MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El verdadero responsable: sobre la “Ley Cero Masnna”

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Con la finalidad de brindar mayor protección a nuestras niñas y niños, especialistas en la materia están utilizando las redes sociales para aclarar que en México todavía usamos erróneamente el término “pornografía infantil” a pesar de que en estándares internacionales ya no se utiliza debido a que revictimiza y sugiere consentimiento, creando lagunas legales. Por ello se exige que lo llamemos como debe ser: Material de abuso sexual de niños, niñas y adolescentes (Masnna) para así cuidar y tener mejores protocolos.

De ahí que el delito de “pornografía infantil” no debería existir, ya que implica una minimización del delito al transmitir la idea de que se trata de un acto consensuado o simplemente válido al ser explícito, cuando en realidad implica una conducta delictiva de explotación sexual y abuso de personas que son vulnerables por ser menores de edad. 

Llamarle pornografía estigmatiza a las víctimas, que son forzadas a participar en actos sexuales. Encima, al centrarse en el término pornografía, se pone en segundo plano la responsabilidad de los agresores que producen, distribuyen o consumen este material.

Por eso es tan importante utilizar una terminología adecuada que refleje la gravedad del delito y proteja los derechos de las víctimas. Asimismo, nombrar las cosas correctamente también ayuda a que no existan lagunas legales y a la mejor protección de los derechos.

Lo correcto es no llamarle “pornografía infantil” sino “Material de abuso sexual de niñas, niños o adolescentes” como en los organismos y estatutos internacionales. Por lo anterior, se debe exigir al Poder Legislativo en México la aprobación e implementación de la “Ley Cero Masnna” ¡ya!

Llamarle pornografía al material de abuso sexual de niñas, niños o adolescentes estigmatiza a las víctimas, que son forzadas a participar en actos sexuales, y además one en segundo plano la responsabilidad de los agresores.

Esta ley propone:

  • La correcta terminología en temas de delitos de índole sexual, adecuándose a las recomendaciones de instancias internacionales en defensa de los derechos de las infancias, lo que implica reformar diversos artículos de códigos penales y legislaciones en la materia.
  • Legislación más estricta: Fortalecer las leyes y regulaciones relacionadas con la producción, distribución y posesión de material de abuso sexual, especialmente en línea. Esto podría incluir penas más severas para los delincuentes y medidas específicas para abordar la explotación sexual en el entorno digital.
  • Colaboración con plataformas digitales: Trabajar en estrecha colaboración con las empresas de tecnología y redes sociales para desarrollar y hacer cumplir políticas más rigurosas contra la distribución y el intercambio de material de abuso sexual en sus plataformas. 
  • Educación y concienciación: Implementar programas educativos en línea y fuera de línea dirigidos a jóvenes y adultos para aumentar la conciencia sobre la explotación sexual en línea y sus consecuencias. Esto podría incluir la formación sobre cómo identificar y denunciar actividades sospechosas.
  • Formación para profesionales: docentes, trabajadores sociales y profesionales de la salud, para que puedan identificar posibles casos de explotación sexual en línea y tomen las medidas adecuadas para proteger a los menores y a otras personas en situación de vulnerabilidad.
  • Líneas de denuncia y apoyo: Establecer líneas de denuncia anónimas y servicios de apoyo en línea para las víctimas y sus familias. También es importante proporcionar asesoramiento legal y psicológico a las víctimas de abuso sexual en línea.
  • Cooperación internacional: Trabajar en estrecha colaboración con otros países y organismos internacionales para abordar la explotación sexual en línea, ya que este es un problema que trasciende las fronteras nacionales. Esto podría incluir la extradición de delincuentes y la cooperación en investigaciones internacionales.
  • Tecnología de detección y seguimiento: Invertir en tecnología avanzada para detectar y rastrear a los delincuentes que producen y distribuyen material de abuso sexual en línea. Esto podría incluir la colaboración con expertos en ciberseguridad y el desarrollo de herramientas de seguimiento.

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