Es claro que la política del Presidente de la República, Lic. Andrés Manuel López Obrador, primer mandatario del país, ha centrado el poder con todos sus recursos en contra del Movimiento Antorchista Nacional, organización que está integrada por más de dos y medio millones de mexicanos y aunque hay muchos esfuerzos por nuestra parte para demostrarle que comete abuso de poder y un error al acusar a los cuatro vientos en plazas públicas a la organización, él sigue con esta acción que propicia a que otros políticos oportunistas se sientan amparados por el poder federal que representa para violar la ley, negar la solución a las demandas, difamar y encarcelar a quienes consideran sus opositores.
Son muchos los llamados públicos que antorchistas y no antorchistas han hecho al primer mandatario de México, sin que éste recapacite y reencause el trato que en general se manifiesta hacia las organizaciones que no están a su servicio acusándolas de intermediarias y corruptas buscando que la opinión pública señale como inmorales y delincuentes a los por él señalados y que sean sometidos al menos al desprecio público cargando con el sambenito (era una prenda utilizada originalmente por los penitentes católicos de la época medieval para mostrar público arrepentimiento por sus pecados, y más adelante por la Inquisición española para señalar a los condenados por el tribunal, por lo que se convirtió en símbolo de la infamia), y conste que dada la acusación del presidente AMLO ahora sí hay personas que lo imitan.
Los casos más graves hasta el momento ocurren en el estado de Hidalgo con el gobernador priísta Omar Fayad y en Zacatecas con el munícipe morenista de Guadalupe Julio César Chávez Padilla, aunque no son los únicos estos políticos pertenecientes a distintos partidos se suponen separados por ideología distinta, por lo que se pensaría que el primero que pertenecería a la mafia del poder con todas las mañas (represor, vengativo, intolerante, etc.) y por otra parte al de la Cuarta Transformación, que debiera ser todo lo contrario al estar promoviendo el desarrollo del municipio sin caer en los excesos señalados por ser otra cosa, buena y distinta. Sin embargo, sucede que en el ejercicio del poder y a la hora de gobernar se parecen mucho aunque uno sea gobernador por el PRI y el otro alcalde de Morena.
Ambos políticos desconocen los derechos ciudadanos consagrados en la Carta Magna con los que nos amparamos los antorchistas que lo único que hemos hecho es organizar a los pobres, enseñarles a leer, escribir y descubrir juntos cual es la causa de su pobreza, ahora más de dos millones y medio de mexicanos saben que el trabajo genera riqueza pero esta va a parar a los bolsillos de los dueños de las minas y fábricas, en fin de los patrones que no están dispuestos a compartirla a través del pago de salarios remuneradores) que permitan mejores condiciones de vida, por lo tanto para mejorar sus condiciones de vida no tienen otra alternativa que la unidad con otros seres que tienen los mismos problemas y por lo tanto coinciden en este propósito.
En la manifestación que se llevó a cabo en la Plaza Bicentenario, donde denunciaron que en Hidalgo se niega atención a necesidades de obras y servicios para las comunidades, además de que mantuvo encarcelados a cuatro activistas de la organización que repartían volantes para dar a conocer la lucha que sostienen, después colaboré en la pinta de bardas y descubrí la coincidencia que hay entre un gobernante del PRI y el de Morena.
En Hidalgo se reprime a miles de ciudadanos organizados, se les niegan obras y servicios; se les persigue y amenaza y se violan sus derechos constitucionales de petición, organización y manifestación pacífica, lo mismo que en Guadalupe.
Son varias ocasiones en que el primer edil de este Pueblo Mágico ha invitado al dirigente de Antorcha a sumarse a la transformación, progreso y cambio positivo que según él ya hay en el municipio que gobierna bajo la enseñanza del Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador.
Pero ¿De cuál transformación positiva habla? ¿Qué acción ejemplar puede copiar Julio César Chávez y aplicarla en Guadalupe? Todos sabemos que a nivel federal han sido despedidos miles de personas de sus empleos; periodistas y medios de comunicación han sido ridiculizados e injuriados; millares de mujeres trabajadoras se quedaron sin guarderías para sus hijos; los derechohabientes del seguro popular lo perdieron de pronto; ancianos y niños que se quedaron sin alimentos por suprimir los comedores comunitarios; se canceló un aeropuerto con gran avance e inversión; perdieron la vida la gobernadora poblana y su esposo; si fueron 130 muertes evitables por la explosión de un ducto de Pemex en Hidalgo; fue asesinado Samir Flores por oponerse a la planta termoeléctrica; si en cada oportunidad se burla de la Antorcha Mundial.
Y qué de destacado ha pasado en Guadalupe con la llegada del alcalde de Morena?
Sumarse a recolectar basura al inicio de su administración; el presentar la denuncia por presunta corrupción en administraciones pasadas; coordinar la campaña de desprestigio contra Antorcha con recursos públicos y lo más escandaloso que fue el incendio del basurero municipal. Fuera de ello no ha pasado nada extraordinario que marque el antes y después. No olvidemos que ya son 9 meses de gobierno.
¿Y ante estas arbitrariedades que ambos servidores públicos cometen a quién más acudir? Esto recuerda el pasaje bíblico sobre la crucifixión de Jesús y es como quejarse con Herodes de lo que le hacía Pilatos y viceversa (Jesús fue llevado ante Pilatos, el procurador romano y él envió a Jesús ante Herodes; a pesar de ser inocente fue condenado a ser crucificado en el Gólgota). Algo así está ocurriendo ante los morenistas que nos gobiernan.
En ambos casos (Hidalgo y Zacatecas), ya se interpuso la queja ante la respectiva Comisión de los Derechos Humanos, ya están enterados las dirigencias de sus partidos políticos, faltaría la intervención de los gobernadores, cosa imposible en el primer caso pues sucede que Omar Fayad es juez y parte, mientras que en el segundo el gobierno estatal debiera también intervenir pues es tema de su competencia aunque sea de otro partido.
Pues bien, ante este panorama político lo que dará el triunfo es la unidad y lucha consciente del pueblo mexicano organizado. En Guadalupe el día de mañana 7 de mayo será la tercera marcha para pedir se dé respuesta al pliego petitorio y al mismo tiempo se detenga la campaña de difamación con recursos públicos.
Alto a las arbitrariedades que se cometen con el señuelo de la transformación, esta lucha se ganará nuevamente si hay unidad y organización, aunque del otro lado se tenga el poder.
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