afectados son: Sonora, Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Michoacán, Edo De México, Morelos y Guerrero.
La sequía se está convirtiendo en un fenómeno cada día más recurrente, recordemos la del 2009 y 2011, que acabaron con la producción agrícola y la ganadería, la del 2021 al 2023 que ha dejado ciudades sin agua como Monterrey, CD de México y para el 2024 el panorama no es alentador porque el agua seguirá faltando, el sector más afectado será el campo con 134 millones de hectáreas de 195 del total del país. Las entidades que para el 2050 se quedarán sin agua serán Baja California, Baja California Sur, Aguascalientes, CD de México, Edo. De México, Morelos, Guanajuato, Sonora, Chihuahua, Sinaloa y Zacatecas. La escasez de agua es una realidad que requiere de atención urgente. Nuestro país enfrenta ya desafíos por la falta de este recurso. Las causas son varias: la sobreexplotación del agua y la reforestación, el crecimiento poblacional. En 2023 la falta de lluvias afectó a las presas que se llenaron en solo 12 % para estos años el panorama es tétrico y lo peor es que las autoridades y candidatos nada dicen al respecto, el gobierno federal debe apostar por aprovechar el potencial del nearshering para detener el desarrollo de todas las regiones del país. Cancelar la posibilidad de nuevas concesiones para uso industrial en 16 entidades.
Se tiene que pensar por lo menos en 4 estrategias para mejorar el suministro de agua, 1. La desalación del agua, 2. Reutilización de agua, 3. Recarga de acuíferos 4. Digitalización del agua.
Urge en México un plan hídrico para atender la escasez del agua desde el fondo del problema, ante la severa escasez de agua que enfrenta nuestro país y que se ha hecho principalmente grave en el norte del territorio nacional, las medidas aplicadas por el gobierno federal encabezado por el presidente AMLO, son insuficientes y solo exponen a un gobierno que trata de salir bien librado de la crisis, pero sin atacar el fondo del problema, el cual, de no resolverse, se repetirá y crecerá con el tiempo. La verdadera solución está en que el pueblo organizado exija un plan hídrico nacional.
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