Los antorchistas de todo México nos hemos preparado, conscientemente, para ir de manera voluntaria al magno evento del 45 aniversario de nuestra querida organización: Antorcha Revolucionaria. No nos mueven sentimientos malsanos, ni rencores, ni sentimientos revanchistas, tal actitud es acorde a nuestra pertenencia a las clases más desposeídas de México, ya que la mayoría de quienes por 10, 15, 30 o 45 años hemos militado en este gran movimiento social, llámesenos campesinos, colonos, estudiantes, choferes, docentes, indígenas, etc., provenimos de las entrañas del pueblo trabajador, y por tanto, desde sus inicios, hemos constatado que el Movimiento Antorchista Nacional ha hecho suyas nuestras necesidades más apremiantes: redes de agua potable, drenajes, servicios de energía eléctrica, pavimentos, proyectos productivos, aulas, claves para escuelas, casas de salud, casas de cultura, apoyos para enfermos, plazas para maestros, etc. Resulta muy larga la lista de cuánto el antorchismo viene haciendo para dignificar la existencia de los mexicanos más vulnerables.
Además, nuestra querida organización nunca ha buscado privilegios, en sus 45 años de existencia ha acudido al llamado del pueblo que ha necesitado el auxilio de este humanista movimiento, por lo que Antorcha ha estado presente y mejorado sustancialmente la vida de los rarámuris de Chihuahua, de los pescadores de Sonora, de las sierra de Durango, Nayarit, Puebla o Chiapas; las partes más inhóspitas de la gran geografía mexicana son atendidas, en sus necesidades, por nuestro fraterno movimiento. Y muchas veces lo ha realizado bajo el fuego artero del cacicazgo, que con gran rabia ha pretendido parar nuestro accionar, ya que considera lesionamos sus mezquinos interese de seguir explotando a los pobres, para aumentar sus arcas y propiedades.
Antorcha ha venido pregonando entre sus hermanos de clase: ya no seguir siendo carne de cañón, ya no permitir que el hacendado los explote y los tenga viviendo en la miseria y la marginación, ya no permitir a las autoridades, de todo tipo y nivel, que no le devuelvan la riqueza producida con su sudor y lágrimas. Esto es lo que verdaderamente molesta a los hombres del poder y por eso han acribillado, a mansalva, a gente valiosísima de nuestro movimiento. Entre la lista de los compañeros caídos se encuentra: la maestra Clara Córdova Morán, su esposo y su sobrino Edgardo Campos que fueron asesinados en Tecomatlán, Puebla; a Manuel Hernández Pasión y Máximo de la Cruz Rivera, en Huitzilan de Serdán; a Benito Quezada en Chiapas; a Miguel Cruz José en Oaxaca; a Manuel Serrano Vallejo en el Edomex, a María Ana Bautista Hernández en Hidalgo y a tantos otros compañeros que han dejado la vida en el sendero de lucha y que los gobiernos en turno y anteriores, se han mantenido callados y no dan respuesta ni castigan a los asesinos.
Queda claro que el único delito del Movimiento Antorchista es educar y poner a luchar a los trabajadores de nuestra amada patria; consideramos que estamos en nuestro derecho de exigir solución a los graves problemas por los que pasan nuestros hermanos mexicanos y nos asiste la razón, porque no es justo que un puñado de familias encumbradas se queden con las 99 partes del pastel y a los verdaderos productores del mismo les quede un mísero pedazo.
Por todo lo anterior y para pedir respeto para nuestra organización, a todo lo largo y ancho de la patria, los antorchistas de Atempan, Yaonahuac, Tételes de ávila Castillo y Hueyapan, en el estado de Puebla, estamos listos y puestos, para festejar el próximo 10 de noviembre, en punto de las siete de la mañana, los 45 años de existencia del MAN.
Invitamos a propios y extraños a acudir al magno evento, a cerciorarse con sus propios ojos que los antorchistas estamos vivos y dispuestos a seguir en la lucha hasta lograr nuestro objetivo fundamental: desterrar la pobreza y conseguir mejores condiciones de vida para todos. Tal y como nuestro líder nacional, el ingeniero Aquiles Córdova Morán ha anhelado desde que decidió dedicar su vida a forjar una mejor y más digna patria para todos.
"Yo sueño con un mundo de luces solamente
donde el hombre trabaje y viva sin llorar
donde el alma se expanda y vibre tiernamente
como el ave que canta, como el cielo y el mar.
"Donde todos los seres tengan pan y vestido,
donde todos los niños tengan aula y hogar..."
¡Vamos todos al 45 aniversario de los pobres, de los trabajadores, de los mejores hombres y mujeres de México! ¡Felicidades antorchistas de México!
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