La violencia en nuestro país crece todos los días, desgraciadamente la política de abrazos no balazo del actual mandatario no ha funcionado, es más, creo que con esa política de seguridad se abren las puertas para que cada vez más personas cometan crímenes y no se les juzgue, pues encuentran en el gobierno a un aliado, a un amigo que los protege.
No cabe duda que el sexenio del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se perfila como el más violento, pues en lo que lleva al frente del país, suman más de 137 mil 603 asesinatos, un dato duro y superior al del gobierno de Felipe Calderón, cuando se contabilizaron 121 mil 613 delitos de esta índole.
Lamentablemente, esta realidad no la ve el gobierno, como siempre tiene otros datos, otras cifras y quien diga lo contrario es descalificado, tachado de neoliberal, de mezquino, de ser miembro de la mafia del poder, así, las mañaneras se han convertido en el escenario perfecto para descalificar, mal informar, minimizar el problema y repetir cien veces que México va bien, pero nada de eso es verdad.
La polarización que todos los días esparce el presidente entre los mexicanos tiene consecuencias lamentables; dividir al país en fifís y chairos le ha funcionado para sus intereses, está provocando que el pueblo se enfrente, que el odio crezca y no se le ven ganas de pararlo, de cambiar esa estrategia.
La difícil situación se ve en todos lados, por ejemplo, en Guerrero, el pasado 12 de abril, fueron asesinados los compañeros antorchistas Conrado N., su esposa Mercedes N., así como a su pequeño hijo que aún no cumplía los 6 años de edad. Un crimen que las mismas autoridades reconocen como espantoso, y que los antorchista a nivel nacional exigimos se esclarezca y se ponga tras las rejas a los asesinos.
Los compañeros asesinados eran dos destacados luchadores sociales en ese estado de Guerrero, dedicaron su vida entera a la causa más noble, educar y luchar a lado de un pueblo marginado, maltratado y olvidado, logrando con ello el cariño y admiración de todos.
A más de un mes de lo ocurrido, las autoridades no han hecho nada para dar solución, y nosotros, los antorchistas, exigimos se esclarezca este brutal crimen, queremos justicia para Conrado, Meche y su hijo. No queremos que sean un número más en la estadística del gobierno, es más, urge que en México se cambie la política de seguridad, que las autoridades encargadas de velar por la paz de todos hagan su trabajo como se debe, pero aquí está la piedra en el zapato, la política de López Obrador.
Vamos a levantar la voz, vamos a denunciar en cada rincón de nuestro país lo que está pasando, los mexicanos no merecemos vivir con miedo, con inseguridad, es terrible leer todos los días que se cometen crímenes a todas horas, para ello los invito a que se unan a las filas del Movimiento Antorchista, hagamos un frente común, firme y luchemos como hermanos por una vida más justa, más equitativa y con mayor seguridad para todos.
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