Una de las enseñanzas que la realidad nos ha brindado a los antorchistas- a lo largo de 47 años de organizar y encabezar a miles de mexicanos para que logren soluciones a sus problemas más urgentes-se refiere a la necesidad de la organización popular, como mecanismo de lucha para hacer realidad, en alguna medida, los artículos octavo y noveno de la Constitución General de la República.
El ejercicio de estos Derechos Constitucionales, es un verdadero sacrificio de distintas labores cotidianas: faltar al trabajo, abandonar las tareas domésticas, desatender a los hijos pequeños ( o cargar con ellos), hacer gastos imprevistos, dejar de comer, exponerse a las inclemencias del tiempo y al cansancio, entre otras.
Pero, es una verdad indiscutible que los ciudadanos que se deciden a salir a las calles a manifestar su necesidad de ser atendidos y escuchados por las distintas autoridades, a pesar de las molestias que ello les ocasiona, es porque han llegado a la conclusión de que no les queda otra alternativa, porque han entendido que si quieren que su petición sea tomada en cuenta y su problema resuelto, no tienen más remedio que llamar la atención y llevarlo por la calle a las oficinas públicas.
Tal es el caso de varios grupos de colonos, campesinos, amas de casa, estudiantes y jóvenes que se interesan por la práctica de la cultura y el deporte, habitantes todos, de colonias y comunidades pertenecientes al municipio de Valle de Santiago, quienes forman parte de las filas del Movimiento Antorchista, quienes de esta forma ejercen su derecho a la libre organización como instrumento legal para solucionar su problemática.
Haciendo uso del derecho de petición, que la Carta Magna les confiere, el pasado 4 de febrero presentaron ante la persona del ingeniero Alejandro Alanís presidente municipal, un documento en el que enlistaron sus necesidades básicas y más apremiantes, que tienen desde hace mucho tiempo los respectivos lugares donde habitan. Desde luego, que son obras y servicios que representan una posibilidad real de mejorar las condiciones precarias en que viven, que les permitirían una vida más humana y decorosa.
Hablamos de obras de agua potable, drenaje, pavimentación de calles y caminos, construcción de canchas deportivas, apoyo para la práctica de baile y danza folklóricos, entre otras. Nada superfluo y todas al alcance del presupuesto municipal, el cual en varios casos se multiplicará con la convergencia de recursos estatales y federales.
La respuesta del alcalde, en principio, fue alentadora, adquirió varios compromisos; giró instrucciones a los directores de área presentes en la reunión para que avanzaran en la realización de los trámites burocráticos en los casos necesarios; les indicó que instrumentaran visitas técnicas como primer paso en la elaboración de los proyectos ejecutivos en las obras que los requieran y; estuvo de acuerdo en la necesidad una segunda entrevista en los siguientes veinte días para darle seguimiento puntual a los acuerdos y concretar el inicio de algunas de las obras solicitadas, así como la planificación de gestiones conjuntas ante otras instancias de gobierno, como por ejemplo la CEAG y la CONAGUA.
Nada de lo acordado se ha cumplido hasta el momento, ni el más elemental trámite. Mucho menos, la segunda reunión de trabajo con el munícipe, a pesar de la insistencia de quien esto escribe, para que el secretario particular defina la fecha de la entrevista.
Existe preocupación entre mis compañeros antorchistas, porque hay obras como el sistema del agua potable de la colonia Manuel Serrano Vallejo, que por su costo requiere de la participación programática y de recursos de las instancias estatal y federal, cabezas del sector, es decir, si el Ayuntamiento no actúa con rapidez en convenir la obra con la CEAG y la CONAGUA, se corre el riesgo de que las 500 familias que integran el asentamiento, se queden por séptimo año consecutivo sin la solución definitiva de este servicio elemental, que además constituye un Derecho Humano, también consagrado en la ley de leyes que rige nuestra patria, a la cual nos acogemos para la realizar una marcha pacífica el próximo jueves 24 del mes que corre, por las principales calles de la cabecera municipal con la que solicitamos un diálogo con soluciones de parte del alcalde Alejandro Alanís.
Estamos pues, ante el típico caso en el que las soluciones a las necesidades ciudadanas, están detenidas por responsabilidad directa de los funcionarios municipales, quienes serán los responsables de las molestias que sufren los ciudadanos que nada tienen que ver con el problema y también de las molestias que sufren los ciudadanos que, orillados se manifiestan para poder obtener soluciones. Pero además son responsables de la irritación que se produce en la ciudadanía y, en consecuencia del deterioro que sufre la credibilidad y la confianza del sistema político.
Desde este modesto espacio, solicito la superior intervención de la licenciada Libia García Muñoz Ledo, Secretaria de Gobierno, para que a mis compañeros del municipio de Valle de Santiago, se les garantice el irrestricto derecho de organización, petición y obtención de soluciones.
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