Nayarit.- Este 15 de noviembre el municipio de Santiago Ixcuintla amaneció de fiesta; aproximadamente a las 10 de la mañana a las orillas de la carretera Tepic-Mazatlán se podían ver fugaces relámpagos rojos a lo lejos, eran las banderas del Movimiento Antorchista anunciando un gran acontecimiento. Los habitantes de Nayarit no eran ajenos a la celebración, y la noticia era ya un murmullo entre las calles, el antorchismo como producto de 15 años de lucha tenaz e infatigable en el Estado, anunciaba un nuevo logro: la inauguración de una gasolinera en la comunidad de Pantano Grande.
Transportistas, turistas y vecinos pudieron ver cómo poco a poco el lugar se vestía de colores; el rojo, el naranja y el amarillo brillaban desde muy temprano, las carpas blancas se erguían orgullosas con sendas banderas ondeando en los postes; al fondo se distinguía un templete adornado con flores: todo estaba listo para recibir a más de dos mil gentes.
Al poco tiempo empezaron a llegar autobuses y camionetas con gentes de todas las comunidades en las que el fuego antorchista ha dejado huella; La Yesca, El Nayar, Sta. María del Oro, Tepic, Jala, Bahía de Banderas, Rosamorada, etc. Acudieron sin falta a la cita, pues este logro es también suyo ya que desde que se inició la lucha en Nayarit los campesinos, pescadores y jornaleros han luchado incansablemente al lado del antorchismo.
Al mediodía llegaron integrantes de la Dirección Nacional de Antorcha, entre los que se encontraban la diputada federal Maricela Serrano Hernández, el Ing. Omar Carreón Abud, el doctor Brasil Acosta Peña y el diputado federal Telésforo García Carreón, quienes fueron recibidos con porras y aplausos, y en medio de una gran alegría cortaron el lazo inaugural de esta gasolinera.
Momentos después el festejo cultural comenzó con una bonita poesía del poeta alemán Bertold Brech que se titula "Resolución de los comuneros" y que fue interpretada por el integrantes del pleno antorchista de las distintas comunidades. A continuación se presentó una de las danzas más emblemáticas del país, que es la danza azteca, a cargo del Ballet Nacional del Movimiento Antorchista.
Luego de este gran trago de cultura, el dirigente estatal, Héctor Hugo Villegas Severiano, hizo uso de la palabra para dar un mensaje a los cientos de antorchistas ahí reunidos. En su intervención recalcó que esta gasolinera es la materialización del trabajo antorchista y que tiene como finalidad proveer los recursos necesarios para la lucha en el Estado; enfatizó que ésta "es una obra de todo el antorchismo nacional" e invitó a los asistentes a seguir firmes con el Movimiento y acelerar su crecimiento "para que en Nayarit, Antorcha sea la organización más importante de masas". Entre vítores y porras la población reiteró su apoyo y su decisión indudable de permanecer en las filas del pueblo organizado.
Posteriormente el escenario se iluminó con la presencia de Bety Vázquez y Alan López, artistas de los grupos culturales, que interpretaron "Rayito de sol", "Granito de sal", "Aires del Mayab", canciones que representan la gran cultura del sureste del país. Después los bailarines ejecutaron bailes de Yucatán con tal maestría que al finalizar su actuación recibieron múltiples aplausos por parte de los espectadores, y las banderas pintaron de rojo el lugar.
En seguida, subió al estrado el Ing. Omar Carreón Abud, líder del antorchismo michoacano y representante, en esta ocasión, del secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, el Ing. Aquiles Córdova Morán. En su discurso abordó problemas de carácter nacional como la injusta distribución de la riqueza social en el país, y la dependencia económica que tiene México hacia los Estados Unidos y cómo ésta poco a poco nos hace desaparecer como nación. Al igual que el Ing. Héctor Hugo, puntualizó el propósito de esta estación de servicio y agregó que "las actividades económicas de la organización son para mantener la lucha de los pobres de México, pues Antorcha Revolucionaria vive del trabajo de sus integrantes y de sus negocios". Se unió al llamado de organizar a más gente e incrementar las filas del antorchismo. La propuesta fue recibida con gran entusiasmo por parte de los nayaritas, y al compás de "Viva Antorcha Revolucionaria" alzaron las manos en señal de aprobación.
Luego el escenario se inundó del aroma de tierras sinaloenses con canciones como "El sauce y la palma", "El sinaloense" y "Prenda del alma"; y con un cuadro folclórico de la costa de Sinaloa, que hizo sentir a los nayaritas un sentimiento de hermandad hacia el Estado vecino. La jornada culminó con el canto de los antorchistas, quienes a una sola voz entonaron el himno de la organización, con el semblante iluminado por este festejo, y con la firme resolución de continuar al día siguiente con la lucha que los reunió allí, la lucha de los pobres de México.
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