MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La desigualdad, una realidad en Yucatán

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El gobierno de Mauricio Vila Dosal está por concluir, y lejos de contribuir en serio para el bienestar de los yucatecos, a pesar de que se pregone que hay múltiples apoyos, sólo se observa el trabajo en beneficio de los empresarios, como la mejora de las vías de comunicación terrestre, la ampliación de puertos de altura y la introducción de un transporte “moderno”, en detrimento de amplias zonas verdes. Todo esto, sin un beneficio real para la gente humilde de Yucatán. 

En los periódicos, la televisión, los medios digitales, la radio o cualquier medio de comunicación anuncian que Yucatán es una entidad con desarrollo, bienestar, incluso oímos discursos de personalidades como el embajador de EE. UU. que en México destaca a Yucatán como un Estado ejemplar, no obstante, en la realidad es que los yucatecos no sienten que vivan mejor o tengan un desarrollo para beneficio de ellos, sino se sienten inermes.  

Claro que hay problemas de movilidad, pero no se soluciona con un transporte azul y que cueste casi el doble que un camión convencional, que por cierto ya están desapareciendo las concesionarias e incluso no han liquidado a los choferes o casos más concretos como el Tren Maya del presidente Andrés Manuel López Obrador que se vendió como un transporte para el pueblo y que hoy es más que claro que el mismo pueblo no lo usa por sus altos costos que es mejor viajar en autobús. 

Destacan la remodelación de parques, de zonas recreativas, pero, aunque la gente sí necesite recrearse, no es suficiente para que cambie su calidad de vida, como tampoco lo es el hecho que se diga que hay más empleo, que se subieron los salarios, cuando vivimos en una de las capitales más caras a nivel nacional que apenas si alcanza el salario mínimo. 

En una ocasión platiqué con un señor que vende pistaches en las avenidas de Mérida y al cuestionarlo sobre qué podría decir sobre que Yucatán ya hay más empleo, señaló que es bueno pero que gana más vendiendo sus 130 bolsitas de pistaches al día a 10 pesos cada una por cuatro horas que en una jornada de ocho horas con el salario mínimo. 

A pesar que se dice y reconoce nacional o incluso internacionalmente que Yucatán es un polo industrial importante por la seguridad, la ubicación estratégica, la mano de obra y la certeza jurídica, convirtiéndose en una entidad demandada por empresas para instalarse en el Estado, su gente no se siente un tanto conforme. 

Cientos de ciudadanos han reclamado al mandatario en Palacio Nacional, han sido ignorados. La inconformidad lo han alcanzado hasta el interior del Estado, donde la gente le pide pavimentación de calles, pero les da largas a los que lo enfrentan y señala que no cae en su cancha, pero sí del municipio. Uno se pregunta, por qué sí a unos cuantos le pavimenta su calle, pero al pueblo no, para el acceso a su colonia. 

En Yucatán hay desigualdad y de eso poco o nada se habla, se calla por el mismo mandatario federal, López Obrador, que más preocupado está por el Tren Maya que por las carencias del pueblo, pues ya uno podría decir que viene a Yucatán cada 15 días porque se preocupa por los yucatecos y atiende sus necesidades, pero no es tal caso. 

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022, un trabajo de recopilación de información en 105 mil 525 hogares mexicanos y dada a conocer en julio de 2023, destacó que los hogares de Yucatán están por debajo de la media nacional en el gasto corriente monetario promedio trimestral. La entidad se ubica en el lugar 19 de la tabla nacional.
Por otra parte, los ingresos que tienen los hogares yucatecos son 60.7 por ciento por trabajo formal, 20.5 por ciento por transferencias, 10.9 por ciento por renta de vivienda y 7.5 por ciento por renta de alguna propiedad.

La encuesta también confirmó la desigualdad económica que hay en hogares yucatecos y en las zonas urbanas y rurales. Por ejemplo, los hogares del primer decil reportaron un ingreso promedio de $14,275, aproximadamente $67 diarios, mientras que el décimo decil fue de $198,027; es decir, $929 diarios por perceptor.

Ante esta desigual, el antorchismo ha luchado junto con la gente, para que estos mejoren sus condiciones de vida. Mostrando que el único camino es la del pueblo organizado y que éste llegue al poder político del país para que de raíz cambie su situación sin estar a la espera que alguien venga a solucionar lo que por años han padecido, mientras gobiernos y partidos van y vienen.

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