Desde este domingo por la madrugada miles de aspirantes de ingreso a la UASLP ya se habían enterado de los resultados a través de la plataforma digital de la Universidad, resultados.uaslp.mx, respecto a los puntos que alcanzaron para ser aceptados en la facultad o escuela de su preferencia; siendo que, en esta ocasión, solamente alrededor de 8 mil fueron aceptados y casi la misma cantidad fueron rechazados. Confirmó en días pasados el rector de la Universidad Alejandro Javier Zermeño Guerra a medios de comunicación.
“Ya ni llorar es bueno, no pasé mi examen a la Universidad; esta es la segunda ocasión que lo presento y no logré pasar”, me comenta triste un joven amigo mío, aspirante a ingresar a la Facultad de Derecho.
Ante esta situación de no ingreso, los jóvenes rechazados, inician un peregrinar a las facultades o escuelas de la UASLP, para ver si hay errores de impresión entre la página digital de la Universidad y la que pegan en las escuelas preferidas; miran y vuelven a ver –algunos hasta con los ojos llorosos– los estrados pegados en lugares visibles los ahora decepcionados aspirantes. Buscan información con los directivos universitarios para ver si hay alguna posibilidad de que “exista algún huequito” o que algún aspirante que haya pasado el examen y no cumpla con los requisitos de inscribirse. Otros acuden a las oficinas de la Federación Universitaria Potosina, para que les ayuden a gestionar un reacomodo de ingreso a una escuela o facultad que haya tenido pocos aspirantes. Otros con desgano, acuden a los centros de educación superior particulares para ver la oferta de las carreras profesionales que ofrecen, y la verdad, se hunden más en la desilusión, dadas las altas tarifas de pago de inscripción y colegiaturas, inalcanzables a la economía de la mayoría de las familias potosinas. Y para “remachar el clavo”. Los que logren colocarse en alguna de esas escuelas privadas, el gobierno federal les negará el apoyo de la beca “Benito Juárez”, por tener “harto dinero para estudiar en escuelas fifís”. Doble rechazo: primero de la UASLP y luego, rechazados de la beca por oficial, por haberse visto obligados a estudiar en escuelas privadas. Así es como esta sociedad y su gobierno, “incentiva” a los jóvenes para que puedan continuar con sus estudios. Así no se puede.
La explicación. Pese a que este gobierno de la llamada 4T, diga que está de lado de los pobres, en los hechos; en materia educativa sigue la vía de una política económica neoliberal. Menos recursos para obras y servicios públicos a los sectores vulnerables, para favorecer la acumulación de riquezas mal habidas de los representantes de la iniciativa privada.
En el ámbito educativo este año, según datos del Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), organismo internacional al que pertenece nuestro país, este 2023, el gasto promedio por estudiante de nivel superior en México es de 7,341 dólares (alrededor de 148,000 pesos) por año, y en contraste, el gasto promedio en la OCDE para el nivel superior es de 17,559 dólares (353,700 pesos), el cual se ve impulsado por los recursos que se destinan a investigación y desarrollo, que alcanza un 33% en los países de la organización, cuando en México es de 15%. O sea, poco apoyo a los centros de educación superior.
La falta de recursos del gobierno federal a las universidades en el país, merma las finanzas de los centros de educación superior, en sus propósitos de ampliar y dar mantenimiento a sus instalaciones, contratar más personal calificado, abrir nuevas carreras en los nuevos campos de la robótica e inteligencia artificial, y la investigación.
Este año la UASLP –pese a su estrechez económica– tuvo un recorte de 22 millones de pesos, al pasar de recibir 282 millones 278 mil 771 pesos en 2022, a 260 millones 278 mil 771 pesos en el presente año. Lo que motivó –probablemente– la fusión de algunas carreras y cierre o pausa de varias licenciaturas, entre ellas: Licenciatura en Gestión de la Información; Gestión y Políticas Públicas de la Facultad de Estudios Profesionales en Ciudad Valles; Licenciatura en Geografía de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades; Ingeniería en Sistemas Computacionales de la Coordinación Académica de la Región Altiplano oeste en Salinas; Ingeniería en Recursos Forestales; Ingeniería en Agroecología e Ingeniería en Geoinformática de la Facultad de Ingeniería.
Nuestra Alma Máter pese a su noble propósito de estar formando a los nuevos potosinos, preparándolos y capacitándolos para enfrentar los nuevos retos que impone la sociedad en el terreno de la ciencia y la tecnología, y la producción más eficiente de bienes y servicios. No está siendo escuchada ni auxiliada por los gobernantes que dirigen este país. Es tiempo que los universitarios y junto con la ciudadanía, exijan al gobierno se les restituyan los recursos sustraídos a la Máxima Casa de Estudios en San Luis Potosí, y que se amplíen los apoyos, de lo contrario a mediano plazo estaremos viendo, en deterioro de nuestra Universidad.
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