MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El regreso a clases implicará otro golpe a la economía familiar

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En 2020, en Guanajuato el 93 por ciento de niñas y niños de 6 a 15 años asistían a la escuela, mientras que a nivel nacional la asistencia fue de 94 por ciento. Para el año 2022 se tenían registrados 1 millón 200 mil estudiantes de nivel de educación básica, con 56 mil maestros en 10 mil 600 escuelas.

El regreso a las aulas para el ciclo escolar 2023-2024 será el lunes 28 de agosto y concluirá el 15 de julio de 2024, de acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Educación Pública. El gasto en útiles, uniformes, cuotas y materiales adicionales requeridos para el regreso a clases en educación básica significará un gasto de 108 mil 400 millones de pesos para los padres de familia y se estima un gasto entre los 5 mil 500 pesos y 7 mil 500 pesos por alumno, que representa un incremento superior al 10 por ciento respecto al año 2022.

Los gastos económicos por este regreso a clases darán un severo golpe a la ya deteriorada economía familiar en la entidad. Para un trabajador con un mes laboral de 30 días que, gana un salario mínimo, obtiene al mes un ingreso de 6 mil 210 pesos, por tanto, tendrá que gastar prácticamente su ingreso para la compra de lo necesario para regresar a clases de uno de sus hijos, pero la situación se complica si tiene dos o más estudiantes.

En Guanajuato los trabajadores son cada vez más pobres. La pobreza laboral en el estado provoca que miles de familias no cuenten con posibilidades de cubrir sus necesidades básicas con el salario que ganan. El 40 por ciento de los trabajadores en empleos formales e informales, que ronda en los 3 millones, no alcanzan a comprar una canasta básica y, de acuerdo con cifras oficiales, en el tercer trimestre del 2022, la Población Económicamente Activa (PEA) fue de 2 millones 848 mil 237 personas, con un salario promedio de 4 mil 520 pesos.

 El gasto en útiles, uniformes, cuotas y materiales adicionales requeridos para el regreso a clases en educación básica significará un gasto de 108 mil 400 millones de pesos para los padres de familia y se estima un gasto entre los 5 mil 500 pesos y 7 mil 500 pesos por alumno, que representa un incremento superior al 10 por ciento respecto al año 2022.

Tomando como referencia el cálculo hecho por Coneval, el precio de la canasta alimentaria en zonas urbanas es de 2 mil 81 pesos al mes por persona y de mil 598 pesos en zonas rurales. Sí consideramos una canasta para cuatro integrantes promedio en una familia, nos arroja un resultado de 8 mil 324 pesos para zonas urbanas y 6 mil 392 en zonas rurales. De tal manera que, con dos ingresos laborales apenas alcanzaría para los alimentos más básicos, sin contar los servicios de agua, luz, renta, transporte, entre otros gastos.

Si comparamos el sueldo promedio de un guanajuatense con el de un trabajador en el estado de California, en Estados Unidos, donde se gana en promedio 13 dólares por hora, nos damos cuenta qué hay una diferencia abismal en cuanto a las remuneraciones de los trabajadores en el estado. De nada sirve que la entidad sea la sexta economía del país y que sea una región muy atractiva para la inversión extranjera, ya que, para un padre de familia con dos hijos, en educación básica, significará un verdadero viacrucis este regreso a clases.

A esta complicada situación, se debe agregar el incremento de la violencia en el estado, sobre todo, en los homicidios dolosos y los feminicidios que han crecido exponencialmente en la última década. La solución al problema pareciera sencilla: es urgente incrementar el salario de los trabajadores, cuando menos en 50 por ciento y que nadie este por debajo de esta cifra, para que, con su salario pueda pagar un nivel de vida decente para él y su familia.

No hay duda, la actual política asistencialista aplicada por los gobiernos federal y estatal a través de sus programas de “ayudas monetarias” esclaviza a los trabajadores a depender de la migaja social, y de la manipulación del gobierno en turno y ya está demostrado históricamente que, así no se acabará con la pobreza en la que viven millones de mexicanos. Solo un gobierno que tenga como preocupación fundamental el crecimiento económico con una distribución más equitativa de la riqueza social y la creación de más fuentes de empleos y salarios bien remunerados dará la posibilidad a los trabajadores de la construcción de un mundo mejor para todos, pero para ello sigue siendo necesaria la organización y educación de todo el pueblo y entre más pronto mejor.

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