Pareciera que todo está normal en esta sociedad, pero la realidad de todos los días nos dice que no. En una sociedad como la nuestra con un sistema que prioriza la ganancia a costa de la vida humana y del planeta, cada día que pasa se agravan las consecuencias de la sobreexplotación de los recursos naturales.
La contaminación es uno de ellos, la entidad, en su zona metropolitana, está sufriendo de una contaminación terrible que afecta a todos los que habitamos esta gran urbe y que, de continuar con esta contaminación, aseguran expertos, habrá severas consecuencias en la vida de los neoleoneses.
Es el momento del pueblo, pero debe despertar de su letargo, debe exigir mejores condiciones de vida.
Este fenómeno viene a sumarse a otros agravantes en la vida de los neoleoneses. La población en crecimiento, indiscutiblemente ha obligado a requerir más servicios de todo tipo, en la práctica estos se han visto rebasados.
Otro de los temas que abordo en este escrito es el tema de inseguridad, en lo superficial no tienen relación, pero en lo profundo, en lo que no se ve, sí. Ambos son agravantes del sistema que afectan a la gente, sobre todo a las personas que menos tienen.
Nuevo León es una entidad que ha estado en crecimiento constante de su población, es por tanto que a medida que crece, también crecen las necesidades de servicios. A pesar de que somos muchos los que padecemos los embates del sistema, no estamos organizados lo suficiente y buscar opciones para una vida distinta a la que conocemos.
Todos padecemos y sabemos de los problemas que existen, pero algunos solo nos limitamos a señalar lo que está mal y de lo que se trata es de transformar nuestra realidad social. Para eso no solo se ocupa decisión y valentía, sino conocimiento científico del cómo se puede transformar una sociedad mejor.
Debemos entender que los problemas por los que atraviesa nuestra sociedad mexicana se pueden enfrentar de mejor manera estando todos unidos, organizados y conscientes con la firme convicción de que merecemos una sociedad mejor. En estos tiempos, son días de confusión, pues nos dejamos llevar por las promesas que se hacen con respecto a un país mejor. Lo que sucede después, todos lo conocemos, pues se olvidan de quienes en algún momento confiaron en ellos.
Es el momento del pueblo, pero debe despertar de su letargo, debe exigir mejores condiciones de vida para todos, para las generaciones actuales y futuras, unámonos todos, luchemos todos por el bien de todos.
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