MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Campo yucateco clama apoyo del Gobierno estatal

image

El campo es fundamental para la economía del país; sin embargo, las cifras sobre la situación de la pobreza rural y el hambre en México representan una realidad complicada ya que a pesar que el campo es el sector que le da seguridad alimentaria a todos los mexicanos, este sector está lejos de ser prioridad para los tres órdenes de gobierno, cuya preocupación debiera manifestarse en la  asignación en cantidad suficiente de recursos presupuestarios a programas destinados a mejorar la calidad de vida de los trabajadores agrícolas. Pero la “nueva” política de apoyo al campo, impulsada por el Gobierno de la “Cuarta Transformación”, está lejos de contemplar un verdadero repunte en éste, donde los grandes ausentes de los programas prioritarios, siguen siendo los pequeños productores y los jornaleros, ya que, en el caso de los últimos, no existe ningún programa específico que los beneficie.

Si bien el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022 prevé un aumento del 4.1 por ciento a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, respecto a 2021, este incremento sigue resultando insuficiente, considerando que 55?por ciento de los habitantes de zonas rurales se encuentran en situación de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), e incluso, el monto para 2022 -53 mil 88 millones-, está 27 por ciento por debajo del presupuesto asignado en 2019 que fue de 73 mil 542 millones de pesos. Esta es la insignificante importancia que el actual Gobierno federal le da al campo, que tiene como tarea principal, proveer de alimento a todos los mexicanos y en particular a los más pobres que producen para el autoconsumo que viven en las zonas rurales del país.

La inconformidad ante la ausencia de un verdadero apoyo al campo no se ha hecho esperar. En todas las entidades del país, los campesinos pobres, las mujeres y los jornaleros claman por la asistencia del Gobierno, ya que la situación se agrava más cada día. Recientemente con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, un grupo importante de mujeres campesinas denunciaron: “las mujeres campesinas no necesitamos limosnas ni programas asistenciales. Requerimos herramientas para impulsar nuestro trabajo y que se convierta en una economía que satisfaga las necesidades de nuestras familias, sobre todo los casi 5 millones de mujeres en extrema pobreza que viven en el campo” (El Sol de México, 08/03/2022).

Para quienes viven en zonas rurales, la situación económica va en detrimento y los campesinos pobres requieren de verdaderas soluciones por parte del Gobierno federal, estatal y municipal. Sin embargo, debido a que el campesino solo no ha encontrado eco a su demanda, de manera organizada, hoy reclama su participación en los apoyos a los que tiene derecho, lo que ha provocado la desaprobación de los funcionarios en turno, que fieles a la política presidencial lopezobradorista, con el sobado discurso de no tratar con organizaciones ni “intermediarios” y que las ayudas del Gobierno a las familias necesitadas serán directas, se niegan a resolver.

En Yucatán, un grupo de mil 500 campesinos organizados en el Movimiento Antorchista, han solicitado al Gobierno del Estado que la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán, proporcione a pequeños productores agrícolas su acceso a productos subsidiados para la temporada de siembra primavera-verano 2022, así como a pequeños ganaderos y apicultores a través del programa “Peso a peso”, pero la negativa es reiterada, “ya saldrá la convocatoria y podrán inscribirse” -dicen-, tal y como ha ocurrido desde el inicio de la presente administración estatal.

Los insumos solicitados son indispensables para las labores productivas: fertilizantes, herbicidas, insecticidas, bombas fumigadoras, azúcar para uso apícola, carretillas, tinacos, entre otros productos; como se ve, medios de producción sumamente básicos para la actividad agropecuaria. 

A los funcionarios encargados de resolver, poco les importa la situación que padecen miles de familias indígenas que viven del campo yucateco, “argumentan” que el trato es igual para todos los ciudadanos, nada les duele que sean éstas quienes más sufren pobreza por la pandemia de la covid-19, los estragos ocasionados por los fenómenos naturales que arrasaron prácticamente con la producción en 2020, ahí siguen. Según datos del Coneval, la mayoría de los pobres de la entidad viven en zonas rurales y Yucatán es el estado con el mayor número de municipios en los que se expandió la pobreza nutricional de la última década y poco se hace por remediar el mal.

La indolencia gubernamental nos ha llevado a los antorchistas a denunciar la falta de sensibilidad y respuesta positiva a estas necesarias demandas de los campesinos, es claro que la falta de soluciones responde a maniobras calculadas de los funcionarios para desalentar y deslegitimar nuestra lucha, sin embargo, no dejaremos de insistir.

Sabedores que el derecho y la justeza de nuestras demandas nos asisten, a los antorchistas no nos amedrenta la machacona campaña contra los “intermediarios” que está de moda a nivel nacional y en Yucatán, seguiremos denunciando la falta de solución a éstas y otras sentidas demandas de grupos urbanos, a través de mítines, cadenas humanas, volantes, pintas y de persistir la negativa, marcharemos por las principales avenidas de la capital del Estado, pidiendo al señor gobernador, Mauricio Vila Dosal, -catalogado por algunos como el mejor del país- intervenga para que sean resueltas sus peticiones. Antorcha no quiere moches, ni dinero, sólo que sus agremiados, como todo mexicano, puedan acceder a los más elementales beneficios.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más