La política tradicional y de arribismo político se caracteriza por la descalificación del oponente, no importando utilizar mentiras, calumnias y ofensas, lo importante es hacer a un lado al opositor; para luego, libre el camino, ascender o mantenerse en el poder, este tipo de política se exacerba cuando se confirma que el competidor es superior y lleva la delantera.
Aunque en estos momentos no hay elecciones en Puebla, algo de este tipo de política está pasando con los morenistas poblanos; llegaron al poder con un triunfo pírrico pues la participación ciudadana fue la más baja de la historia de una elección a la gubernatura; sólo votaron el 33% de los ciudadanos enlistados en el padrón electoral y, de esos, menos de la mitad (40%) apoyó al candidato a gobernador de Morena.
Frente a una situación de debilidad y escaso apoyo popular se esperaría que políticos inteligentes hagan un llamado a la unidad de la ciudadanía y se comprometan a respetar los derechos de las minorías, porque por ser minorías no pierden sus derechos legalmente establecidos y porque la suma de las minorías resultan ser la mayoría; así como, comprometerse a resolver las demandas y peticiones de la ciudadanía en general, con el objetivo de conseguir el bienestar y preservar la tranquilidad de los gobernados.
No obstante, políticos de mala entraña, fieles a su servilismo político para granjearse canonjías económicas del poderoso, como Javier Arellano, periodista de Diario Cambio, propone allanar el camino para mantener el poder reprimiendo a un prestigiado competidor político, como lo es el Movimiento Antorchista.
El periodista de marras repite con cerebro y voz de loro, las mismas calumnias que se han proferido desde la primera magistratura contra el Movimiento Antorchista, para luego preguntarse: "¿Cuál será la postura de Barbosa ante la ‘Antorcha Mundial’?" Es intentar intimidar a los antorchistas afirmando que varios líderes están siendo investigados y que están en la mira y concluir con una amenaza. Aunque Barbosa no se ha pronunciado, no es un gobernador que se deje intimidar, dice el columnista.
En primer lugar, no aceptamos el "desafío o duelo" que lanza un speriodista bobo e insignificante que usa lenguaje de gatillero, contra la organización; que levante su pañuelo Javier Arellano para limpiarse la nariz.
El Movimiento Antorchista, confiando en que prevalece el Estado de Derecho en Puebla y en la nación entera realizará sus gestiones de obras y servicios en favor de los poblanos que representa y será sólo con base en la respuesta del actual gobernador del estado que dará su opinión y actuará siempre conforme a la ley.
Esperamos que Miguel Barbosa Huerta gobernador del estado de Puebla gobierne con inteligencia y con respeto a los derechos constitucionales de todos los poblanos; esa debe ser la postura del gobierno de Puebla y eso esperamos los antorchistas.
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