Recientemente se conmemoró un día más de la masacre en un espacio de la ciudad de México, en donde un gobierno represor culminó su objetivo, de “calmar” las aguas antes de que se celebraran los juegos olímpicos de 1968, en donde un presidente giró la instrucción de este lamentable hecho que el país completo sigue recordando con dolor e impotencia.
Sin duda, algo que marcó la historia de México, fue el 2 de octubre del año 1968, en donde estudiantes se manifestaban de una manera que exigían al gobierno, pero que éste no optó por una alternativa de solución ante las exigencias de los estudiantes, y decidió “acorralarlos” y darles el tiro de gracia a decenas de éstos, y lo grave de este asunto fue tal, que no se tiene cantidad exacta de los estudiantes muertos, lo cual causó consternación en todo el país, situación que hasta la fecha sigue generando esa incertidumbre, esa impotencia en los mexicanos que siguen recordando esa fecha tan lamentable.
Del presidente de esa fecha se dice demasiado, pero lo que es una realidad es que Gustavo Díaz Ordaz fue el que dio la orden para que se presentara esta matanza en la plaza de las tres cultura, y que pareciera que ya se quedó en el olvido, pero la realidad es que en los medios de comunicación, redes sociales y demás formas de comunicación siguen proyectando este hecho que causó un dolor enorme en el sector estudiantil pero de manera general los mexicanos recuerdan año con año a un solo grito, “2 de octubre no se olvida”, haciéndole saber a los integrantes del partido político que gobernaba en aquel tiempo de que no se hace a un lado lo atroz que fue el gobierno de Díaz Ordaz, a quien se le puede responsabilizar por tan sanguinario acto, y utilizar el sistema de estado para aplastar un grupo de estudiantes que solo se manifestaban, y quitar la vida a varias decenas de estos, situación que fue sorpresa en su momento, y hasta la fecha.
En la actualidad se han dado algunas eventualidades de manifestación, pero que ya no es lo mismo, porque ahora juegan papel demasiados factores para que no se dé una eventualidad de tal magnitud, al menos orquestada por un gobierno, pero en México se sigue recordando este hecho, y que los que conocen de historia saben la gravedad de aquella masacre en Tlatelolco, y que durante décadas muchos minimizaron este hecho tan cruel, y que ¡2 de octubre no se olvida!
Si hay algo distinto, es que en aquellos acontecimientos los estudiantes sufrieron el poder del estado autoritario provocando el derramamiento de sangre, en cambio, ahora Morena persigue a la oposición de forma sistemática desde que asumió el poder federal y es difícil de calificar que es peor, si sufrir por las balas asesinas o aguantar la persecución permanente y el escarnio público que hace recordar los tiempos en que obligaban a los acusados a usar el Sambenito como símbolo de la inmoralidad encarnada, de acuerdo a la visión del inquisidor López Obrador.
Por eso, los mexicanos conscientes no debemos quedarnos conformes repitiendo las frases como “el 2 de octubre no se olvida”, que se limita a denunciar el derramamiento de sangre que ejecutó el gobierno con el silencio cómplice de las clases adineradas, a las que siempre les preocupan los movimientos sociales en razón del riesgo que tienen sus fortunas. Hoy la clase trabajadora de México sigue siendo sobre explotada y el gobierno sigue protegiendo los privilegios de los capitalistas, que como se dijo antes, hacen negocios con el estado protector, como el de antes, aunque ahora se declare que son primero los pobres.
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