La violencia, asesinatos y homicidios dolosos no son parte de la naturaleza del hombre, no es natural que un hombre muera a manos de otro hombre, pues siendo parte de la misma especie se necesitan recíprocamente para existir y para mejorar sus condiciones.
El gobierno de López Obrador, característico por tener otros datos, ha intentado por muchos medios confundir a la opinión pública, al referir frases cargadas de optimismo exagerado manifestando que “vamos bien”, que la gente en México vive feliz, que los homicidios han disminuido.
Su política para erradicar la violencia, dándole consejos a la mafia, para que se porten bien, otorgando ayudas para que la gente solucione sus problemas a medias, definitivamente no está funcionando. De acuerdo con la organización Causa en Común, han sucedido 3 mil hechos de violencia que han dejado más de 6 mil víctimas durante el primer semestre del año (https://www.infobae.com/mexico/2023/07/30) por todo el país, sobre todo en los Estados de Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua, Jalisco y últimamente Guerrero.
La situación es grave, pues tal parece que las organizaciones criminales están mejor estructuradas, armadas y organizadas que todo el cuerpo policiaco de la nación.
En Colima no es distinto, pues, aunque no aparecemos en la estadística anterior, sí aparecemos como el estado más peligroso de todos por la alta incidencia de homicidios dolosos, 38.26 por ciento por cada 100 mil habitantes (https://www.sdpnoticias.com/).
Francisco Javier Almazán, vocero de la Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad en Colima, dio a conocer las estadísticas delictivas registradas en lo que va de 2023, destacando 435 homicidios dolosos; precisó que se han registrado 156 homicidios en grado de tentativa durante 2023, además de 10 feminicidios, la mayoría en Manzanillo.
Hay, también, 56 homicidios de mujeres y 7 asesinatos en los que las víctimas eran menores de edad y 3 menores a quienes se intentó asesinar y resultaron heridos. Detalló que en homicidios dolosos de policías se contabilizan un total de 13; cuerpos identificados en bolsas y cobijas han sido 28; desaparecidos se tiene un total de 364 víctimas, de las cuales 64 mujeres no han sido localizadas, 4 han sido localizadas sin vida y las demás fueron localizadas con vida. (https://elcomentario.ucol.mx/index.php/2023/07/03/van-435-asesinatos-en-colima-en-lo-que-va-de-2023/)
La estrategia del gobierno estatal, que encabeza Indira Vizcaíno, ha consistido enviar apoyo a personal de la Guardia Nacional y tener reuniones periódicas para revisar el tema de inseguridad. Pero los resultados son nulos, pues sigue habiendo impunidad, la mayoría de los casos que se denuncian,
La estrategia del gobierno estatal, que encabeza Indira Vizcaíno, ha consistido enviar apoyo a personal de la Guardia Nacional y tener reuniones periódicas para revisar el tema de inseguridad. Pero los resultados son nulos, pues sigue habiendo impunidad, la mayoría de los casos que se denuncian, siguen sin proceder a investigación, y los que proceden tardan y no se da con el paradero de los asesinos.
Pero lo más grave es que no hay una estrategia que verdaderamente pretenda proteger al pueblo de crimen organizado. Y en todo caso, que incluya apoyo para las familias que se quedan desprotegidas por la muerte de su padre, madre o tutor, pues ya no son pocos los casos que hay.
Pero debe quedar claro que este fenómeno es una consecuencia más de un mundo polarizado, un mundo desigual, sometido por el capitalismo. El crimen organizado, es una red más, de venta, legalmente clandestina, con una mercancía muy demandada que es la droga, en sus múltiples y variadas presentaciones.
En el mundo del capitalismo, importa vender y ganar, sin importar los disturbios y las lamentables muertes que ocasione. Por ello, si el gobierno de la 4T de verdad desea luchar en contra del narcotráfico, detener las muertes que están ligadas a ello, y por ende la desintegración de miles familias (solo por citar algunos daños colaterales), debe luchar contra el capitalismo, lo que inevitablemente implica anteponer los intereses del pueblo a los de la clase adinerada de México.
Por ejemplo: a) que exista una reforma fiscal progresiva, donde se cobren los impuestos conforme a los ingresos; b) que se reoriente el gasto público, y se construya obra pública que verdaderamente sea de apoyo para el pueblo ( escuelas, hospitales, bibliotecas, parques, jardines, teatros etcétera); c) que haya empleo para todos, pero en la formalidad, y no nos engañen diciendo que el desempleo va en disminución, porque hay más puestos de venta en las banquetas, y por último, d) que haya mejores salarios, que sean justos, y que sí le alcancen a los trabajadores, para cubrir sus necesidades básicas, comida, vestido, calzado, que no nos engañen diciendo que aumentó el salario pero con ello sube la inflación.
¿Acaso estará dispuesto a hacer eso López Obrador? En discurso ya lo tiene, “primero los pobres” que, para mí, significa justamente eso, pero para llegar al hecho, falta mucho, entre otras cosas, lo elemental, definir a quién quiere defender la 4T, a los pobres de México, que ya suman en realidad, casi 100 millones de habitantes, o seguir defendiendo en los hechos a la clase adinerada de nuestro país. Nadie se deje engañar, este gobierno no trabaja para los pobres, no como se requiere. Urge que Morena, trabaje por los pobres o salga del poder o seguiremos siendo víctimas de la inseguridad y violencia, y otros muchos males que también son graves. ¡Ojalá lo entendamos pronto, el tiempo apremia!
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