MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La opresión de la mujer por el orden social

image

En comparación con otras épocas de la historia, las actividades de la mujer en la comunidad primitiva eran igual de importantes que las que realizaba el hombre. Las mujeres se dedicaban al cuidado de los miembros del clan, de la enseñanza, cazaban y cultivaban. Las mujeres eran las que recolectaban productos vegetales como frutas, raíces, hojas, semillas, tallos, insectos y cazaban animales pequeños, mientras que los varones suministraban la carne que  garantizaba la supervivencia al clan -no siempre lo lograban y regresaban fatigados y hambrientos-. De igual manera tuvo un papel fundamental para la creación y transmisión de la cultura, a esta centralización se le llama matriarcado, tipo de sociedad organizada de acuerdo con lazos matrilineales, vínculo seguro de parentesco. La mayor parte de los antropólogos creen que fueron las mujeres quienes condujeron las sociedades antiguas hacia el Neolítico y se convirtieron en las primeras agricultoras. Nuestras primeras antepasadas aprendieron a preparar barro y hornear cerámica, trabajaron los esmaltes. Al encargarse de la agricultura y la recolección, también descubrieron las propiedades medicinales de las plantas y aprendieron a secar, almacenar y mezclar sustancias vegetales. El conocimiento se adquiría empíricamente y el aprendizaje era práctico. En el Neolítico se puede hablar de una enseñanza dirigida y sistemática, la cual era recibida desde la niñez.  La mujer realizó grandes aportaciones a la evolución de la humanidad como inventora de numerosos hechos culturales y juega un papel importante en los inicios de la cultura como maestra nodriza, curandera, sacerdotisa.

En la comunidad primitiva no existían clases sociales ni intereses de fortuna que proteger, las mujeres gozaban de un profundo respeto y dirigían a los pueblos. Todo esto cambió con la aparición del esclavismo; es decir una sociedad dividida en clases, con esto llegó el fin del matriarcado y el inicio del patriarcado opresor. La tradición medieval atribuyó a las mujeres todos los males sociales, la caza de brujas resalta en esta tradición. El sometimiento de la mujer responde a factores materiales de milenarias raíces históricas: la estructura económica con sus leyes e ideologías. El machismo no es un fenómeno natural, inmanente al hombre, este surgió históricamente determinado por circunstancias de la que es manifestación superficial y que dejará de existir cuando estas desaparezcan. El hombre no es enemigo de la mujer, sino el hombre del capital, el que mantiene oprimido a los sectores sociales incluidos ella. En esta lucha, hombre y mujer deben ser aliados contra un objetivo común: terminar con la injusticia que afecta a todos. El poderoso fracciona la lucha de los afectados y los enfrenta entre sí, separa la lucha de mujeres, indígenas, estudiantes, campesinos, obreros, por lo que, incapaces de construir una unidad política que les proporcione unidad frente al enemigo común, son derrotados con facilidad.

En México, desde hace siglos, la situación social y económica de las mujeres es dolorosa, en 2023 existían 21.5 millones de mujeres excluidas del mercado laboral, ya sea porque están desempleadas pero con disponibilidad para trabajar o porque todo su tiempo se va en realizar labores de cuidado doméstico sin remuneración. La tasa de desempleo es del 16 por ciento, de igual manera, tiene una de las tasas más bajas de participación laboral de las mujeres y que nos coloca en la posición 145 en una lista de 179 países, esto nos coloca debajo de países latinoamericanos como El Salvador, Ecuador, Chile, Panamá, Brasil, Perú. La baja participación de las mujeres en México no corresponde a la economía de ingreso mediano como es la de nuestro país.

En los últimos años ha crecido el número de mujeres que enfrenta un ambiente de trabajo menos favorable en aspectos como salud mental y flexibilidad laboral.

Un reciente estudio publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que durante el gobierno de Morena, se ha producido un incremento de los delitos sexuales contra niñas y adolescentes, las denuncias por violencia familiar, los delitos de trata de jovencitas y feminicidios infantiles. En total 59,141 delitos solo en 2022, donde la víctima tenía entre 0 y 17 años, con esto se observa que las víctimas son más jóvenes, lo que es alarmante. Muchas jóvenes desaparecidas entre los 15 y 17 años están vinculadas a delitos de trata. Para agravar la situación, el gobierno de Morena durante su sexenio, suprimió la ayuda a madres trabajadoras como guarderías infantiles, mujeres víctimas de violencia, medicinas a niños con cáncer, Seguro Popular, de igual manera suprimió el programa Prospera, que era muy valioso para madres de familia que recibían recurso de manera bimestral por cada niño de primaria, secundaria y preparatoria.

La solución a esta problemática es unir a los afectados y enfocar las fuerzas en una misma dirección por un cambio en beneficio de todos. Las mujeres deben exigir en lo inmediato trabajo para todas y bien remunerados, la no discriminación, castigo a agresores y feminicidas, acceso a educación para ella y todos sus hijos en todos los niveles, acceso al servicio médico y vivienda, estas reivindicaciones no pueden limitarse a acciones parciales, para lograr lo ya escrito, es necesario la unidad de hijos, esposos, hermanos, vecinos, con el único fin de cambiar el sistema capitalista que las oprime

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más