MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Estudiantes abandonan escuela por falta de apoyo

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El ciclo escolar 2020-2021 dio inicio en agosto del año pasado, y con ello más de 30 millones de estudiantes iniciaron clases de manera remota por las diferentes plataformas de comunicación que manejan las instituciones; esto a raíz de la pandemia ocasionada por la covid-19 en México y en el mundo. El secretario de Educación en ese entonces, el licenciado Esteban Moctezuma, dijo que, en nuestro país a pesar de las adversidades, se estaba teniendo buena respuesta e íbamos bien ante el sufrimiento que ha causado y sigue causando esta enfermedad.

Para muchos expertos la educación en esta modalidad, es decir, las clases por internet y televisión impactó en la salud mental de los estudiantes, y por ende en la calidad de aprendizaje. Sin importar el sector al que pertenecen las escuelas, es decir, si son públicas o privadas; tomaron este formato de clases para evitar una catástrofe de transmisión del coronavirus en la comunidad estudiantil, hay que reconocer que fue lo correcto; para esto el Gobierno federal implementó el plan "Aprende en Casa" que adoptó la televisión porque su cobertura es de 94%, frente al 70% u 80% que tiene el internet.

Aplaudimos la acertada decisión de ayudar y salvaguardar la vida de millones de mexicanos. Sin embargo, los hechos y resultados de esto delatan la improvisación de muchas de las decisiones tomadas por el Gobierno de la 4T, por ejemplo, no tomaron en cuenta que al momento de confinar a los niños en sus casas tienden a estar en un círculo social reducido. Esto quiere decir que, normalmente los niños y jóvenes necesitan gastar energías en jugar, bailar, correr, etc., y debido a la situación que estamos atravesando esto no puede realizarse, situación que se ve reflejada afectándolos psicológica y emocionalmente.

Pronto escuchamos casos muy sonados y lamentables en el mundo donde han llegado al grado de cometer suicidio, debido a la desesperación e impotencia de estar encerrados. En México estas medidas de aislamiento social, físico y emocional para muchos jóvenes han cobrado factura, según datos del Hospital Psiquiátrico Infantil “Juan N. Navarro”, los principales síntomas son depresivos, trastorno de ansiedad.

Y por si fuera poco a esto le sumamos que el 78% de las personas reportaron dificultades para continuar con la educación de niños y adolescentes en casa, por alguna de las siguientes razones: el 48% por falta de computadora e internet y el 31% por falta de apoyo de parte de las y los maestros, por lo tanto, los estudiantes no están aprovechando ni mucho menos aprendiendo con estas medidas.

Las autoridades educativas no contemplaron que hay alumnos que no cuentan con teléfono celular ni tienen televisión, el acceso de internet es limitado para los que no tienen como pagar; algunos alumnos con conectividad pueden acceder a la plataforma Moodle e incluso tener clases por videoconferencia, pero para quienes sólo pueden conectarse a través de recargas. La aplicación de WhatsApp a pesar de que es una herramienta muy útil, no es suficiente para muchos de los casos ya que por este medio se envían fotografías con las actividades a realizar en los libros de texto; pero ¿y los alumnos que no tienen no tienen ni para una recarga?, en otros casos las familias tienen más de 1 hijo en edad de estudiar y con un solo celular, lo que implica más dificultad de para avanzar con sus actividades académicas.

Aprovechando este medio, expondré algunos datos que la Comisión Estudiantil de la organización donde yo orgullosamente milito, ha planteado para apoyar a los maestros y estudiantes. Desde el inicio de la pandemia Antorcha Magisterial junto con los estudiantes de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) y padres de familia enarbolaron varias demandas ante las instancias educativas correspondientes en los tres niveles de gobierno, se las comparto a continuación:

A) internet para todos los estudiantes; b) computadoras portátiles; c) tabletas electrónicas; d) teléfonos inteligentes; e) acondicionamiento de las aulas y sanitarios de todas las escuelas, etc., por medio de oficios, comisiones de presión tanto de maestros como de estudiantes, testimonios de padres de familias, de los mismos jóvenes, incluso  de directivos de varios centros, fueron algunas de las actividades que se hicieron y se siguen realizando para hacerles ver a las autoridades que es necesario invertir en la educación y disminuir la deserción escolar. A pesar de que la Secretaria de Educación Pública (SEP) quiso maniobrar el índice de deserción, hoy datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) nos dicen que más de 5.8 millones estudiantes abandonaron su educación; creo yo, derivado del mal manejo de la pandemia, por la falta de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, la nula distribución de alimentos a los que perdieron su empleo, al careciente apoyo a los estudiantes con las demandas que enarbolan, porque derivado de esto muchos hogares no cuentan con un ingreso monetario estable que logre satisfacer las necesidades básicas como lo son comer y estudiar.

Esto es apenas el efecto del primer año de confinamiento, falta lo peor, se estima que para el término del ciclo 2021 sumaran por lo menos otros 3 millones de niños y jóvenes que deserten de sus estudios. Por lo tanto, los invito a seguir luchando, por lo justo, porque la historia y los hechos nos darán la razón.

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