Mal, muy mal debemos andar en Colima, como para que el Gobierno del licenciado José Ignacio Peralta esté considerando seriamente, en plena temporada navideña, despedir a 600 trabajadores - y tal vez más -, que laboraban la mayoría de ellos, bajo contrato en la burocracia estatal. "Dolorosa pero necesaria", ¿para quién?, así califico el Gobernador, en un medio digital, la medida del recorte de personal y denunció, que la causa de todo la tienen los Legisladores del Congreso local, que aplicaron, entre otras, un recorte de 135 millones de pesos al proyecto de Presupuestos de Egresos 2020 del Estado, que el Ejecutivo envió a los Diputados para su aprobación. ¿Cierto?, ¿falso? eso no lo podemos saber con certeza los humildes mortales colimenses, pero mientras tanto, ya están siendo notificados del despido los cientos de trabajadores elegidos.
La semana pasada, en apoyo de nueve maestros de artes y deportes, cuyo salario de seis quincenas les debe el Gobierno del Estado, me dirigí a la opinión pública mediante un documento similar a este; intentaba yo llamar la atención de los colimenses de buena fe, porque consideré esto un atropello flagrante contra los derechos elementales de la clase trabajadora. Ahora, que ya no se trata de nueve, sino de 600 mujeres y hombres atropellados que se ganaban la vida honradamente, aunque personalmente no conozca a casi ninguno de ellos, como líder social me solidarizo y cumplo en consecuencia de nuevo con mi honrosa labor de denuncia. Urge poner un alto al atropello de los trabajadores despedidos.
Pero, ¿por qué llamo yo atropello a lo que el Gobernador llama "Dolorosa pero necesaria" medida? Intentaré explicar mi dicho.
El pasado día 12 de diciembre, el Movimiento Antorchista Nacional convocó a un plantón frente al Congreso de la Unión en la Ciudad de México donde acudimos un contingente de 50 colimenses. Buscaba nuestro plantón, que los Legisladores federales no hicieran recortes, ni en el presupuesto ni en obras ni servicios a los estados y municipios, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2020. Para entonces, ya el Gobernador había denunciado la pretensión de un recorte del 5.7% de lo que por ley debería corresponder el año entrante a Colima. En su momento lo denuncié y ahora sólo lo recuerdo, nadie ni en ningún momento, ningún político cercano al Gobierno, de esos que ahora plañen sin consuelo por las oficinas, se manifestó a favor, ni mucho menos acudió en auxilio de los antorchistas colimenses que pernoctaron día y noche a las afueras del Congreso. Los Diputados federales de Morena, cual bandidos expertos se ocultaron con su mayoría y aprobaron como quisieron el presupuesto, recortaron todo cuanto se les antojó. Hubo incluso en Colima, quienes aplaudieron como foca locas los recortes. Bueno, pues felicidades, aquí tienen ya las consecuencias.
Es cierto que tal vez, aunque hubiesen apoyado activamente los políticos y asesores de cabecera del Gobernador, no hubiésemos evitado aun así los recortes, pero es muy seguro que tendría ahora mucha más legitimidad aquello de "Dolorosa pero necesaria" medida de los despidos.
Por otro lado, si la mayoría morenista de los Diputados locales, vio como muy necesario el recorte de los 135 millones de pesos al presupuesto del 2020 del Gobierno, que ahora se traduce en 600 despidos de hombres y mujeres colimenses de buena fe, ¿Por qué no se aplicaron ellos mismos también solidariamente el recorte? Digo, se supone que son ellos los representantes también de los colimenses recortados, ¿o no? Lo más congruente de la medida, entonces, hubiera comenzado desde todo el año que termina, reduciéndose a la mitad su salario, tal como prometieron en campaña los Diputados morenistas y sus aliados.
Pero no nos hagamos, tal como lo dije antes en otro escrito con otro motivo, estamos ya en plena campaña electoral y los contrincantes se están dando con todo. Esto fue, ni más ni menos, lo que significó el malogrado intento de reforma a la Ley Orgánica de la Universidad de Colima. Asfixiar ahora, presupuestariamente al Gobierno del Estado, generándole todo tipo de inconformidades y conflictos políticos, es restarle funcionalidad y reducir su capacidad de acción electoral futura. Muy bien pero, ¿y todos los despedidos y damnificados por los recortes? Eso no importa ahora a los diputados locales de Morena, para ellos son sólo daños colaterales. Y nada más.
Pero si aún, con todo lo dicho hasta aquí la duda cabe, preguntémonos, ¿qué hace el señor López Obrador en Manzanillo, con toda esta inconformidad que está levantando la notificación de los despidos a más de 600 trabajadores? El refrán popular dice "piensa mal y acertarás". Si se confirma lo que hoy anuncian los medios, acerca de una visita del Presidente para el día 23 de diciembre a la ciudad porteña, no sería descabellado pensar, que AMLO viene a completar la faena que se le está aplicando al gobierno del licenciado Peralta para doblegarlo y sumarlo a su causa electorera. Primero fue el recorte del 5.7% del presupuesto anual de 2020; luego, el intento de reforma a la Ley Orgánica de la Universidad; después, el prestamos de 600 millones de pesos para pagos de aguinaldo y otras prestaciones; ahora, el recorte local de 135 millones de pesos del presupuesto estatal; ¿qué vendrá mañana? No puedo creer que el Gobernador no se haya percatado ya de la maniobra. ¿Se doblegará Nacho Peralta y nos entregará a Morena?
Si tomamos en cuenta que los despidos de ahora - aunque se diga lo contrario -, se están haciendo selectivamente en cada departamento de todas las Secretarías, no es remoto pensar, que el Gobernador vea como una seria alternativa futura, subirse al barco de la 4ªT donde hoy navegan los que se dicen ganadores, atropellando con ello impunemente y dejando a la deriva, a todos aquellos quienes en el pasado lo ayudaron a tomar el timón de la dirección del estado. ¿Es por eso que se ha negado audiencia al Movimiento Antorchista? Sinceramente esperamos que no.
Finalmente, sea como digo o no, la pregunta es: ¿Qué alternativa darán a todas las familias de los más 600 trabajadores y funcionarios hoy despedidos? No hay de otra, los antorchistas diremos lo mismo: Urge un verdadero cambio que beneficie a todo el pueblo trabajador. Ha llegado el momento.
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