Advertimos, por enésima ocasión, a la opinión pública, que la “transformación” que ha planteado el grupo político que gobierna Oaxaca, se está dando, pero en beneficio de éstos y en perjuicio de los oaxaqueños y, particularmente, en los más pobres que son la mayoría. Lo que confirma, la agudización de las contradicciones de la estructura económica que los poderosos procuran ocultar, vía las formas de pensamiento social, es decir, la superestructura, utilizando el poder que le brinda el Estado -el cual incluye las fuerzas militares, de procuración de justicia, etc.-, que traza la política económica, decide a quién y cuánto cobrar de impuestos, así como la política agrícola, educativa, energética, de vivienda y fija los salarios de los trabajadores, controlando los medios de comunicación para transmitir la ideología imperante. Sin embargo, desde hace tiempo, el gran Carlos Marx dijo al respecto: “el gobierno del Estado no es más que la junta que administra los negocios comunes de la clase burguesa”.
Por ello, tratando de dejar sentado en la mente de los oaxaqueños que su gobierno es “distinto”, el mandatario, Salomón Jara Cruz, pregonaba en noviembre del año anterior, mediante su programa semanal “Jueves de Gozona”, que transmite a través de la Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv), que se atienden las causas de los problemas en Oaxaca, pues “se escucha y se respeta a las organizaciones sociales, sindicales y políticas sin distinción”, ya que los gobiernos anteriores no acudían a los municipios y sus comunidades, por tanto, se generaban protestas, manifestaciones, dando como resultado ingobernabilidad”; ante esto, el mandatario afirmaba que, “ahora está planificado el desarrollo, actuando donde están las carencias más grandes: en salud, educación, electrificación, alimentación” y que concluía, “generaría un clima de paz y desarrollo para Oaxaca”.
Pero esto no ha sido así, tan solo en dos años de “Primavera Oaxaqueña”, la pobreza, marginación, violencia, etc., están aumentando en la entidad, por ejemplo, la asociación civil, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad, informó que desde el inicio de la administración a la fecha, se han dado 131 feminicidios y 407 mujeres están desaparecidas (Zavala, 2024); en cuánto a homicidios dolosos, tan solo en enero y febrero de este año, se iniciaron 142 carpetas de investigación de igual número de víctimas ante la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO), sin contabilizar, los ocurridos en la primer quincena de marzo, dentro de los que destacan la muerte del presidente municipal de Chahuites, o el asesinato del director de seguridad pública de Santo Domingo Petapa, ambos municipios del Istmo de Tehuántepec (Pineda, 2024). Además, las protestas en la capital y en el interior del estado, no paran, a pesar de que el gobernador “visita” las comunidades, lo cual demuestra que dichos recorridos de territorio aún no resulven las carencias que la población tiene, pues quedan acuerdos que no se cumplen o los trámites burocráticos que implican, los ayuntamientos terminen desistiendo de sus demandas.
La situación descrita, confirma lo que la Secretaría de Bienestar (SEBIEN) exponía en enero de este año, mediante su “Informe anual sobre la situación de pobreza y rezago social 2024”, donde daba a conocer que nuestro estado tiene 4 millones 276 mil 769 habitantes, de los cuales, 2 millones 483 mil 600 se encuentran en situación de pobreza, es decir, 58%, colocándonos en un grado de marginación muy alto, pues las carencias son muchas y resaltan que, en Oaxaca, un millon 238 mil personas tienen rezago educativo; 2 millones 792 mil 500, no tienen acceso a los servicios de salud; 3 millones 158 mil 700 trabajadores no cuentan con seguridad social en sus empleos -es decir, viven del empleo informal-; 2 millones 344 mil 700 personas no tienen acceso a los servicios básicos en su vivienda, llámese agua, drenaje, energía eléctrica, etc.
De este apretado resumen, el Movimiento Antorchista concluye, como señalaba líneas arriba, que las contradicciones sociales en Oaxaca se han agudizado gracias al gobierno morenista, que a la población se le ha utilizado nuevamente, ofreciéndole un mejoramiento en su calidad de vida, el cual, tan sólo en dos años se ha detoriorado más, generando más pobreza y marginación, tal como ocurre en el escenario nacional, por ello, la ciudananía debe analizar que el gobierno morenista cumple el papel que Marx señaló, es decir, está al servicio de los poderosos para cuidar sus capitales y por tanto, hace falta un verdadero partido que represente los interéses del pueblo, pero que sobre todo, luche por llevarlos a cabo, a eso llamamos a los oaxaqueños de bien, a organizarnos y conscientizarnos para formar dicho partido, porque de lo contrario, Morena y sus secuaces seguirán haciendo de las suyas, perjudicando a las mayorías, tal como ocurre en Oaxaca.
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