Quisiera comenzar por hacer un reconocimiento fraterno, solidario y seguramente insuficiente para agradecer al Sector Salud, público y privado, pues ha sido el primero en responder y ponerse al frente en todas las contingencias que han asolado a nuestro país; y ahora hacen frente a esta pandemia ocasionada por el coronavirus.
La magnitud del problema ha rebasado por completo las proyecciones que tenían todos los niveles de gobierno de la autollamada 4T. Los errores son muchos y la negligencia que en estos momentos está mostrando el gobierno es verdaderamente ¡criminal! Es devastador e indignante la forma en la que quieren esconder el problema para no mostrar lo que a todas luces el "pueblo bueno" está sufriendo; ahora que ya vimos el abismo en el que estamos entrando, callan al pueblo y lo dejan desarmado, hacen circo y dando pan para que se justifique el castigo público a quien no esté de acuerdo y quiera expresarse. Ejemplos de este desastre lo vemos en todos lados, legislan leyes a modo, quitan garantías a los mexicanos, usan la fuerza pública, reprimen la libertad de expresión, hay selectividad en sus padrones, endeudamiento público, encarecimiento de servicios; lo peor de todo es que lo hacen en medio de juegos mediáticos para justificar que ellos si toleran la crítica, como pasó con la puesta en escena de hace unos días con una conocida televisora amiga del presidente, pero me reservaré para otra ocasión ese tema.
Todo lo anterior lo digo por la forma grosera e intimidatoria en la que las autoridades de la Secretaría de Salud, por no decir la presidencia de la República, han ordenado que los médicos y trabajadores de la salud se queden callados, que el problema está controlado y que tienen todas las herramientas necesarias para poder realizar su tan noble trabajo. Pero la realidad es terca y en algún momento nos pega en la cabeza, el líder de la 4T no está exento.
Por indicaciones del presidente, la cara ante esta pandemia no es ni siquiera del Secretario de Salud, sino el doctor Hugo López-Gatell, de quien no pongo en duda su capacidad; lamentablemente tiene bajo sus hombros una tarea degradante: ser vocero de lo que se le ocurra al Presidente, de maquillar los datos sobre cómo avanza la pandemia día a día, etc. Por espacio pondré sólo dos ejemplos, muy vistos por cierto y que parecieran salidos de alguna revista cómica; primero, el Presidente invita a la gente a que siga saliendo, que siga su vida normal, pero el mismo día el Subsecretario López- Gatell pedía desesperadamente a la población que comenzara el "quédate en casa" y respetara la "sana distancia". Segundo, el presidente dice que fuimos de los primeros en el mundo en prepararnos para la pandemia, pero la realidad dice que eso no es cierto; miles de profesionales de la salud han tenido que salir a las calles a exigir, a implorar ser escuchados, a pedir que dejen de mentir al pueblo, porque los que dan la cara y hasta su vida por esas mentiras son ellos, los profesionales de la salud.
Hemos visto en las últimos días cómo los hospitales son abarrotados por enfermos por la covid-19, pero ahí no estamos contando a los enfermos por otros padecimientos, está documentado que ya no tienen camas, que el personal médico, enfermeras, camilleros, choferes, personal de aseo en hospitales y todos los involucrados en salvar vidas, no tienen material para curar ni para protegerse a sí mismos, por lo cual muchas veces han sido hasta agredidos por gente que está desinformada, poniéndole culpas al que está arriesgando su vida por salvar al pueblo. A esa gente hay que explicarle que a quien deberíamos exigir mejores condiciones y que ponga todos los recursos del país para salvar a la población es al gobierno.
Aunado a ello, siguen las inversiones millonarias que no tienen ni causa ni forma en estos momentos. Tenemos un gobierno ciego y sin corazón que en lugar de destinar recursos y garantizar las condiciones para que el país pueda salvarse, viven en un mundo que solo está en su imaginación, en donde la economía, la política y la salud se comporta como él se lo imagina.
Amigas y amigos, hago un llamado a la solidaridad con nuestros médicos y trabajadores de la salud, a que los apoyemos, a que los respetemos y a que, unidos como una sola voz, exijamos al gobierno que atienda sus necesidades pues ellos son el primer frente de batalla ante este problema que azota al país, respetemos las recomendaciones del sector salud y hagamos valer el derecho de exigir que se den las condiciones necesarias para realizarlas; el Movimiento Antorchista, se solidariza con todos los médicos y trabajadores de la salud, para elevar la voz de denuncia y que esperemos muchos de ustedes compartan compañeros y amigos lectores, tengan la seguridad que con nuestros limitados recursos mediáticos estaremos alzando la voz por quienes más lo necesitan.
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