MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El pueblo reclama justicia para nuestros compañeros

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“El estado no es un aparato neutral, al servicio de toda la sociedad, como pretenden hacernos creer los capitalistas. El estado ha servido siempre a los intereses de quienes han tenido el poder económico. Los gobiernos capitalistas en nuestro país han utilizado frecuentemente las fuerzas armadas y a la policía para reprimir a los trabajadores cuando sus luchas ponían en peligro su sistema de dominación: allí están como mudos testigos las numerosas masacres en las que la clase obrera ha derramado su sangre”. Este párrafo, que escribió Martha Harnecker, en el libro ¿Qué es la sociedad?, es una representación muy ilustrativa y cierta, que sucede en nuestros tiempos.

Comienzo de esta manera mi escrito, por lo sucedido hace ya 55 días en el estado de Guerrero, el terrible asesinato de nuestros queridos compañeros de lucha Conrado Hernández, Mercedes Martínez y su pequeño hijo. No ahondaré mucho en los hechos al momento del asesinato, ya que se han escrito cientos de líneas analizando perfectamente como se dieron los sucesos.

Tuve el gusto de trabajar con Mercedes y Conrado cuando fui dirigente estatal de la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) en Sonora, ellos pertenecían al comité ejecutivo de la federación, y puedo afirmar que teníamos a dos compañeros que estaban claramente comprometidos con su trabajo diario para transformar esta sociedad, esta sociedad llena de injusticias para la clase humilde.

Conrado se encargaba de publicar todo el trabajo que hacíamos los estudiantes dirigentes de aquella época, fungía como vocero nacional de la FNERRR, y en su labor diaria se percibía una preocupación para dar a conocer todos los abusos y atropellos en contra de los estudiantes, como la falta de aulas en las escuelas, mobiliario, becas para los estudiantes, creación de nuevas escuelas, equipamiento de casas de estudiantes y muchas otras carencias que tenía y sigue teniendo el estudiantado humilde en nuestro país.

Por su parte, Mercedes, siempre preocupada por la parte financiera de la federación, se podía ver en su persona una preocupación por mantener una independencia económica para seguir luchado contra el sistema, era la tesorera de la federación, tenía claro que se necesitaba mantener una economía fuerte y constante para mantener la lucha que se libraba en varios estados por la FNERRR. Después de su periodo en la federación, continuaron su lucha en la organización de colonos y campesinos, donde encabezaban a miles de familias humildes que en ellos veían un liderazgo honesto, persistente y humilde.

El pasado miércoles 25 de mayo, los antorchistas de Sonora nos unimos a la jornada de protesta nacional para exigir justicia para nuestros compañeros, ya que, hasta ese día, en la Fiscalía del Estado de Guerrero no habían avanzado en las investigaciones de los hechos, y la gobernadora morenista, Evelyn Salgado Pineda, tampoco se había tomado la molestia de recibir a la comisión antorchista para plantearle de manera directa el terrible suceso.

Así como lo cito al principio de este escrito, con el comportamiento del Gobierno del estado de Guerrero y su aparato estatal, el conjunto de todos sus tentáculos, podemos afirmar que el estado está al servicio de los poderosos, no de la clase humilde, y el ejemplo más reciente, es este, el nulo resultado para dar con los culpables del asesinato de nuestros dos compañeros y su pequeño hijo. Pero también ahí está la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que conmovió en varios países, y hasta ahora no ha habido justicia, solo pretextos con argumentos de que se sigue investigado, que por cierto, en 2018 el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, se reunió con los padres y familiares de las víctimas, y se comprometió a esclarecer los hechos a través de la creación de una comisión de la verdad; hasta la fecha, el tema sigue igual como lo dejó el gobierno anterior.

Conrado y Mercedes lucharon toda una vida para conquistar mejores condiciones de vida de miles de familias, organizaron a miles de colonos, estudiantes, campesinos humildes y denunciaron las injusticias que se comenten en este país.

Hoy, a los antorchistas que seguimos en pie de lucha, nos toca denunciar y luchar para que se haga justicia, para que los asesinos materiales e intelectuales paguen su condena en la cárcel. Sabemos que el aparato estatal está al servicio de los poderosos, y que aquí en nuestro país no ha existido nunca una justicia igual para todos los ciudadanos, que existe la ley contra pobre y la ley del rico, pero también sabemos que esto solamente puede cambiar si al pueblo humilde se le organiza, se le educa y se le concientiza para tomar el poder en sus manos. Esto es justo y necesario, tomar el poder político y cambiar este régimen capitalista por uno más justo, donde todos tengan una mejor calidad de vida, donde la riqueza se distribuya de manera equitativa y se combata la pobreza en serio, hacer esto es también hacerle justicia a nuestros compañeros y a su pequeño hijo.

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