MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Presupuesto 2024: muy mala señal

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Empezó en la Cámara de Diputados la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación para el año entrante. La intervención del Estado gastando el dinero que aporta el pueblo con sus impuestos es decisiva. Según lo que propone Andrés Manuel López Obrador, ¿habrá más y mejores servicios de salud pública o cada uno tendrá que seguir pagando en la medicina particular por consultas, medicamentos, tratamientos y operaciones según sus ingresos propios? Respuesta: si el pueblo necesita, como seguramente va a necesitar, servicios de salud, va a tener que pagar por ellos en la medicina privada. Así de sencillo.

La situación ya está muy mal. El régimen de Andrés Manuel López Obrador, no se ha cansado de gritar que primero están los pobres, pero según datos publicados por la analista Viri Ríos, “de 2018 a 2022, el número de personas que se atendieron en médicos de farmacia o privados ha aumentado en 8.5 millones, mientras que los que lo hicieron en el IMSS o la Secretaría de Salud disminuyeron en 4.5 millones”. Contundente y escalofriante porque se trata de la conservación de la capacidad de trabajar
y de la vida de los mexicanos más desamparados.

Para el año que entra, el estado de las cosas será todavía peor. “La proyección del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024 `empuja a la población´ hacia la atención médica privada, debido al castigo del gasto del sector salud, advirtieron los secretarios de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados… la diputada del PRI, Frinné Azuara Yarzábal, secretaria de la Comisión de Salud… explicó que del presupuesto total que se proyecta, la salud tan solo tiene destinado el 2.87 por ciento del PIB, por lo que se encuentra muy lejos de los 6 puntos que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda para tener un sistema sanitario eficiente y robusto”. Más allá de las
declaraciones, de los cuentos y la demagogia esta es la cruda realidad.

Un segundo aspecto primordial de la vida presente y futura de los hijos de los mexicanos que viven de su trabajo que es obligado tener en cuenta para conocer bien la esencia de la Cuarta Transformación, es la
educación. ¿Qué hace este régimen por la preparación de los mexicanos? No hay financiamiento para la educación de los más pequeños, no hay, ni le preocupa al gobierno la fundación de un sistema nacional de guarderías que cuide, eduque y alimente durante buena parte del día a todas las criaturas cuyos padres lo soliciten en zonas rurales o urbanas, no hay ni se proyecta en un futuro cercano la reiniciación ampliada y mejorada de las primarias de tiempo completo, menos aún de secundarias, ni la fundación de un moderno sistema de internados para la educación y protección de niños y jovencitos cuyos padres trabajan largas jornadas o están ausentes.

En el caso de la educación media superior, pese a que públicamente el presidente ha manifestado su desprecio por los “aspiracionistas”, en los hechos, que son los que cuentan, gasta miles de millones de pesos en becas en dinero entregadas individualmente a cada joven que, salvo raras excepciones, fomentan el individualismo, el egoísmo, la ambición, el consumismo y otras lacras más graves todavía que azotan a nuestra juventud y que son la esencia de eso que el presidente llama aspiracionismo.

Ni un centavo se proyecta para fundar escuelas con servicios asistenciales completos, para internados que propician la disciplina, la convivencia colectiva y las actividades deportivas y artísticas que serían, evidentemente, un antídoto poderoso contra la ociosidad, la vagancia, la celularitis, el alcoholismo y la drogadicción que tienen alarmados a millones de padres de familia. En resumidas cuentas, para el año que entra, el gasto en educación crecerá uno por ciento.

En universidades públicas estatales, cero por ciento; en la UNAM, el 0.9 por ciento que no llega ni al uno por ciento; en el Fondo para la Gratuidad y el Programa para Desarrollo Docente, cero por ciento y, en las becas de posgrado y SIN, también, un cero por ciento. Eso sí, para la Defensa, o sea, para el ejército al que ya le dio otras funciones el presidente, hay un aumento de 121 por ciento. Esta es la Cuarta Transformación real, no la de las consignas ni los discursos de campaña.

¿Y entonces? ¿En qué proyecta gastar los impuestos del pueblo López Obrador el año que entra? Pues en el 2024, como en todos los años anteriores de su gobierno, se gastarán, en primerísimo y destacado lugar, en unas cuantas grandes obras. En el Tren Maya, por ejemplo que, supuestamente, moverá 10 mil personas diariamente, pero en el que no viajarán obreros que vayan a sus fábricas de manera más rápida, cómoda, segura y barata, pues la península de Yucatán no es zona industrial, y tampoco viajarán campesinos ni jornaleros ni comerciantes de tianguis con pozol en una botella de plástico para calmar la sed y el hambre. Viajarán, si bien les va a las finanzas nacionales para que no gasten tanto en subsidios
durante muchos años, turistas, mayoritariamente extranjeros y, por supuesto, adinerados. Total: Primero los ricos.
No me detengo mucho en el Aeropuerto “Felipe Ángeles”, otra obra para los privilegiados que viajan en avión, porque ya está terminado. Sólo digo que ahora, nada más para mantenerlo, se asignarán y se gastarán en el 2024, 1,500 millones de pesos que serán el 51 por ciento de todos los ingresos que obtendrá. Con respecto a otra obra insignia, que ha ocupado muchísimo tiempo de las giras, las declaraciones y, por lo visto, de las preocupaciones de López Obrador, la refinería Dos Bocas, cabe decir que ya se ha chupado del dinero de los trabajadores mexicanos, más del doble de lo que le fue presupuestado originalmente y, todavía, en el caso del PEF 2024 que comento: “… el secretario de Hacienda y Crédito Público justifica el monto solicitado por la Secretaría de Energía de 170 mil millones de pesos en un supuesto rezago en el ejercicio de lo previsto para el presente año…”. (El Economista. Gerardo Flores Ramírez. 11 de septiembre de 2023).

¿Qué ha hecho el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para que el pueblo de México acepte, aplauda y hasta esté dispuesto a votar por que se mantenga y se prolongue indefinidamente esta política neoliberal, reaccionaria y antipopular? Propaganda, mucha propaganda, como en las guerras más sangrientas, difundir diariamente mentiras escandalosas para someter la voluntad de combate del enemigo y, en el caso que nos ocupa, regalar dinero, extorsionar.

Las clases dominantes ya han descubierto que los servicios y las obras públicas no son suficientemente convincentes para mantener sujeto y conforme al pueblo trabajador y que es mucho más efectivo regalar dinero en mano propia, al mismo tiempo que un empleado con chaleco guinda le advierte a la persona que queda obligada a corresponder con agradecimiento, simpatía y sumisión. Ya está plenamente demostrado que las múltiples ayudas en dinero que entrega el régimen de Andrés López Obrador no han acabado ni reducido la pobreza, ni la acabarán ni la reducirán nunca, son un chantaje monumental para mantenerse en el poder, oprimiendo y explotando.

En el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024, estas ayudas, sólo en lo referente a las pensiones para personas adultas mayores, llegarán a 465 mil millones de pesos. Es más, como el dinero que pagan los mexicanos con sus impuestos no va a alcanzar, la deuda del país llegará a 1.3 billones de pesos, lo que significa un incremento de 11.8 por ciento con respecto a este año de 2023.

En el 2024, otra vez, habrá ayudas para comprar votos y, además, con dinero prestado que pagarán puntualmente los mexicanos. ¿Qué creo que deben hacer los compatriotas que viven de su trabajo? Lo digo muy respetuosamente, pero muy convencido: organizarse y luchar. No veo, no existe otra alternativa.
 

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