La preparación artística ha sido uno de los puntos principales que el Movimiento Antorchista Nacional ha tomado en sus manos; nuestro movimiento ha sido el mayor impulsor de la práctica de las diferentes artes a lo largo y ancho del país. Hay eventos que se organizan a nivel nacional que pueden dar fe de ello.
Miles de jóvenes artistas han salido de las filas del antorchismo, maestros que se han dedicado a llevar el arte a los pueblos y comunidades más marginadas, a esas comunidades en las que aún hacen falta los servicios básicos. Nuestra organización gestiona no sólo estos servicios básicos, sino que también nos hemos propuesto alimentar el espíritu de los más desprotegidos de nuestro país.
Cada evento que se realiza en cualquier punto de la geografía mexicana, ya sea de protesta o de festejo, se ve siempre engalanado de coloridos vestidos, voces que hacen parecer que escucháramos a los mismos ángeles y poesías que logran estremecer el alma de todos los presentes.
Así serán nuestros eventos del 45 aniversario del Movimiento Antorchista, eventos que serán de protesta para exigirle a los gobiernos federal, estatales y municipales que volteen a ver las necesidades materiales que tienen los mexicanos, que se den cuenta de que lo que pedimos son obras, no moches, obras que logren mejorar la calidad de vida de los millones de mexicanos que en pleno siglo XXI siguen muriendo de enfermedades curables, o que mejoren las condiciones que existen en comunidades a las que aún se les niega el agua potable; millones de familias que siguen no viviendo, sino sobreviviendo, con un salario que no satisface ni las necesidades básicas de sus integrantes. Esto sólo por hablar de las necesidades materiales.
Pero, ¿qué pasa con las necesidades de carácter espiritual? Todos los seres humanos las tienen, pero poco a poco se han ido perdiendo o dejando en el olvido por parte de los que pudieran ofrecer este tipo de satisfactores del alma, pues el arte, algo que surgió como una forma de expresión del pueblo, algo que es tan bello, hoy, debido al modelo económico en el que vivimos, se ha convertido en una mercancía más, a la que desafortunadamente ya no tiene acceso el pueblo, pues ahora para poder disfrutar de un buen evento artístico, es necesario pagar, y el pueblo, que difícilmente tiene el recurso para cubrir sus necesidades básicas, menos tiene para pagar por ver arte.
Es por eso que el antorchismo nacional se ha dado a la tarea de difundir el arte de todas las maneras que le ha sido posible, creando grupos culturales por todo el país, impulsando escuelas de arte de donde salen los profesionistas que parten, luego de concluir sus estudios, a diferentes estados para aplicar lo aprendido; de esto puede dar fe el Instituto Macuil-Xóchitl, institución que se encuentra en la ciudad de Puebla.
Pero también, cada uno de nuestros eventos políticos se ven plagados de arte; de cada uno de ellos, al terminar, sale la gente sonriente, feliz, y eso nos deja a nosotros con la convicción y la seguridad de que el arte debe regresar a sus orígenes, pues esta es una de las armas transformadoras más poderosas, ya que logra sensibilizar al hombre y darle la esperanza de que un mundo más justo y más bueno, es posible.
El día 25 de agosto, en el marco de la celebración de los 45 años del Movimiento Antorchista, jóvenes que van desde los 12 años hasta la edad universitaria, darán una muestra de lo que han venido trabajando desde hace varios meses para presentar a los antorchistas del Occidente del país un banquete cultural digno de los festejos del antorchismo nacional.
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