Iztacalco es la alcaldía más pequeña del corazón del país, es concebida entre sus habitantes como una demarcación que alberga ciudadanos de clase media-alta, mayoritariamente urbanizada y con todos los servicios básicos en sus diferentes colonias. Sin embargo, al bajar la lupa nos damos cuenta de que la situación de esta zona no es aislada a la de nuestro país en general, donde destacan la pobreza y la desigualdad.
En datos estadísticos ofrecidos por el Coneval en el presente año, referentes a rezago social que resume cuatro indicadores de carencias sociales (educación, salud, servicios básicos y espacios en la vivienda) podemos decir lo siguiente de la alcaldía: La población sin derechohabiente a servicios de salud es del 32.4 %, muy por arriba de la media nacional de 17.3 %. La población de 15 años y más, con educación básica incompleta se encuentra en el 24.8 %; es decir 73,514 jóvenes se encuentran propensos a formar parte del amplio porcentaje de Ninis o a delinquir en el peor de los casos.
También es de suma relevancia mencionar que la población de Iztacalco vive 3 veces más hacinada que cualquier habitante promedio de la CDMX y que aún es importante el número de población sin drenaje y agua entubada en sus hogares que va de 700 a 1200 familias. En materia de seguridad ni hablemos, la alcaldía se encuentra entre las más peligrosas de CDMX según el portal de datos abiertos de la Ciudad de México, con especial renombre las colonias Agrícola Oriental y Agrícola Pantitlán donde se suscitan la mayoría de los delitos de la zona y la incidencia delictiva va en aumento según la Procuraduría General de Justicia.
El día 22 de febrero del presente año, vecinos de las diferentes colonias de Iztacalco fastidiados por la situación de miseria e inseguridad que padecemos, y por supuesto organizados en el Movimiento Antorchista, acudimos ante las instalaciones donde opera el gobierno del morenista Raúl Armando Quintero Martínez, alcalde de esta demarcación, para ingresar un pliego petitorio con 23 necesidades que van encaminadas a paliar los problemas de falta de vivienda, falta de obras esenciales; luminarias, bacheos, pavimentaciones, drenaje, luz eléctrica así como un programa alimenticio para todos aquellos afectados por la difícil pandemia que estamos enfrentando, aunado a esto, un proyecto que ofrezca empleos a quienes han perdido su medio de sustento por dicha crisis sanitaria. Así como atención al creciente problema de inseguridad en nuestra zona.
En respuesta a nuestras peticiones hemos obtenido una mesa de trabajo con Martha Eugenia Albores Loeza, directora general de Desarrollo Social, quien no está facultada para resolver la necesidad de los menesterosos de Iztacalco, enfrascándonos en una dinámica de retardar cualquier respuesta. Como es ya característico de las administraciones morenistas, la completa cerrazón al pueblo organizado.
El Movimiento Antorchista en Iztacalco ha emprendido un camino de lucha; de denuncia mediante volantes, y manifestaciones como es nuestro derecho constitucional, solicitamos una mesa de trabajo con el licenciado Armando Quintero Martínez para que trate con formalidad y resuelva los problemas ya mencionados de los ciudadanos de Iztacalco. El miércoles 25 de noviembre de 2020 cientos de antorchistas de Iztacalco nos dimos cita en la explanada de la alcaldía, haciéndose oír la voz del pueblo, la voz de la necesidad de los más desprotegidos de esta tierra; fuimos atendidos por funcionarios de estas oficinas de gobierno quienes se comprometieron a resolver las sentidas demandas, y estamos a la espera de las soluciones.
Por lo pronto queremos dejar asentado que no bajaremos la guardia y exigiremos el cabal cumplimiento a los compromisos, si no recuerden que al pueblo pobre y organizado siempre la queda la opción de ejercer su derecho a la manifestación pública, pero tampoco olviden que los políticos que se burlan de la ciudadanía reciben como pago el ser desechados en el bote de la basura de la historia.
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