La educación en nuestro país, desde hace mucho tiempo atrás, se ha venido rezagando cada vez más; sin embargo, debido a la pandemia de la covid-19, el rezago es aún más profundo, la realidad de la educación con la llegada de la enfermedad, claramente ha puesto de cabeza al Gobierno morenista, pues demuestra el descuido intencional que se ha tenido en este sector, a pesar del llamado de la población sobre las principales necesidades que se enfrentan en las instituciones públicas, con esta situación que seguimos enfrentando desde hace más de 9 meses y con el inicio de un nuevo ciclo escolar, los más perjudicados son los alumnos de las diversas zonas ya sean urbanas o rurales.
Según datos de la Secretaría de Educación pública (SEP), a nivel nacional la deserción en este ciclo escolar es en el nivel básico, el cual alcanzó un 10 por ciento de toda la matrícula escolar. En México, el nivel de educación básica suma 25 millones 780 mil estudiantes; es decir, que más de 2 millones y medio de alumnos de preescolar, primaria, secundaria y bachillerato han dejado sus estudios durante la contingencia sanitaria. Además de que 305 mil 89 alumnos de nivel superior también abandonaron sus estudios, equivalente al 8 % del total de alumnos que conforman el nivel superior.
La gran mayoría de los alumnos que desertaron pertenecen a familias humildes, la razón es que con la aplicación del programa "Aprende en casa” por parte de la SEP, la mayoría de ellos abandonó la escuela por no contar con una televisión digital o no tener acceso al internet gratuito, lo que es una clara muestra de las deficiencias del sistema educativo en nuestro país, problemática que el Gobierno federal en turno tiene la obligación de resolver. Según la UNESCO, señala que debe ser un compromiso de los gobiernos del mundo colocar a la educación en un primer lugar de sus preocupaciones y de sus presupuestos, pues sólo así se podrá superar el rezago educativo preexistente y compensar el gran atraso que significa el no contar con clases presenciales, a causa de la covid-19.
El Gobierno federal no ha tomado con seriedad la deserción escolar y ha ignorado el impacto que tiene en los sectores económico, cultural y de salud. El promedio en México de los estudiantes que terminan el nivel medio superior es de 68% y los que abandonan 32%. En un comparativo internacional entre 20 países pertenecientes a la OCDE, nuestro país cuenta con 52% de eficiencia terminal, es decir, nos colocamos por debajo del promedio estimado que es de un 62% para los países pertenecientes a este organismo.
En nuestra entidad las escuelas están listas para recibir a los estudiantes de todos los niveles educativos, pero aún no se tiene fecha para reanudar las clases presenciales, para ello es necesario que Durango se encuentre en semáforo verde para que los estudiantes puedan regresar a las aulas, aunque el regreso a las clases en Durango, continuaran de manera virtual ya que no hay condiciones de hacerlo de manera presencial.
Tras el periodo vacacional más de 408 mil alumnos de los distintos niveles educativos, vuelven a sus clases en línea, en poco tiempo podremos establecer cuántos alumnos ya no están activos, es decir han abandonado continuar con sus estudios, como consecuencia de las condiciones actuales en tema de salud.
Según datos de la SEP, estima que la deserción a nivel nacional para este semestre 2021-A es en un 10%; es decir, que cerca de 3 millones y medio dejan de estudiar. ¿Las razones? Más que evidentes, la pobreza de las familias, cerca de 90 millones de mexicanos con algún tipo de carencias básicas, que ha aumentado en número y se ha profundizado con la pandemia.
Si los mexicanos queremos un país fuerte, capaz de producir lo que los mexicanos necesitamos, capaz de lograr su independencia económica, debemos luchar porque que la educación sea una prioridad para el gobierno federal actual, debemos organizarnos con los verdaderos representantes del pueblo, para que sean estos los que tengan en sus manos ese gobierno, para logarlo nuestra tarea para las próximas contiendas electorales del 2021, debemos fijarnos en una alternativa clara, honrada y dispuesta a realizar en los hechos, las acciones necesarias para lograr una sociedad más libre y justa.
Los estudiantes, padres de familia, maestros y todos los marginados de este país, no debemos conformarnos con esta realidad, no podemos aceptar que la 4T niegue la educación del futuro de México, sobre todo de la educación de los hijos del pueblo pobre trabajador.
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