La próxima elección del 2 de junio, considerada por las autoridades como la más grande en la historia reciente de México por la cantidad de cargos de elección popular que están en juego: 20 mil 708, según el Instituto Nacional Electoral (INE), incluidos puestos federales como la presidencia de la república, 500 diputados y 128 senadores.
Aunque legalmente la campaña para la elección federal arrancó el 1 de marzo, la realidad es que estas iniciaron, para el caso de la elección federal, desde que López Obrador llegó al poder, en 2018, igual que sucede siempre en los estados y municipios, para dejar a sus delfines para que les cuiden las espaldas.
Las encuestas dadas a conocer hasta ahora no siempre reflejan la realidad, sea porque los encuestados no siempre expresan la verdad, por indecisión, o porque no faltan encuestadoras “patito”.
En el caso de los candidatos a la presidencia de la república, sus principales propuestas de gobierno son esencialmente las mismas que han hecho todos los candidatos, cada seis años, lo que evidencia que son solo eso, promesas; y que quienes llegan al poder hacen muy poco o nada por cumplirlas: seguridad, educación, salud, violencia de género, economía, medio ambiente, movilidad y grandes obras que siempre terminan costando el doble o más de lo presupuestado y programas sociales.
Las encuestas dadas a conocer hasta ahora, que no siempre reflejan la realidad, sea porque los encuestados no siempre expresan la verdad, por indecisión, o porque no faltan encuestadoras “patito”, que cobran por decir lo que los candidatos quieren, manifiestan que la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, lleva la delantera.
Por ejemplo, la encuesta más reciente de la empresa Mitofsky, aplicada del 14 al 17 de marzo a mil 600 adultos de todo el país, con credencial para votar, realizada en viviendas, reveló que Sheinbaum, candidata de la alianza “Juntos hacemos historia”, continúa a la cabeza de las preferencias electorales con más de 21.7 puntos porcentuales de ventaja frente a Xóchitl Gálvez, de la coalición “Fuerza y Corazón por México”.
Otra encuesta realizada por la empresa de investigación de mercados y opinión pública, “Parametría”, maneja datos similares. Su encuesta de febrero le dio a Sheinbaum 49 % en la intención de voto, 20 puntos porcentuales de ventaja frente a Xóchitl Gálvez.
El estudio fue aplicado a 800 personas mayores de 18 años en todo México entre el 7 y el 11 de febrero y seguramente que en la medida que se acerque la fecha de la elección, la competencia se irá intensificando.
Para el caso particular de las elecciones en el estado de Querétaro, están en juego 436 cargos de elección popular: 227 propietarios y sus respectivos suplentes, 25 diputados locales, quince de mayoría y diez plurinominales, y los dieciocho ayuntamientos, disputados por ocho partidos políticos: PAN, PRI, PRD, Morena, PT, Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC), Querétaro Seguro (QS) y candidatos Independientes. Diez de los candidatos a presidentes municipales y doce candidatos a diputados locales van por la reelección.
Mientras algunas encuestas sobre la preferencia electoral de los queretanos dan una ventaja a la candidata de Morena a la presidencia de la República, en las candidaturas locales es el PAN el que aparece como puntero, aunque en varios casos con márgenes muy pequeños en los principales municipios y distritos, como en la capital del Estado, San Juan del Río, El Marqués, Cadereyta, y en algunos casos con desventaja, particularmente en algunos distritos electorales federales, lo cual indica que el poder cuando no se usa en beneficio del pueblo, también desgasta.
Lo que sí es un hecho, es que los partidos de oposición en el estado han crecido, y como a nivel federal, en Querétaro también son necesarios los equilibrios. Los antorchistas del estado, al mismo tiempo que trabajan en la formación de su estructura para la construcción de un partido que represente en serio y vele por los intereses de todos los mexicanos, evalúan con detalle el uso de su voto el próximo 2 de junio, tomando en cuenta las propuestas y resultados concretos de los candidatos, están convencidos de no dar un solo voto a quienes les han negado sus derechos a tener una vida digna.
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