Conforme avanza la campaña electoral para la gubernatura de Veracruz, va haciéndose más claro que las encuestas que le dan una supuesta de más de 20 puntos a la candidata del gobierno, Rocío Nahle García, sobre el resto de sus competidores no reflejan la realidad ni se trata de encuestas serias, con una base metodológica científica, sino que se trata de pura propaganda hecha a la medida de la candidata oficialista para dar la falsa impresión de que su victoria es inevitable. Una artimaña peligrosa, porque busca provocar que mucha gente inconforme con el Gobierno no salga a votar el próximo 2 de junio.
No sería la primera vez que Morena utiliza encuestas sesgadas para inclinar la balanza a su favor y engañar a los ciudadanos. El caso más reciente ocurrió en 2023, durante las elecciones para la gubernatura del Estado de México, pues por varias semanas, incluso días antes del día de la jornada electoral, distintas casas encuestadoras daban a la candidata de Morena, Delfina Gómez Álvarez, una ventaja de más de 20 puntos de preferencia con respecto a la candidata de la coalición PRI-PAN-PRD, Alejandra del Moral.
A estas alturas nadie puede creerse el cuento de que Rocío Nahle lleva más de 20 puntos de ventaja o hasta 30 puntos como ella dice, pues en últimas semanas ha sido señalada como funcionaria corrupta y deshonesta.
Sin embargo, al darse a conocer los resultados de la elección del 4 de junio de 2023, la candidata morenista tan solo ganó con 6 % de ventaja sobre su competidora, lo que demostró que las encuestas promovidas por Morena eran totalmente falsas.
El caso fue documentado por los partidos de la alianza Va por el Estado de México que demandaron a las encuestadoras que daban entre 20 y 26 puntos porcentuales de ventaja a Delfina Gómez, ante el Tribunal Electoral del Estado de México.
Dicho órgano jurisdiccional concluyó que las empresas Mendoza Blanco y Asociados, SC; Electoralia, Datos Eficientes, Decisiones Inteligentes; Gobernarte, SC; Demoscopía Digital, SA de CV; y Votia Sistemas de Información, SA de CV, no tuvieron metodología para realizar los estudios de opinión, con lo cual, señalaron los magistrados del Tribunal, se pretendió maquillar cifras.
Dicha sentencia fue confirmada por unanimidad de votos por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que sancionó a las empresas mencionadas por poner en riesgo la equidad en la contienda, con la difusión de encuestas sin sustento metodológico, al omitir señalar quién patrocinó o pagó la encuesta, así como exponer algún parámetro diverso al mero cálculo de frecuencias relativas de las respuestas de la muestra estudiada.
En consecuencia, se concluyó que las infracciones cometidas ocasionaron que la ciudadanía recibiera información sobre preferencias electorales sin bases objetivas, lo que pudo afectar la equidad en la contienda.
También está documentado que la falsa percepción de triunfo holgado de la candidata de Morena inhibió la participación de muchos ciudadanos que no salieron a votar porque creyeron que la elección ya estaba definida.
El portal periodístico Emeequis señaló en una investigación que una encuesta institucional (no mercadológica ni mediática), con números recabados por una casa encuestadora y luego procesados por el Centro Nacional de Inteligencia (antes Cisen), marcaba una diferencia real entre las candidatas de tan solo cuatro puntos; unos 300 mil votos.
En ella destacaron dos cosas: el hecho de que la brecha entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral era mucho más corta de lo afirmaron las encuestas utilizadas en medios pro morenistas y la tendencia de que la diferencia entre ambas candidatas se fue reduciendo mucho a partir del inicio de las campañas.
Ahora bien, en Veracruz se está haciendo lo mismo, de crear una falsa percepción para confundir a la gente y no salga a votar el próximo 2 de junio, pero a estas alturas nadie puede creerse el cuento de que Rocío Nahle lleva más de 20 puntos de ventaja o hasta 30 puntos como ella misma dice, sencillamente porque en las últimas semanas ha sido señalada en innumerables ocasiones como una funcionaria corrupta y deshonesta.
Durante su gestión como Secretaria de Energía se hizo de siete propiedades por más de 100 millones de pesos, contratos multimillonarios que otorgó familiares de su esposo y compadres para la construcción de la refinería de Dos Bocas y, recientemente, la propiedad de más de diecinueve gasolinerías solamente en Veracruz. Seguramente esto tiene molestos a muchos veracruzanos.
Es imposible que Rocío Nahle mantenga una aceptación como lo señalan los morenistas cuando existen infinidad de pruebas en fotos y videos de que la gente no acude a sus eventos, su discurso no entusiasma y en diversos lugares ha recibido el rechazo público por su desarraigo.
Además, existen diversas filtraciones de conversaciones en redes sociales de la creciente inconformidad de los trabajadores del gobierno estatal, prácticamente en todas las dependencias, que se dicen molestos y cansados de que los obliguen a asistir a los eventos de la señora y promover su imagen bajo la amenaza de que perderán su empleo. Esto se agrega a los pésimos resultados de Cuitláhuac García como gobernador morenista en los últimos cinco años.
Más aún, la semana anterior, Massive Caller, una encuestadora seria cuyos resultados han sido más o menos precisos en otros procesos, dio a conocer que prácticamente hay un empate técnico entre Rocío Nahle y Pepe Yunes, candidato de la oposición.
Esto quiere decir que la elección no está definida y que, con todo y el aparato gubernamental volcado en favor de Nahle, es una completa posibilidad el que pueda ser derrotada en las elecciones del próximo 2 de junio.
Mi llamado es a que no caigamos en la confusión que quiere sembrar el Gobierno, salgamos todos a votar para evitar otros seis años de pésimo Gobierno en Veracruz.
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