Después de 90 años de un gobierno priista monótono, que dejó muy en claro su falta de servicio hacia las mayorías, y su ambición de poder. Muchos ciudadanos apostaron, de manera desesperada, por un urgente cambio y le concedieron el poder a un nuevo partido, de formación reciente, sin mucho historial, pero novedoso.
Fue así como Andrés Manuel López Obrador con Morena, se hicieron del poder para dirigir el rumbo de México, desde 2019. Cosa parecida sucedió en nuestro astado, con la elección de Indira Vizcaíno Silva, como gobernadora, en 2021. El panorama resultaba esperanzador, muchos retos que alcanzar, muchos vicios que vencer, muchas ganas en trabajar, muchas promesas que aún siguen sin resolver.
Es bien sabiendo por muchos, que los Centro de Educación Media Superior a Distancia (Emsad) y los Telebachilleratos Comunitarios (Tbc), son bachilleratos rurales que operan con muy pocos recursos, para atender a la población más pobre de nuestro estado, es decir, a los hijos e hijas de los campesinos y obreros, que mayores dificultades económicas tienen, pues es una modalidad totalmente gratuita.
Los Emsad, desde el año 2001 operan en el estado, iniciaron con un centro, y en la actualidad existen 20 centros distribuidos por el estado, hasta en las zonas rurales más alejadas y de difícil acceso, como por ejemplo Agua Salada en Minatitlán, o Cedros en Manzanillo. Los telebachilleratos tienen aproximadamente, desde 2011 en funcionamiento, es una modalidad para zonas rurales mucho más pequeñas, por lo que se esperaban matriculas reducidas, y con lo que se argumentó que su plantilla docente fuera solo de 3 profesores, actualmente existen 25 planteles de este tipo, distribuidos todos en zonas rurales.
Los docentes que laboramos desde la creación de estos planteles, hemos sido testigos de que un primer objetivo que se pretendía alcanzar (así nos lo dijeron), era, sin duda, la cobertura educativa en todo el estado, que hubiera escuelas, es decir, opciones para que la población, sin salir de su comunidad tuviera una escuela a su alcance.
La calidad del servicio quedaba para después. Aceptamos implícitamente, condiciones adversas de trabajo, como: no tener instalaciones propias, no contar con materiales de estudio ni para los estudiantes ni para los docentes; y muchas irregularidades en la relación laboral con la SEP, por ejemplo, no contar con una copia de nuestro contrato, no tener puntualidad en los pagos, no tener prestaciones laborales, no tener servicio médico, no tener derecho a la antigüedad, no tener plaza definitiva; sí, todo esto tuvimos que aceptar, porque a muchos no nos quedó más que la necesidad de ejercer nuestra profesión, nuestra vocación y convicción de ponernos al servicio de los que más nos necesitaran, nos orilló a aceptar todos estas y otras condiciones de maltrato.
Pero debo decir aquí, en honor a la verdad, que hubo un periodo en que los Emsad y Tbc, tuvieron un verdadero progreso, cuando el Movimiento Antorchista de Colima, tomó en sus manos los problemas de ambos subsistemas y aceptó brindar un apoyo sincero y solidario.
Fue así que, a partir de 2015, una vez conocido el problema, deciden apoyarnos en una lucha organizada para alcanzar logros muy concretos: 1) la mejoría de las condiciones laborales de los docentes, a)respeto a la plaza de los docentes ya existentes ( pues en ese tiempo estuvimos amenazados con despido, por la reforma educativa de Peña Nieto), b) el reconocimiento de la antigüedad de todos los docentes, c) el aumento al salario conforme a la ley, d) la prestación de servicio médico en el ISSTEE, y 2) la mejora de las condiciones de estudio: a)la construcción de los edificios propios, b) credencialización gratuita, que les permitiera acceso a los descuentos en transporte y otros, c) apoyo con lap top para cada estudiante, d) apoyo de útiles escolares, e) apoyo con uniformes gratuitos, f) apoyo con viajes de estudio, g) apoyo con tambores y cornetas para formar una banda de guerra, h) materiales deportivos, entre otros.
Y he de decirles, orgullosamente, que con todo esto se cumplió. Si algún trabajador no percibió todos estos progresos, sinceramente creo, que fue solo por confusión o prejuicio. Pero si alguna duda cabe de lo que digo, basta con ir a cada uno de los lugares donde se hicieron realidad todos estos apoyos, ver y tocar cada uno de los 13 edificios que se construyeron, gracias a la lucha de profesores, estudiantes y padres de familia de las comunidades dirigida por el Movimiento Antorchista, pero necesariamente con voluntad política, y obligadamente con recursos destinados a la educación.
Fue con la llegada de Morena al poder, que estos progresos no solo hicieron alto total, sino que se iniciaron serios recortes a la educación, como los que ya conocemos, y muchos de ellos incidieron directamente en la educación Media Superior, que de por sí, ha sido históricamente la que menos recurso recibe. Pero tal parece que todos los progresos alcanzados, se desboronan al no tener quien ejerza presión para sostenerlos, pues el respeto que habíamos logrado se nos tuviera a los trabajadores maestros, cada día es menos. Estamos regresando a los tiempos en que las autoridades podían hostigarnos cuando quisieran y como quisieran, condicionarnos, amenazarnos y amedrentarnos con la normativa en mano, pero solo aplicada a su conveniencia. Estamos siendo víctimas nuevamente del maltrato laboral, de la falta de sensibilidad por parte de nuestras autoridades y de la evasiva actitud en los problemas que urgen atender. La realidad es la mejor maestra, y para el caso que no ocupa, nos grita desesperadamente que requerimos organizarnos nuevamente.
Urge que el magisterio de Colima se organice como un solo frente y haga valer sus derechos. La lucha organizada ya no es opcional, para prueba basta un botón, y ya he mencionado no uno sino varios.
El que tenga oídos que escuche, el que tenga ojos que vea, y el que padezca los mismos problemas que estamos padeciendo los maestros de Emsad y Tbc, que se organice con nosotros. El tiempo apremia compañeros, es hora de luchar.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario