MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Antorcha magisterial sigue educando; felicidades maestros

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Compañeros maestros, sin lugar a dudas este año ha sido muy difícil para todos los mexicanos. Ustedes, nosotros, que trabajamos con niños, jóvenes y padres de familia somos testigos directos de las calamidades que vive la gente.

Este año, la crisis económica que vive México ha hecho que más familias sean víctimas del hambre. Organismos oficiales como la ONU estiman que en México hay 41.5 millones de personas malnutridas y 9 millones que ni siquiera pueden llevarse un pedazo de pan a la boca, y no podía ser de otra forma si la canasta básica para una familia de cinco personas asciende a 9 mil pesos mensuales, mientras que el salario mensual de un trabajador apenas alcanza los 6 mil 223 pesos. Mientras esto siga sucediendo, nuestros niños y jóvenes no solo llegarán a las aulas con los estómagos vacíos; también llegarán preocupados porque tal vez mañana ya no podrán regresar a la escuela.

Sin lugar a dudas, este ha sido un año muy violento y en las escuelas cada vez es más frecuente que sucedan agresiones en los salones: maestros golpeados o amenazados, violencia y venta de drogas afuera de las escuelas son, pues, males que suceden ordinariamente.

A estos hechos habrá que sumarle que nuestras comunidades escolares son víctimas de asaltos con violencia en el transporte público. Además, todos somos testigos de escenas escalofriantes en las que se observa a muchos mexicanos que pierden la vida a causa de la delincuencia organizada.

Así, pues, el sexenio de López Obrador se perfila como el más violento: hasta el momento han perdido la vida más de 170 mil mexicanos, la política de “abrazos y no balazos” ha sido un fiasco. 

A estos terribles hechos se le suma la catástrofe que trajo consigo el huracán “Otis”, que dejó tras de sí una estela de muerte y desesperación para decena de miles de guerrerenses. Más de 800 mil acapulqueños quedaron en la total indefensión, pues perdieron todo su patrimonio; incluso hubo muchos días que no tuvieron qué comer, y una vez más, el gobierno de AMLO se mostró incapaz de atender una catástrofe. Una vez más, fue el pueblo mexicano el que ayudó a sus hermanos de Guerrero, y en esto, los antorchistas, ustedes maestros, ayudaron mucho, pues tan sólo gracias a la recolección de víveres se pudieron instalar comedores comunitarios para los damnificados. 

Y qué decir de los problemas que afectan directamente al magisterio. En nuestra escuelas las cosas no cambian sustancialmente: siguen haciendo falta aulas, computadoras, laboratorios, arco techos, etcétera.

Ustedes, maestras y maestros están contribuyendo a formar a hombres y mujeres nuevos, con los que vamos a cambiar a México. En cada aula tienen en sus manos el futuro de nuestro pueblo.

Más importante aún: falta que muchos de nuestros compañeros maestros sean basificados, pues llevan años ocupando una plaza eventual que no sólo les genera la incertidumbre de no saber si serán contratados nuevamente. Además, los priva de las prestaciones que todo trabajador de la educación merece y a otros de una plaza que les dé seguridad laboral.

Por supuesto, sigue siendo urgente que el magisterio tenga un salario digno: de acuerdo con la Secretaría del Trabajo, los maestros son los profesionistas con el peor salario. 

En el mundo las cosas no son distintas: el genocidio que comete Israel contra el pueblo palestino es un signo más del horror de nuestros tiempos. Todos debemos decirle no a la guerra y alto al genocidio que ha dejado miles de muertos; hasta el momento 14 mil 100 muertes, entre los que se cuentan 5 mil 800 niños, y 4 mil mujeres. El capitalismo tiene las manos chorreando sangre de inocentes. 

Ante este panorama tan grave, ustedes, maestros, son importantísimos, pues en cada aula, en cada una de sus clases, en cada reunión con los padres de familia, tienen la oportunidad no sólo de transmitir todos los conocimientos que tienen, sino la posibilidad de hacer conciencia en las comunidades escolares de la urgencia de la necesidad de cambiar esta terrible realidad.

Compañeros, no queda otro camino que organizarnos y luchar, pero no sólo nosotros como magisterio: debemos hacerlo con el pueblo, porque es el pueblo el que como el gigante que es, tiene en sus manos la posibilidad de cambiarlo todo.

Por eso, ustedes, maestras y maestros, con el cariño que profesan a los niños y jóvenes; ustedes, maestras y maestros, con la dedicación con la que atienden a sus estudiantes; ustedes, maestras y maestros están contribuyendo decididamente a formar a los hombres y mujeres nuevos con los que vamos a cambiar México. En cada aula, en cada escuela, ustedes tienen en sus manos el futuro de nuestro pueblo; seguros estamos de que con su incansable labor estamos labrando el futuro que todos nos merecemos.

Adelante, maestros, continúen con esta excelente labor que hacen y no olviden nunca que ustedes, como apóstoles de la educación, son pilar fundamental en la consecución de una patria más digna, más justa y más equitativa para todos.

¡Muchas gracias, compañeros maestros!

¡Muchas gracias a todos por su excelente labor!

Tengan todos ustedes en compañía de sus familias felices fiestas y que el próximo año esté lleno de esperanza para ustedes y para todos.

Antorcha Magisterial les desea lo mejor: ¡felicidades!

 

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