MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¡Antorchistas de Quintana Roo sigamos organizados y en pie de lucha!

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Algunos antorchistas que ya tienen varios años participando en la organización social y política denominada Movimiento Antorchista, en Quintana Roo, entre ellos los que llevan más de 20 años participando y que, de manera organizada y pacífica, han luchado por la solución de muchas demandas de carácter social, educativo, cultural y deportivo, como es la obtención de lotes para vivienda, construcción de escuelas, albergues estudiantiles, electrificación, redes de agua potable y drenaje, pavimentación de calles, construcción de guarniciones y banquetas y otros servicios públicos, han llegado a pensar que ya han participado y luchado demasiado y que ya les corresponde descansar.

Pero la lucha por alcanzar mayores niveles de bienestar tanto material como espiritual, no es temporal, es decir, no solo dura algunos años, sino que es permanente, para toda la vida; pues es la forma en que el ser humano, de generación en generación, va conociendo gradualmente la realidad en que vive, la naturaleza que lo rodea, el medio social en que se desenvuelve y las ideas y ciencias que se van desarrollando para transformar dicha realidad y hacerla más amigable con el género humano; es permanente como lo es comer, bañarse, lavar la ropa, los trastes que utilizamos para preparar nuestros alimentos o lavar las herramientas y máquinas que utilizamos para producir los demás productos que consumimos en nuestra vida diaria.

De este mismo modo, es permanente nuestra participación en la lucha por seguir mejorando y desarrollando las condiciones materiales y sociales en que vivimos, para dejarles un mundo mejor a las nuevas generaciones; aunque las pasadas, que han vivido bajo el régimen capitalista de producción (sistema en donde se ha producido la mayor cantidad de riqueza material en la historia de la humanidad, parecido a un inmerso arsenal de mercancías jamás antes visto) y que, a causa de su egoísmo y ansiedad de obtener la máxima ganancia, y las más grandes concentraciones de riqueza en unas cuantas familias de plutócratas que no rebasan el 10 por ciento de la población total de una entidad federativa o del país entero, mientras que el resto de la sociedad, que son la gran mayoría, cada vez se sumerge en la más profunda desigualdad social y en la más terrible pobreza.

Esta altísima concentración de la riqueza que existe en nuestro país (y en muchos países capitalistas del mundo) y su concentración en unas cuantas manos provocan una serie de grandes problemas, que en vez de disminuir, se incrementan como una bola de nieve, que empieza a caer de una montaña nevada, y que al llegar a sus faldas, cae como una gran avalancha de efectos desastrosos; así se van acrecentando los problemas y carencias en la sociedad de nuestros días y quienes sufren sus funestos efectos son la gran mayoría de la sociedad, que son los trabajadores; que, paradójicamente, son los que producen esa gran riqueza material de la que son despojados a través de la explotación de su trabajo asalariado (el capitalista no le paga al trabajador el valor de su trabajo, sino solamente una mínima parte, equivalente al valor de su fuerza de trabajo, que no es más que el valor de las mercancías necesarias para la manutención de él y de su familia).

Éste fenómeno económico es la causa de la mayoría de los males que padece nuestra sociedad; por esa razón, aunque hayamos luchado y trabajado por mejorar algunas de las condiciones materiales y espirituales de nuestra colonia, comunidad, escuela o centro de trabajo, no debemos desfallecer, no nos debemos conformar con algunos avances y logros materiales, sino que debemos organizarnos de mejor manera, pertrecharnos teórica y materialmente, para dar una lucha más amplia y de mayor alcance, que contemple la formación y consolidación de una gran fuerza social, equiparable a un gran ejército de hombres, mujeres, adultos y jóvenes, que sea capaz de conquistar el poder político e instaurar un gobierno que realmente represente y defienda los intereses de la gran mayoría de la población y de toda la sociedad, que se ocupe los 365 días del año por atender y resolver los problemas de nuestros municipios, de nuestros estados, de nuestro país en general.

Esta gran tarea histórica es la que nos corresponde realizar, para tener un sistema socioeconómico más humano, más amigable con el medio ambiente, con una producción científicamente planeada y con una distribución más justa y equitativa de lo producido. Lograr esas metas requiere la participación no de una sola generación sino de dos o tres generaciones, como históricamente se ha demostrado.

Compañeros antorchistas de Chetumal, Bacalar, Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Solidaridad, Benito Juárez y demás municipios que conforman al estado de Quintana Roo, los invito a permanecer firmes en este gran ejército ciudadano que es el Movimiento Antorchista Nacional, a seguir adelante con verdadera pasión y fervor revolucionario, con grande y verdadero amor a nuestros semejantes, que sigamos luchando por mejorar nuestras condiciones materiales inmediatas, como, por ejemplo, la pavimentación de los accesos principales de las colonias Fraternidad y de la colonia Antorchista de Macario Gómez de Tulum, la regularización de las colonias Mártires y colonias antorchistas del norte del estado, construcción de escuelas, ampliación de electrificaciones; luchar por un “empleo decente” como lo plantea la Organización Internacional del Trabajo (OIT), esto es un trabajo bien remunerado que le permita satisfacer todas sus necesidades materiales y espirituales básicas del trabajador y que labore en condiciones dignas para el trabajador y un largo etcétera.

Librar estas luchas, es la tarea del momento; insistir, actuar con prudencia y con energía cuando así lo exijan las circunstancias, hasta lograr que el gobierno en turno, en sus tres respectivos niveles, resuelvan las demandas más importantes de los colonos, campesinos, estudiantes que ya llevan muchos años planteándose y que no han encontrado respuestas satisfactorias por las administraciones anteriores.

El gobierno del estado que encabeza Mara Lezama Espinoza, los 11 ayuntamientos de los respectivos municipios y del gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, quienes, por cierto, están poniendo una especial atención al proceso electoral adelantado para la reagrupación y recomposición de grupos y fuerzas políticas afines al partido encumbrado en el poder político de este país (Morena), como en décadas pasadas lo era el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que tanto criticaban y que rápidamente se van haciendo cada vez más semejantes en muchos aspectos.

La tarea a mediano plazo es la formación y fortalecimiento de un auténtico partido de la clase trabajadora en este país (obreros, campesinos, artesanos, profesionistas, estudiantes, empleadas domésticas y del pueblo en general; que siga luchando por mejorar las condiciones de vida de todos los mexicanos, pero, sobre todo, que conquiste el poder político de este país para cambiar el modelo económico imperante (capitalismo neoliberal) por un sistema económico más humano, justo y equitativo ¡Sigamos firmes, adelante mexicanos!

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